No es un típico amor de verano

Capítulo 1

_A la gente suele costarle decir que no, en especial a las personas inseguras. Decir que no, negarte cuando el otro te pide un favor, por temor al rechazo que puede seguir por parte de la persona a la que te negaste. 

Yo no me considero un persona insegura, para nada.

Si tengo que reconocer que de más chica me costaba hacer amigos, pero ahora soy totalmente sociable y me encanta rodearme de gente. Pero no se decir "no".

Es algo que me pasó toda la vida, desde muy pequeña, cuando mis compañeras me pedían que haga su tarea se me hacia imposible negarme, como se darán cuenta no la pasaba muy bien. Y la verdad es que no cambié mucho. Yo creo que es algo ya de nacimiento, antes de que yo naciera ya alguien había pactado que mi destino sería aceptar todo lo que me dijeran. No se es solo una idea, pero por ahora es la mejor explicación que tengo.

Voy a la secundaria, la verdad, como ya les dije no me cuesta socializar, pero no es algo que me encante levantarme todos los días a las seis de la mañana y caminar veinte cuadras hasta el colegio. Encima los sábado también voy de uniforme, pero esta vez a un restaurante. Trabajo para ganarme algo de plata para la universidad, así no le dejo todo el trabajo a mi papá.

Mi papá es todo para mí, el me cuida desde que mi mamá nos abandonó cuando yo tenía diez años. La verdad que casi no me acuerdo de ella. Es algo que a veces sigue doliendo recordar. 

Como no tengo hermanos, fui siempre la hijita de papá, pero en el buen sentido. 

La historia que les voy a contar empezó un viernes es por la tarde a mediados de noviembre.

Yo estaba en el colegio, esperando que pasaran los interminables últimos diez minutos de matemática, cuando un papel golpeó mi espalda. Me di vuelta para ver quien me lo había tirado. Creo que no pude disimular mi cara de asombro, me puse roja en seguida. Era de Sean, y este me sonreía con sus dientes perfectamente blancos. 

Para resumir Sean me gusta desde la primaria, pero aunque le hablo a casi toda la escuela, cuando estoy con el mi garganta se cierra y me sudan las manos, Dios. Ahora que lo pienso, debe creer que soy toda una boba.

Bueno entonces me agaché sigilosamente para que nuestra profesora de matemática no se diera cuenta y recogí el papel del piso. Lo desarrugué y vi que decía:  "nos vemos en el recreo"

Mi corazón estaba latiendo tan rápido que no tenia idea de como no se me salía del pecho. 

Me di vuelta y asentí suavemente con la cabeza. Y cuando volví a mirar para adelante no pude evitar una sonrisa.

Todo el día me pasé imaginando el momento cuando me iba a encontrar con Sean.

Sonó el timbre que anunciaba el final de la hora, mi corazón seguía muy acelerado. Nunca se me ocurrió que podía ser algo malo lo que me tenía que decir, pero sinceramente no tenia ni idea que podía ser.

Cuando salí al patio, busqué a Sean con la mirada. De pronto lo vi con un grupo de amigos; charlaba alegremente. No sabía muy bien si acercarme o esperar a que el me viera y viniera hacia mí.

Me quedé quieta unos momentos, hasta que me percate de que él me había visto y venía hacia mí.

Me puse más nerviosa aún, pero traté de disimularlo. No sabía que hacer con mis manos, y entretanto lo decidía el ya estaba al lado mío. Me saludó y sonrió.

_No se como decir esto, así que seré directo. Hizo una pausa, y dijo _Hace algún tiempo que me gustas y no se como decírtelo, y me gustaría que ahora en las vacaciones me acompañes a mi y a un grupo de amigos a la playa. _Se detuvo y me miró; creo que esperaba que yo dijese algo, pero mi cerebro se había detenido, no asimilaba toda la información. Quise hablar, les juro que si, pero no pude. Lo único que fui capaz de hacer fue asentir con la cabeza repetidamente hasta que quedó claro que mi respuesta había sido "si".

