No está en tus planes

7 | Pensar en el pasado

Howard

12 de febrero de 2024

Terminé de supervisar un par de documentos legales de la empresa antes de firmarlos. El estrés me está consumiendo durante los últimos días.

No he dejado de darle vueltas al asunto de Eleonore. Sin duda necesito hablar con ella y dejar que esto me haga sentir así, y no tiene que pasar de esta semana.

Jamás creí que mi amor por ella continuaría siendo incondicional a través de los años. Hasta el día de hoy continúo amándola con la misma pasión que cuando salíamos.

Cada momento que compartimos juntos se quedó guardado en mi memoria como el recuerdo más preciado.

«Me haces feliz como nunca lo he sido, eres mi cable a tierra. Eres la única persona en el mundo que siempre me hace sentir bien, eres solo tú.»

No pude evitar volver a pensar en el pasado. Creo que esta mujer va a enloquecerme, o su presencia.

El sonido de la puerta abriéndose me hizo abandonar mis pensamientos.

—Clarissa, no esperaba verte por aquí —apenas pude murmurar una vez la mujer ingresó a mi oficina con una sonrisa de oreja a oreja. No esperaba que viniera a verme.

—Nunca esperas verme Howard, solo vine porque tu padre me lo pidió, pero, consideré venir a verte en tu oficina antes de dirigirme hacia la suya —me explicó—. Y no me preguntes para qué me ha llamado, qué no tengo idea.

¿Mi padre le pidió que viniera a verlo? Bueno, eso no me da buena espina.

—Está bien, desconozco de qué puede tratarse esta vez...¿Cómo estás? Lamento no haber podido ir a verte a tu casa estos días, me siento bastante ofuscado por todo y solo quería estar a solas.

—Lo comprendo Howard, no te pido explicaciones —me respondió con simpleza acercándose hasta mi silla, se colocó detrás de mí y puso sus manos sobre mis hombros—. Relájate un poco...¿Por qué estás tan tensionado?

—No sé, el trabajo supongo —me mordí el labio.

Si ella supiera que el tormento que cargo conmigo es una mujer y lleva por nombre Eleonore Monroe.

—Deberíamos relajarnos un poco y viajar el fin de semana ¿Qué te parece? Alquilamos un lugar bonito para ambos y nos la pasamos bien, olvidémonos del resto —susurró.

—Sabes bien que me encantaría hacerlo mi cielo, no obstante, no creo que pueda. Tengo demasiado trabajo y sería irresponsable de mi parte irme a disfrutar en lugar de hacerme cargo de mis obligaciones. —Le expliqué.

—¿Siempre vas a ser así? —Cuestionó llena de enojo. —Te adoro Howard, créeme cuando digo que te adoro, pero, nunca estamos juntos y no entiendo cómo vamos a seguir manteniendo una relación. Casi nunca hablamos, nos vemos de vez en cuando y no salimos ni siquiera a citas.

—Soy el sucesor de mi padre, y ese simple hecho conlleva mucha reaponsabilidad. También te quiero, pero, hago más de lo que puedo, lo digo en serio.

Cada vez me convierto en un mentiroso de lo peor.

Si no la quiero ni un poquito.

—Pues deberías esforzarte un poco más o de lo contrario me vas a perder —me dijo antes de abandonar la oficina, suspiré de alivio.

Si ella renuncia a mí, entonces ya no tendría que estar con alguien a quien no deseo.

¿No sería eso un ganar ganar para mí?

A la hora de almorzar, bajé al comedor principal con la pequeña esperanza de encontrarme a Eleonore. Noté que sí estaba su familia, todos a excepción de ella y Millicent por supuesto.

—¡Howard! —Cole me golpeó la espalda.

—Creí que no habías venido a trabajar, hasta que apareces —le dije riendo mientras nos servían la comida.

—¿Ya te enteraste que tu madre va a organizar una cena entre nuestras familias? Parece que le contentó tanto volver a ver a mi hermana que quiere invitarla a cenar en su casa.

—¿Debería alegrarme por eso, cierto? Tener a Eleonore en mi casa puede darme la oportunidad de hablar con ella a solas.

—¿No has hablado con ella todavía? —Inquirió con dudas. —¿Cómo se te ocurre? Creí que para esta hora del día ya habrías ido a visitarla con algún ramo de flores o invitarla a salir, llevarla algún regalo, no lo sé. Estaría genial si piensas un poco más en las posibilidades de acercarte a ella.

—En la cena de bienvenida estuvo muy distante, le dije que deseaba que habláramos a solas y parece que no le agradó escuchar aquello del todo.

—Pues considero que no debes rendirte tan fácil ¿Dónde está el hombre que dijo que la ama con locura y que haría todo para que esté a su lado? Ahora ella está almorzando con Adelaide y no debes interrumpir eso, pero, que no pase de esta semana el que hables con ella ¿De acuerdo? Ahora tengo que irme, mamá me está esperando.

—Está bien, gracias por avisarme sobre la cena Cole —le sonreí mientras él se iba y yo me buscaba una mesa libre para sentarme.

No he visto a mi padre, mucho menos a Clarissa y eso me preocupa de cierta forma. Aún así, no pienso hacer nada al respecto. Sea cual sea el motivo por el que mi padre la haya citado, ella terminará por decirme pronto.

Estuve comiendo en silencio mientras revisaba mi teléfono, casi sufro un paro cardíaco cuando sentí que que alguien me tomó por la espalda.

—Parece que hubieras visto un fantasma —Juliette me sonrió y vino a sentarse a mí lado—. Vine corriendo del colegio hasta aquí...¿No tendrás un poco de agua que puedas ofrecerme?

Sin responderle nada le cedí mi vaso de jugo, ella no demoró en tomarlo con rapidez.

—¿Y ahora cuál es el motivo de tu visita tan apresurada a esta aburrida empresa? —le inquirí en forma de regaño.

—Hoy se incorporaba Eleonore a la empresa, todo el mundo habla de eso...No la he visto en años y la adoro sin duda, por supuesto que tenía que venir. Todavía no he ido a verla en su oficina personalmente, pero, apenas culmine la hora de almuerzo iré a verla. —Me confesó con emoción.

—¿No sales antes del colegio para llegar aquí tan temprano? —rodé los ojos—. Porque si me entero que te saltas clases para poder llegar hasta aquí le diré a nuestros padres.




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