Nadie dijo nada y Aaron se dejó hacer el cariño sin moverse, aunque el silencio reinaba era más que evidente que a Lázaro y Byron no les había agradado ni concordaban con el comentario de Sofía. Las acciones y vestimenta de Makoto no la definían, ella podía hacer y vestirse como se le diera la gana.
El trío de chicas había estado caminando en dirección recta buscando una casa, una farmacia o algo, pero no había nada, todo eran ruinas y escombros, siguieron caminando y divisaron a lo lejos una tienda de ropa en casi perfecto estado, tan bien se veía el lugar que en un principio pensaron era algún tipo de espejismo, una alucinación así que lo tomaron con calma pero cuando estuvieron cerca y notaron que era real una sonrisa se les dibujo en el rostro, se miraron entre sí antes de entrar corriendo a aquella tienda, parecían niñas emocionadas por su primer juguete, sabían que podían tomar lo que les gustara de ahí, nadie les reprocharía o les reclamarían nada.
Comenzaron a corretear por el lugar tomando ropa, logrando juntar una montaña en sus brazos, Bonnie tiro su montaña y tomo un vestido.
—Toma, —le dijo a Makoto mientras le extendía el vestido— este se te vería mucho mejor a ti —le regalo una sonrisa— pero primero —alejo el vestido del alcance de Makoto— dinos porque te hacías pasar por un chico.
—Yo no lo hacía, —suspiro Makoto mientras se encogió de hombros— fueron ellos los que dieron por hecho el que yo era hombre.
—¿Nunca les dijiste que eras mujer? —Ahora pregunto Nerys.
—No, en un principio me dio igual y creí que con el tiempo notarían que no era un niño, —ladeo la boca— pero poco a poco me fue afectando y molestando. Al final no quería ser yo quien les dijera que en realidad era —suspiro— una chica. —Termino por decir con un triste semblante.
—Para mí tiene sentido —dijo Bonnie— ellos fueron los tarados pues yo desde que te vi supe que eras mujer.
—Yo... —Jugueteo Nerys con los dedos de sus manos—. Cuando te vi por primera vez también supe que no eras hombre, pero creí que lo mantenías en secreto. —Agacho la mirada—. Lo siento.
—Descuida, —movió la cabeza de un lado a otro pues no había nada por lo que Nerys tuviera que disculparse— el único que lo noto y supo todo desde un principio fue Lázaro.
—Es por eso que me gusta. —Bonnie solamente quería decirlo.
—No me digas, nadie sabía. —Hablo con sarcasmo e ironía Nerys mientras rodaba los ojos divertida.
—Se que les sorprende porque no suelo ser muy abierta con mis sentimientos o pensamientos. —Le respondió de la misma forma a su hermana.
Makoto soltó la carcajada y las otras dos se le unieron en coro, aún a pesar de todos los malos momentos vividos Makoto en ese instante estaba realmente feliz y agradecida por tener amigas por primera vez en su vida. Siguieron con sus conversaciones mientras decían tonterías o cosas sin importancia, cosas que habían hecho o pasado antes del desastre mundial, el platicar les había hecho olvidar por un momento la mala situación en la que todos estaban, imaginaron por unos momentos que aún estaban en un mundo normal como antes lo era.