  • _ Genial _ Dijo Sean   _Nos vamos a Cariló, en diciembre 15, pero te aviso con tiempo para que puedas avisar en tu casa _ sonrió nuevamente y su fue de nuevo con su grupo de amigos.
  • Me quede pensando por un minuto y no podía creerlo. Jamás hubiera pensado que el sentía eso por mí, hasta se me ocurrió que podía ser una broma, pero después me convencí que no era así. Que al fin el chico que me gustaba se había fijado en mí. Estaba muy contenta, ese día volví a mi casa y no paré de sonreír.
  • Pero en la hora del almuerzo se complicó todo.
  • _¿Por que tan alegre? _Me preguntó mi papá al ver que yo no podía ocultar mi sonrisa.
  • _Es algo que me sucedió en el colegio_ Miré para abajo, pero sin dejar de sonreír
  • _Que bueno que estés contenta, por qué yo también te tengo una muy buena noticia, pero me encantaría que me cuentes que te hizo tan feliz en el colegio
  • _Tú primero_ Dije. La verdad estaba muy intrigada por lo que podía llegar a decirme
  • _De acuerdo. Estuve mirando en la computadora...se que hace mucho que no salimos a ninguna parte y reservé una casa en la playa la segunda semana de diciembre para que nos relajamos un poco. Además se que te estas esforzando mucho en el colegio y te lo mereces.
  • En ese momento se me cayó el Alma. Ya lo había hecho, además como iba a decirle que no quería ir con el, estaba tan ilusionado.... pero tampoco me quería perder por nada del mundo ir a la playa con Sean y sus amigos. Intenté sonreír y parecer emocionada, pero el sentimiento de felicidad con el que había llegado a mi casa, había desaparecido.
  • _¿Que era lo que me ibas a decir? _Dijo mi papá de pronto.
  • Otra cosa que odio es mentir, pero no me quedaba alternativa.
  • _Que aprobé con diez matemática_ y volví a forzar una sonrisa.
  • _Que bueno, me alegro mucho, con más razón para ir a Cariló conmigo.
  • De repente la esperanza regresó _¿Vamos a ir a Cariló?
  • _Si, y a una casa al lado de la playa muy bonita, se que te va a encantar.
  • Mi mente trabajaba rápido, ya había creado todo un plan, que podía funcionar si no metía la pata y lo armaba muy bien y planeaba cada detalle.
  • Creo que ya se lo pueden imaginar, iba a ir con mi papá pero pasaría el día en la playa con los chicos, y cuando se hiciera de noche volvería con mi papá. Lo único que tenía que hacer es decirle Sean que yo me quedaría en otro lugar, porque... bueno ya iba a pensar una excusa y a mi papá podría decirle que me hice unos amigos y que voy a pasar el día con ellos. Así podría estar con mis amigos y con mi papá y no decepcionaría a nadie.
  • Mantuve esa idea las semanas que faltaban para el verano perfeccionando cada detalle de lo que iba a decir y hacer. La verdad es que esas semanas se pasaron muy rápido, y cuando me quise dar cuenta ya quedaban solo dos días.
  • Ya le había dicho a Sean que iba a ir por mi cuenta pero que los encontraría allá y que me quedaría en otro lugar porque tenía que llevar a mi perro conmigo y en el hotel donde estaban ellos no se admitían mascotas, me esforcé mucho por hacerle creer que no podía dejarlo solo en mi casa y que mi padre no estaba para cuidarlo, y al final terminó sediendo, aunque lo noté un poco decepcionado. Me hubiera encantado quedarme con los chicos en el hotel, en especial porque yo no tenía ningún perro y estaba volviendo a mentir, pero no iba a decirle que no a mi papá.
  • Era sábado por la mañana. Estaba tan nerviosa y emocionada al mismo tiempo. Tenía muchas esperanzas de que Sean me dijera si quería ser su novia, muy cliché todo, pero yo ya me había imaginado un beso bajo la luna en la arena. Aunque me conformaría con un beso nada más.
  • Viajamos unas horas de las cuales estuve despierta quince minutos y llegamos al mediodía a una casa al lado de la playa. Era muy grande para dos personas y por un momento me imaginé una fiesta con todos mis amigos, pero luego recordé con quien estaba.
  • En fin, estaba segura que serían una grandes vacaciones.
  • Cuando estaba desempacando me llegó un mensaje. Miré mi teléfono y vi que era de Sean. Mi corazón se aceleró y quise contestarle enseguida, pero luego me detuve porque me pareció un tanto desesperado contestar tan rápido.
  • Vi que el mensaje decía "ya llegamos y estamos instalados, nos encontramos en la del Este, a las 2:00 p.m."
  • La sonrisa que ya era típica en mi volvió a aparecer. Tenia tantas ganas de ver a Sean en traje de baño, y de divertirme obvio.
  • Eran las 12:30 p.m. Tenia una hora y media para estar con mi papá y luego ir con mis amigos. Fui a la cocina donde el estaba cocinando lo que él decía que era un pastel de carne, pero en mi opinión era más como un revuelto de algas que provenían de algún misterioso lugar en la playa.
  • Me entretuve bastante hablando con mi papá y cuando miré mi reloj que llevaba en la muñeca, me di cuenta de que me quedaban solo quince minutos.
  • _Me gustaría ir a explorar un poco el lugar, quizá ir al centro, y luego regreso y hacemos algo ¿te parece?
  • Se notó que mi comentario había tomado por sorpresa a mi papá. Yo creo que el se imaginaba que pasaríamos todo el día juntos, pero la verdad es que esperaba que me dejara ir.
  • _Claro, que puedes ir_ Su voz se había apagado un poco, y me hizo sentir una punzada de culpa, pero igual me levanté lo besé en la mejilla y salí un tanto apresurada.
  • Busqué en mi celular la dirección a la que tenía que ir y comencé a correr porque el tiempo ya había pasado y yo seguía tarde.
  • Fui tan rápido que no me detuve a observar el paisaje, y luego lo lamenté, pero pensé que ya tendría tiempo de quedarme y relajarme.
  • Esperaba no tener que estar corriendo siempre, pero por ahora era necesario.
  • Cuando por fin llegué a la playa, me percaté de que estaba casi desierta. No había casi nadie, y me pareció extraño porque era un día muy bonito.
  • Entorné los ojos y vi a Sean que estaba con algunos amigos y me agitaba la mano haciéndome señas para que me acercara.
  • Caminé hasta ellos tratando de contener mi emoción. Estaba bastante nerviosa, quería que todo saliera bien.
  • _Hola_ Saludé con un suspiro liberador, como si lo hubiera estado conteniendo.
  • _¡Por fin!, ya empezaba a creer que no vendrías
  • _¿Pero de que hablas?, no es tarde_ Mire a Sean que parecía contener una risa. _Son casi las tres de la tarde. _¿Como rayos se me había pasado tan rápido el tiempo?.Lo siento, creía que era más temprano, no me di cuenta
  • _jajaja, está bien, no te preocupes, tenemos todo el día_ Le sonreí nerviosa, porque sabía que yo no tenía todo el día y que debería volver pronto, pero traté de sacarme esa idea de la cabeza y de divertirme.
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