No es un típico amor de verano

Capítulo 7

Estoy con Derek, iremos a comer y luego vuelvo para casa. Te queiro.

_Listo. Ya le avisé a mi papá. Podemos irnos _.No sabía a dónde íbamos a ir con exactitud, pero Derek no quería decírmelo. Estaba bastante intrigada, pero sabía que tenía que ser prudente y no hacer ninguna locura. En realidad él no me había dicho que íbamos a ir a cenar, pero para no tener que decirle a mi papá que no sabía a donde íbamos ir, mejor lo dejé más tranquilo, diciéndole que saldríamos y ya.

_Bueno, tenemos que caminar un poco, ¿no te molesta verdad?

_No. Pero tampoco me molestaría que me dijeses a donde vamos.

_Ya verás. Es una sorpresa _. Me emocionaba mucho que Derek quisiera sorprenderme, pero en mi cabeza había una vos que estaba diciéndome que era un poco irresponsable hacer algo así después de lo que había pasado. Traté de reprimir esa vocecita, y que se impusieran las ganas que tenía de pasarla bien, y divertirme.

Empezamos que caminar hacia el centro. Estábamos yendo en sentido contrario a la playa. Pasamos varias casas que parecían estar algo descuidadas, un almacén, y una peluquería, y llegamos a un edificio que estaba frente a una especie de plaza. 

_¿Aquí vives?.

_Podría decirse _. Ante su respuesta avancé decididamente hacia la entrada del edificio. Creí que iríamos a su casa. Tomaríamos un café o algo así, pero me sorprendí cuando él me detuvo.

_No hay que subir. Solo vinimos a buscar esto_, y señaló una motocicleta negra que estaba en la vereda. Me hizo señas para que lo siguiera, al ver que yo no reaccionaba.

_¿En serio esperas que me suba a eso?.

_Vamos, será divertido. ¿Alguna vez lo has hecho?

_No.

_¿Entonces como sabes que te da miedo? _. No supe que responderle, así que me acerqué a él, que ya se encontraba quitándole la cadena de la rueda a su motocicleta.

_¿A dónde vamos a ir?

_Sigue siendo una sorpresa _. Fruncí el seño, no satisfecha con su respuesta, pero me dirigí hacia él, que ya había terminado de sacar la cadena y estaba con una mano extendida hacia mi, esperando a que yo la tomase. 

Con cierta torpeza me subí a la moto tras él y sujeté fuerte su cintura. Estaba aterrada de caerme. Tenía la sensación de que no iba a durar más de un minuto sobre esa cosa.

_¿Lista?

_Si te refieres lista para bajar, encantada _. Derek rió por mi comentario y arrancó la motocicleta.

Me puse el casco que él me había dado y cerré los ojos. De pronto empezamos a movernos.

Sentía como mi estómago se revolvía, nunca antes me había subido a una moto. Mi corazón estaba acelerado, pero confiaba en él. 

Pasamos varios edificios, que estaban todos juntos, algunas casas y salimos a una especie de ruta. Tenía miedo de que nos alejasemos mucho y que se haga muy tarde, pero no quería decir nada. Anduvimos un par de minutos, cuando me di cuenta de que ya no tenía esa sensación en el estómago. Seguía teniendo algo de susto y mi manos todavía rodeaban a Derek, pero me sentí muy bien. Tenía ganas de gritar, de liberarme de todo. Debajo de mi casco había una sonrisa. _¡Esto es muy divertido!

_Sabía que te gustaría. ¿Se siente liberador verdad?

_Muy. ¡Es algo increíble!

_Puedes gritar si quieres. Lo hago a menudo. Sirve para descargarse _Entonces lo hice. Desde el centro de mi ser, me liberé y grité. Grité muy fuerte, pero a Derek no pareció importarle. Era una muy buena forma de sacar lo que uno tiene oprimido dentro. 

_Gracias por obligarme a subir.

_No hay de qué_.

Seguimos andando un rato, y el sol ya se estaba poniendo. Ya no podía aguantar más _¿Cuánto falta? _Se que esa pregunta no había sido muy cortés, y que me hacía parecer muy ansiosa, pero ya no podíamos alejarnos más.

_De hecho, nada. Ya llegamos _.Al escuchar eso, reí nerviosamente. Hubiera esperado medio minuto y no habría quedado tan mal, con ese tipo de pregunta.

Mi papá ya me había respondido el mensaje, y por suerte me había dejado. Dijo que me divirtiese, pero que vuelva medianamente temprano. Y era algo que probablemente no conseguiría hacer.

Habíamos llegado a un campo. No muy lejos había una tranquera. En el horizonte se podía apreciar una espléndida puesta de sol. A donde mirase se extendía una llanura inmensa, excepto por un árbol que se erguía solitario en el campo. Me di cuenta de que era muy grande, ya que estábamos bastante lejos y aún así se podía ver una pequeña casa del árbol construida sobre él. Era un paisaje verdaderamente hermoso.

_Vamos, hay que llegar a ese árbol _Lo miré con cara de sorpresa y entonces me sonrió _Hay que apurarnos o llegaremos tarde.

_¿Tarde?, ¿Para qué?

_Ya verás, solo camina. No estamos tan lejos_ .Para no parecer que me quejaba de que tendríamos que caminar, no dije nada, y me dispuse a seguir a Derek.

Cruzamos la tranquera y caminamos entre los pastos altos del campo. Estoy segura que más de un mosquito bebió de mi sangre durante el camino y de que había pisado algo que no tuve el valor de bajar la vista para comprobar que era. 

Cuando por fin estábamos a unos metros, Derek me dijo: _Vamos a tener que trepar. La última vez que vine la escalera se rompió.

_Esta bien ¿Dónde está la soga?.

_¿Quien dijo algo de sogas? _Lo miré con la sensación de que pasar el tiempo con él se trataría de ciertas aventuras y me gustó la idea. 

_Pon tu pie sobre mis manos y agárrate de la rama de la derecha _Me dijo señalando la parte superior del tronco. Sin objeciones hice lo que me decía, y subí a la parte superior del árbol. De la rama se podía alcanzar una puerta que estaba en el piso de la casa por donde se accedía a esta. La abrí con cierta dificultad y estirando mis brazos con fuerza y ayudándome con las piernas logré quedar parada en el suelo de la casa. A continuación vi aparecer la cabeza de Derek por la puerta del piso, y luego su cuerpo. Cuando estuvo junto a mi, cerró la puerta y suspiró. _Bienvenida a mi lugar. _En mi cara se formó una sonrisa tierna. Me gusto mucho como llamo a la casita del árbol "mi lugar". Se notaba que era algo especial para él. _Hay algo que tienes que ver _Me tomó de la mano, ¡oh cielos, me había tomado de la mano!, y me llevó a la parte de atrás de la casa. Esta se veía como si hubiera sido reparada varias veces. Tenía un techo de madera pintado de rojo y con algunos agujeros y el piso y las paredes estaban algo inestables. Aún así, me pareció un lugar hermoso.




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