No es tiempo de Marte.

Regresando a las alcantarillas.

—¿Eres menso? —Le pregunto Lázaro a Byron.

—No, ese eres tú. —Se burlo mientras Nerys se ponía a su lado y reía suavemente, también se estaba burlando de Lázaro.

—Lázaro rodo los ojos y luego sonrió mientras negaba con la cabeza—. Pudiste lastimarla.

—¿Estas bien? —Pregunto Nerys que, aunque se había burlado de Lázaro si estaba preocupada por Makoto.

—Lo estoy. —Makoto les regalo una sonrisa.

—Bonnie se colgó del brazo de Lázaro—. Yo no creo que seas menso.

 

Lázaro no dijo nada simplemente intento deshacerse del agarre de Bonnie sin ser brusco, pero ella no cedió así que se resignó y enmudeció mientras el color rojo hacia aparición en su rostro porque no era como si le disgustara ser tomado de esa forma por ella, pero sí que no podía olvidar su extraña confesión o lo que sea que hubiese sido lo que Bonnie hizo.

 

Formaron una fila en la calle mientras iban caminando; Makoto en medio, a su lado derecho Byron y Nerys, del izquierdo Lázaro y Bonnie quien ya había dejado de abrazar el brazo de Lázaro, pero lo tomaba por la muñeca. Por atrás los seguían Aaron y Sofía.

 

La luz del Sol se había ido y ahora solo eran iluminados por la Luna mientras el andar de todos se había vuelto lento, pesado y muy cansado, necesitaban regresar a las alcantarillas para descansar, dormir y recuperar sus energías.

 

—Necesitamos dormir así que entremos a una alcantarilla. —Anuncio sin mirar a nadie pues el cansancio se había apoderado de ella y solo quería dormir.

—¿Alcantarilla? ¡Qué asco! Yo no pienso dormir dentro de una. —Dijo Sofía con un gesto de asco y disgusto.

—Makoto con el ceño fruncido volteo a ver a Sofía—. No te pongas princesa, —se presionó suavemente el puente de la nariz— solo cállate, entremos en una y duérmete. —Pidió de forma grosera gracias al cansancio y los celos.

—En serio, ¿qué te pasa? —Aaron le puso mala cara a Makoto—. Nunca vuelvas atreverte a callar a una mujer, además ella es una verdadera princesa, —la reprendió— todas las chicas lo son.

 

Makoto no pudo decir nada, cada vez que Aaron abría la boca hería a Makoto sin darse cuenta; ella ya no quería pensar en nada, estaba demasiado cansada y sobre todo ya no quería volver a iniciar una pelea con Aaron. Makoto se limitó falsamente a sonreír con pesadez, asintió lentamente con la cabeza para después dar media vuelta y comenzar su andar hasta que diviso una coladera y se metió en esta. Estando dentro soltó un suspiro y avanzo un poco antes de acostarse mientras un gran nudo en la garganta comenzaba a ahogarla, el silencio de aquel lugar comenzaba a abrumarla y algún tipo de ente imaginario le apretujaba el corazón haciendo que las lágrimas se acumularan en sus ojos. Quería que Aaron le prestara atención, que la mirara como lo que era realmente pero aún más doloroso que no ser vista como una mujer era cuando él la ignoraba por completo, cuando no le importaba a él que estuvieran lado a lado, era muy doloroso porque ya en varias ocasiones Makoto se había sorprendido a si misma con deseos y sentimientos de ir a abrazarlo, algunas veces de ir a besarlo, sufría al darse cuenta de que eso no era posible ¿o sí? Makoto solo era su amigo con el que peleaba constantemente, ni siquiera Makoto era una amiga, era un amigo y a final de cuentas ¿realmente podía Makoto seguir considerando que era amigo de Aaron? Makoto retuvo las lágrimas con fuerza hasta que sin darse cuenta se quedó profundamente dormida.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.