No es una historia de

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Leonardo

 

Sabia que no tenia que decirle nada, yo y mi impulsividad, pero no me aguante, dijo que no tenia novio y lo vi como una oportunidad, que desastre ahora arruine la oportunidad de estar cerca de ella.

-Si te sigues lamentando, te juro que te voy a tirar del auto.

-Max no estoy para tus reclamos, solo cállate.

- No puedo creer que te hayas puesto así, solo porque la viste riendo con otro, eres patético.

-Di lo que quieras, pero si tu hubieras visto a la chica que te gusta reír con otro como yo la vi, estarías igual o peor.

-Hermano nunca me veras en esas, no soy un hombre que se enamora y lo sabes mejor que nadie, te voy a llevar a una discoteca y olvidaras todo eso.

Me dejo llevar por Max es terco cuando se lo propone y unos tragos me vendrán bien.

Llegamos al lugar que esta atestado de gente y encontramos una mesa, Max va por las cervezas y yo voy al baño, lo mejor será echarme agua en la cara antes de empezar a tomar como loco. Cuando regreso aun no llega, ¿Qué tanto se puede tardar buscando unos tragos? Lo ubico rápido y con razón no llega, no perdió el tiempo y esta bailando con una chica que se mueve al ritmo de la música de frente a él, mientras se le sube el vestido, se sabe mover muy bien. Se me sube la sangre a la cabeza cuando se voltea y es Gabriela, lo mató es que yo lo mato.

Quiero levantarme y quitarle las manos de max de su cintura, pero no tengo ningún derecho y pareceré un maldito maniático, espero a que llegue a la mesa para mirarlo de mala manera.

-Si me estas mirando así porque tarde mucho, lo siento, pero invitación de tremendo bombón no se desaprovecha.

-Agradece que no te parto la cara porque ganas no me faltan.

- ¡NO! No me digas que esa es Gabriela, ya entiendo porque te gusta tanto, es chiquita, pero candente.

- ¡cállate max!

-Lo siento, no sabia que era ella y además ella fue la que me invito a bailar.

- ¿Te invito a bailar?

-Dijo que sus amigos la habían retado y yo acepte no me quedaba de otra y está muy buena.

-Vuelves a mencionar lo buena que esta y te rompo la cara!

No vuelve a mencionar nada, nos quedamos callados bebiendo cerveza, el se levanta cada tanto a invitar alguna chica a bailar y yo me quedo ahí bebiendo cerveza y whisky, la mezcla me pasara factura mañana, pero mientras la veo bailar con no se quien me invaden los celos y la envidia de querer ser yo el que la este tomando de la cintura.

Tengo que aguantarme y no acercarme cuando se sube a la mesa dando tremendo espectáculo de baile, se mueve como una profesional, el contoneo de sus caderas es hipnotizante, esta mas que ebria y se le nota, el mismo chico con el que bailaba la baja de la mesa riéndose de sus payasadas.

Desde aquí puedo observarla tranquilo, ver como se divierte, no le quito los ojos de encima y de pronto se da cuenta, esta mirando para los lados buscando quien la mira y yo aparto la vista no quiero que piense que ahora la estoy acosando.

Toma a unos de los chicos que esta sentado con ella y lo besa ¡lo esta besando! No me aguanto y me levanto hacia su lugar empujando al chico.

-Hey, ¿Qué pasa contigo? me dice el fulano

- ¿leonardo? escucho su voz y me doy cuanta del error, soy un idiota

- ¿Qué pasa contigo?

No respondo, que le voy a responder, que estoy celoso y que por eso actúe sin ser nada, no eso no va a pasar, sin decir nada salgo de la escena y salgo del lugar, no me importa Max ya sabrá como llegar cuando termine de follarse a alguien en el baño.

- ¡detente! Estas loco o que mierda, como te atreves a hacer eso.

No quiero encararla no puedo, pero tengo que hacerlo, me volteo hacia ella y con un demonio ¿Cómo estando tan ebria se ve tan bien, como puede estar de pie con tanto alcohol en su sistema?

- ¡HABLA! ¿Qué pasa contigo?

- ¡Me pasa que estoy que ardo de los celos y no aguante verte besando a otro, eso me pasa con un demonio!

- ¡TU Y YO NO SOMOS NADA!

Y con un demonio que lo sé, que ella me lo grite de frente duele más porque no somos nada ella tiene razón, soy un estúpido.

- ¡Se que no somos nada! Eso no quita el que te quiera ¡maldición!

--No le da ningún derecho a hacerme ninguna escena de celos. se acerca señalándome con el dedo en el pecho—

-Crees que no lo es? Y eso es lo que me está matando, ni siquiera me diste una oportunidad.

Se queda callada, su silencio solo me da ánimos para encararla, puede que no se acuerde mañana, puede que yo no me acuerde mañana, pero tengo que hacerlo tengo que sacarme este dolor del pecho.

-Pensé que no sentiría lo mismo desde gema y me miento si te digo que siento lo mismo, esto es algo mas fuerte y no se como demonios paso, solo sucedió y no se como hacer para enterrarlo en el fondo de mí, simplemente no puedo —le tomo los hombros— no puedo Gabriela, te quiero.

No dice nada su silencio me esta matando, no dice nada está ahí plantada frente a mí con la mirada hacia abajo, pienso que se durmió de pie, cuando veo que levanta la cabeza mirándome fijo con esos ojos grises que tanto me enloquecen y no me aguanto la beso y que bien se siente besarla sus labios con los míos encajan perfecto, no se aparta, me esta siguiendo el beso y eso solo me da el impulso para profundizarlo, me toma del pelo atrayéndome hacia ella y yo pego su cintura a la mía  para sentirla más cerca.

Es una maldita locura la estoy besando y ella no se resiste me sigue el beso.



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En el texto hay: romance, secretos, amorlaboral

Editado: 18.09.2021

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