—¡Estúpido extraterrestre! —escupió al gritar un hombre rubio copetudo—. Yo ya no seré presidente pero no sabes con quien te has metido.
Sdtrowneb forzó una sonrisa, cada vez se asqueaba más y eso que ahora esas cosas estaban limpias, levanto su mano derecha, la ladeo un poco para dar una orden y luego señalo al copetudo para dar otra, solo él y sus subordinados presentes sabían lo que esas órdenes indicaban. Sdtrowneb hablo con todos y cada uno de los terrestres para separarlos en dos grupos; el grupo A, los que morirían y el grupo B que seguiría con vida, fueron separados así cuando hablo con ellos (con algunos se ayudó de traductores inmediatos), esperaba que estuvieran arrepentidos pero la mayoría seguía sintiéndose orgullosos de sus acciones, continuaban mostrándose engreídos, altivos, groseros y que nadie los merecía. La minoría, el otro grupo lo conformaban personas genuinamente apesadumbradas, algunas de estas se habían visto obligadas a seguir ordenes, otros apenas se daban cuenta del mal y daños que había causado.
Cuando la selección fue hecha posicionaron al grupo A en una sala, aunque el copetudo pertenecía a ese grupo fue apartado en una pequeña cabina dentro de esa misma sala, el suelo se abrió sin previo aviso a excepción de la cabina expulsando a todos los terrícolas al espacio, el copetudo pudo observar desde su lugar como todos parecían sufrir, observo como se cagaban encima y comenzaban a inflarse, creyendo que explotarían en cualquier momento (cosa que no paso), se quedaron inconscientes luego de quince segundos. El copetudo comprendió que iban hacer lo mismo con él pero para torturarlo un poco más le estaban dejando ver toda la escena, era la primera vez que comprendía por completo algo, su cara se le lleno de pánico y comenzó a pedir por su vida e incluso intento negociar en vano, la desesperación se mostraba en toda su cara y cuerpo, se arrodillo y junto sus manos a modo de plegaria como última opción. Su piso se abrió y tuvo el mismo destino que sus compañeros.
El grupo B fue mezclado con los otros terrestres, fueron inducidos a un coma y tratados como todos. El plan siguió, los terrestres fueron distribuidos por grupos en diferentes planetas donde pudieran adaptarse y seguir con su vida, era algo que ya habían hecho con las personas de otros planetas que también estaban en decadencia pero esta vez habían optado por borrarles la memoria y crearles recuerdos falsos pues vista la actitud y comportamiento de los terrícolas creyeron que era mejor, solo les dejaron saber que eran terrestres, que habían vivido en el planeta Tierra.
—Yo creí que estabas con Nagol, que sabias todo ya, e incluso creí que tal vez ya habías sido reubicada —confeso Sdtrowneb con pesadumbres.
Ahora Makoto comprendía, se daba cuenta que era cierto, su mente estaba aclarada y no podía evitar suspirar pesadamente, recordaba ahora los últimos momentos que paso con su padre, se daba cuenta que en su sueño distorsiono las cosas, cuando Sdtrowneb le contó todo llego a pensar que también le estaban induciendo recuerdos falsos pero lo descarto casi en seguida pues de ser así le hubiesen dado de otro tipo, además se daba cuenta que realmente estaba teniendo un trato especial ahora que él sabía de ella. En su cabeza estaba la carta de Sofía, ella tenía razón, pero seguía confundida pues al final Aaron no le entrego la carta, su sueño fue cortado ahí pero logro saber su contenido y aún seguía sin saber quiénes fueron reales en sus sueños, se había montado toda una película. Makoto volvió a suspirar, apoyo los hombros en sus piernas y se tomó la frente, sus sentimientos eran reales, le quemaban y dolían, movió lentamente la cabeza a modo de negación, necesitaba pensar en otras cosas para no derrumbarse, deseaba que fuese también un sueño que su padre estaba muerto.