No es tiempo de Marte.

Te amo.

—Te dije que no la tocaras —grito furioso.

 

Sdtrowneb esta vez no pudo evitar la risa incluso cerro los ojos a causa de la diversión uno segundos, se estaba burlando abiertamente. Noto por la cara de Makoto que ella no entendía las palabras que el terrestre expulsaba.

 

—Él ha dicho que no te toque —volvió a reír y a propósito le hizo una caricia en la cabeza a Makoto.

 

Aaron irritado al ver eso y escucharlo se abalanzó con furia contra Sdtrowneb pero este simplemente lo esquivo con gracia y elegancia como si Aaron fuera cualquier soplido, no le importo que cayera al suelo, le pareció divertido y salió de la habitación con una sonrisa en la cara, definitivamente aquel terrícola le hacía gracia.

 

Makoto estaba algo confundida, pero su corazón no, este brincaba de felicidad. Comenzó a llorar sin poder detener sus lágrimas, con gran dificultad se levantó de la cama, se ayudaba con la poca fuerza de sus brazos para sostenerse en pie y lentamente se puso de rodillas a lado de Aaron para intentar ayudarlo a levantarse.

 

—Makoto —le tomo la cara con ambas manos—, ¿estás bien? —pregunto preocupado—. ¿Te hicieron algo? —se precipito a darle un fuerte abrazo.

 

Makoto no entendía lo que Aaron le decía por lo que no podía responderle además los sollozos también se lo impedían, definitivamente era Aaron, su abrazo le desato aún más lágrimas y para sorpresa de este Makoto le correspondió el abrazo con gran fuerza hundiendo su cabeza entre el cuello y hombro de este, se dieron cuenta de lo delgados que ambos estaban.

 

—Yo… —seguía asustado y sin saber que pasaba—. No sé qué haría si algo te pasa, te amo tanto —decía desesperado— que moriría sin ti, no me importa si no soy correspondido —le acaricio con dificultad la cabeza—, quiero mantenerme a tu lado e intentar protegerte.

—No entiendo lo que estás diciendo —con su gran coctel de sentimientos gimoteo Makoto separándose un poco—. ¿Estás hablando español? —se limpió con el índice las lágrimas de su ojo derecho.

—Siempre te he hablado en español —respondió pero esta vez en ingles ya que ella lo hablo— tú sabes español.

 

Makoto lo miro fijamente a los ojos y sonrió, iba a limpiarse las lágrimas de su otro ojo pero Aaron se acercó a ella y le deposito un repentino beso cerca del ojo, beso que le limpio las lágrimas. Makoto soltó una pequeña risotada que salió desde el fondo de su alma y corazón, no pudo evitar abalanzarse para darle un caluroso abrazo, no quería soltarlo ni apartarse un poco de él.

 

—Te amo —declaro— no importa que fuera un sueño, yo mentí para protegerme pero la verdad es que siempre te he amado —hablo en japonés y en un susurro al oído.

—¿Qué?

—Nada —regreso al inglés feliz de que no le hubiese entendido porque era lo que quería—. No pasa nada, todo está bien y los de aquí no son malos. Puedes estar tranquilo.

 

Aaron no comprendía nada, realmente seguía muy confundido pero ahora estaba calmado pues Makoto estaba ahí y creía en las palabras de ella. Cerró los ojos y soltó un suspiro, reunió sus fuerzas y se puso de pie apoyando una mano en la cama para ayudarse y la otra mano se la ofreció a Makoto para que se pusiera de pie también, esta no dudo en tomarla, pero también se apoyó como él con la otra mano en la cama. Se miraron a los ojos y no pudieron evitar soltar una risa, les era gracioso que se les dificultara tanto el tan solo estar de pie. Makoto regreso a su cama, se acomodó y golpeo suavemente con la mano el costado del colchón invitando de esta forma a que Aaron se acomodara a su lado.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.