No es una historia de

10

 

Gabriela

-Que bueno que llegaste —me dice Ashley en cuanto pongo un pie en la entrada—

-Buenos días a ti también.

-Escucha la modelo que tenia que venir para tomarse las fotos no puede venir, se le presento un inconveniente o no sé qué rayos.

-Es super irresponsable, pero ya mismo llamo a alguien para que…

-NO! —me interrumpe— Jorge esta echando chispas por todos lados y esta todo listo para ir a la locación, le dije que tu podías hacerlo sin ningún tipo de problema.

-QUE YO QUE!

-No te enojes Gaby, es urgente y además de seguro que si te quedan los vestidos.

-No voy a hacerlo, definitivamente no.

-Gabriela que bueno que llegas, Ashley nos dijo que estarías dispuesta y de verdad es urgente.

-Señor Jorge, por supuesto, estoy a su disposición.

-No hay tiempo que perder vamos.

-Te voy a matar —le susurro a Ashley—

cuando llegamos al lugar es todo un desastre, hay fotógrafos corriendo de aquí para allá, instalando luces, pero si es de mañana por Dios, hay un chico vestido de soldado o eso creo, he visto esa ropa en una película, hay una carpa de donde salen como 4 mujeres, leonardo esta en medio de todo dando ordenes y si así es sin querer participar ya me imagino queriendo.

-Señor le recuerdo que no soy modelo.

-No te preocupes por eso y actúa natural o te despido.

Se me acercan las mujeres antes de que pueda decir algo y me llevan a la carpa donde hay mas mujeres con maquillaje, que si los vestidos, si afuera hay un caos aquí está el doble.

-Eres linda no necesitaras tanto maquillaje.

-Mmmm, gracias supongo.

- ¡RELAJATE! ESTAMOS CONTRA RELOJ.

En menos de media hora ya estoy maquillada y me están ayudando a ponerme el vestido, yo solo puedo pensar en como no arruinarlo todo, de veras no soy modelo, espero no hacer un desastre.

- ¡LISTO!

-Esto, eh… ¿gracias?

-Querida agradeces después que terminemos, ahora ve y tomate las fotos, para el segundo cambio.

Voy saliendo con ayuda de dos de las mujeres porque el vestido es enorme enserio, tiene una cola de infarto.

-Wao Gabriela, estas radiante.

No te sonrojes, ¡No te sonrojes! Y me sonrojo vaya mierda.

-Gracias leonardo, detrás de esta princesa sigo siendo yo.

-Yo digo que siempre eres una princesa.

-Dejen la habladeria que hay que tomar esas fotos —nos interrumpe Jorge—

Las tomas son super rápidas y de verdad me estoy divirtiendo, la mas tardada es una en las escaleras y como es desde arriba y en esta no estoy sola, la cola la extienden por las escaleras y estoy segura de que esta será mi favorita.

En el ultimo cambio el vestido es un poco menos pesado y creo que es mi favorito.

En esa foto el chico me ayuda con la pate de atrás del vestido y damos por terminada la sesión, no puedo estar mas cansada ¿com las modelos soportan tantos cambios?

Cuando me pongo mi ropa otra vez lo primero que hago es tomar el inhalador de mi bolsa, no me había dado cuenta de que no estaba respirando bien y se siente super bien, Ashley y yo nos vamos con otros compañeros no sin antes recibir las felicitaciones de Jorge y leonardo que no se cansaron de decir que lo había hecho muy bien.

Estoy lo que le sigue al cansancio y solo es medio días, con el grupo nos vamos a una pizzería a comer porque nada mejor que comer.

-Hola —contesto cunado suena mi celular—

 -Me conto un pajarito que ahora eres modelo.

-Que rápido vuelan los chismes de verdad.

-Y cómo te fue?

-Gabriela de que la quieres?!

-QUE TENGA PEPERONI.

-Pues como te decía yo creo que bien, la verdad estoy super cansada.

-Te llevo a cenar.

-No quiero molestarte Max, además debes tener trabajo pendiente.

-Tonterías, tengo hambre de mariscos y no tengo muchas amigas, bueno ninguna que digamos.

-Puedes invitar a leonardo.

-Que pesada, ¿paso por ti en la oficina o en tu casa?

-No te he dicho si quiero ir.

-Tampoco dijiste que no y eso es un sí.

-A las 9 en mi departamento, solo te aviso que no me voy a poner elegante, te vas a aguantar mis jeans.

-Creo que puedo soportarlo. —Sonrió—

-Ya están trayendo la pizza así que te dejo. —le cuelgo antes de que pueda responder—

Me encanta hacer eso, es como satisfacción, me siento en el poder cuando cuelgo antes que la otra persona.

- ¿Y esa sonrisa? —me pregunta Ashley—

-Estaba hablando con un amigo y siempre me hace reír.

Terminamos las pizzas y cuando llegan las 2 volvemos a la oficina donde por el altísimo no esta el corre corre de esta mañana y solo quiero sentarme a terminar mis informes, pero la vida me odia es que estoy segura de que algo le hice al diablo en mi vida pasado.

-Hasta que llegas, llevo aquí como media hora.

-Era hora de almuerzo señorita.

-Si, si lo que sea, necesito que desocupes cualquier pendiente de mañana que tenga leonardo.



#25186 en Novela romántica
#4174 en Chick lit

En el texto hay: romance, secretos, amorlaboral

Editado: 18.09.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.