No es tiempo de Marte.

Ascender.

—¿Están seguras de esto? —pregunto Aaron mientras se quitaba la chaqueta y la botaba a un lado.

—Un tipo de tu estatura y piernas escuálidas no puede pesar tanto —dijo Sofía para dañarle el ego haciendo que volviera a molestarse.

 

Aaron camino de espaldas unos metros para atrás, comenzó a correr, luego brinco y ayudado del impulso logro colgarse de los pantalones quedando a mitad del camino, con la ayuda de la fuerza de sus brazos comenzó a subir la otra mitad mientras el metal del ducto de ventilación rechinaba, las chicas sufrían por el peso de este, se esforzaban por no ceder y soltarlo, el sudor les recorría sus rojas caras, por fin les llego el alivio cuando Aaron ya estaba arriba con ellas, definitivamente el peso de este les había dado problemas, cosa que ellas no admitirían ni mencionarían.

 

Sofía con ayuda de sus palmas se arrastró para atrás jalando en su mano ambos pantalones, puso una distancia entre ella y Makoto, luego la pateo a propósito, pero sin afán de lastimarla, solo de molestarla, cosa que le salió bien pues Makoto giro la cabeza lo más que pudo y la miro con reproche, Sofía sonrió de medio lado triunfante sin prestarle atención intentando deshacer el nudo de los pantalones, nudo que se había apretado más gracias al peso y los tirones, el nudo se resistía pero Sofía no se iba a rendir, quería su pantalón de regreso, entre maldiciones logro deshacer la atadura, Makoto pensó que posiblemente el nudo tuvo miedo de Sofía, tanto miedo que prefirió soltarse. La castaña metió sus pies en el pantalón y tomo los extremos mientras se iba acostando bocarriba para subirlo.

 

—Toma tu porquería —aventó con el pie el pantalón de Aaron.

 

Makoto se aguantó la risa, le encantaba ver como Aaron se molestaba por culpa de Sofía, amaba ver sus gestos de enfado, su alma se regocijaba por un rato, deseaba descubrir todos y cada uno de los gestos que Aaron podía hacer.

 

—Gracias —respondió sin sinceridad girando los ojos, después imito la forma en que Sofía se había puesto el pantalón.

—¿No te habías quemado las manos? —recordó Sofía—. ¿No te dolió al subir?

 

~*****~

 

El trío avanzo muy lentamente, aunque no tuvieron que recorrer mucho dentro del ducto, pues con avanzar unos cuantos metros habían llegado al otro lado de aquella gran puerta que les impedía el acceso, pasaron por arriba de esta. Sin querer hacerlo, solo por mera coincidencia Sofía era quien iba adelante, fue ella quien diviso una rejilla, se asomó por esta, no supo si fue por la impresión pero de nuevo sintió que le faltaba el aire, no se podía permitir ceder ante la tos ahí, resistiría con todo lo que tenía, si llegaba a toser serian descubiertos pues exactamente debajo de ella estaba el ultimo alíen y no estaba solo, tenía demasiados artefactos tecnológicos que lo rodeaban, sobre este ser había decenas de armas, no eran como ninguna que Sofía hubiese visto en su vida pero sabía que lo eran además todas estas apuntaban a la puerta, se aguantó un suspiro pues de haber entrado directamente por la puerta estarían definitivamente muertos.




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