No está en tus planes

8 | Pretendo odiarte

Eleonore

12 de febrero de 2024

Terminé mi almuerzo junto con Adelaide, al menos estar con ella en la empresa compensaba todo lo demás.

Y si todos piensan que mi plan es mantenerme encerrada en mi propia oficina desde la mañana hasta que termine mi jornada laboral pues están en lo correcto, no me siento preparada para tener que convivir con todo el mundo.

—Esta era la única opción que tenía además de internarme en un centro psiquiátrico. La única diferencia entre mi vida aquí y la vida que mantenía en Londres es que en Nueva York está mi familia. Mis padres, Cole y Millicent me apoyan mucho, mi nana Agatha todavía sigue tratándome como si fuese una bebé y siempre me ha hecho sentir bien. —Le resumí a Adelaide el motivo por el cual estaba de regreso en la ciudad.

—No quiero ser muy directa al hacerte preguntas,Eleanore...—Me sonrió. —Entiendo por supuesto que este es un tema delicado, y la verdad es que preguntar lo mismo y lo mismo no va a ayudarte. Pero, sí quiero que sepas que deseo que estés bien así que si necesitas mi ayuda sabes que puedes contar conmigo siempre...De igual manera, quizá optar por una nueva forma de terapia puede ayudar.

—Adelaide, eres una de las pocos personas en las que realmente confío dentro de esta empresa —le sonreí después de rodar los ojos —. Puedes hacer las preguntas que quieras nena.

—¿Por qué lo hiciste? El intentar acabar con tu vida una vez más...

—Tuve una recaída muy fuerte, de esas en las que crees que no volverás a salir. A lo largo de la semana estuve lastimándome mucho, todas las noches, hasta que no pude más con la ansiedad y las crisis de pánico...No lo sé, volví a perder la esperanza y creí que ya no había necesidad de seguir en este mundo luchando contra algo a lo que nunca voy a poder ganarle. Me sentí débil e inútil, eso fue todo. La verdad es insostenible tener que vivir así, en lo personal cada vez me siento mucho más cansada.

Suspiré para contener las lágrimas.

—No puedo decirte que te entiendo porque no sé lo que es tener una enfermedad como la que tienes Eleonore, sin embargo, puedo decirte que si has logrado recuperarte una y otra vez, eres muy resiliente. No permitas que una enfermedad, que un diagnóstico defina la persona que eres. Sé que necesitas de mucha ayuda para poder vivir con esto, pero, me encantaría que pudieses ver todo lo que eres además de eso. Eres una diseñadora llena de talento, hablas varios idiomas, aprendiste a bailar y a tocar instrumentos...Eleonore, eres una gran mujer y mereces tener una vida en la que no te la pases llorando.

Le sonreí de inmediato, sus palabras habían sido las adecuadas.

—A veces me siento tan sola, siento que nadie puede llegar a entenderme y realmente no estoy sola porque tengo personas que me quieren...

—Es normal nena, es por tu transtorno. Y considero que tus padres tomaron la mejor decisión al traerte de regreso a Nueva York, no podían dejarte sola en este momento y si no quieres tomar la opción de la internación psiquiátrica...

—No deseo vivir la experiencia de un psiquiátrico, y entrar allí sin saber durante cuánto tiempo voy a estar...No puedo hacerlo sin duda, no me siento apta para una experiencia así.

Deseaba seguir hablando del tema con ella puesto que me sentía en confianza, no obstante, nuestra conversación tuvo que terminar en cuanto alguien golpeó la puerta.

—¡Adelante! —grité.

—¡Eleonore! —Una jovencita de preciosa sonrisa y ojos grandes corrió a abrazarme.

—Juliette...Solo mira lo mucho que has crecido en todos estos años, la última vez que te vi eras una niña y ahora eres toda una muchacha grande —verla llenó de felicidad mi corazón —. ¿Has venido a verme?

—Las dejo solas, Eleonore hablamos luego querida —Adelaide me mostró una sonrisa y salió de la oficina.

—Sigues siendo tan bonito como de costumbre, incluso más —me sonrió Juliette—. Y respondiendo a tu pregunta, sí, he venido a verte. Sabes que siempre te he querido mucho y ahora que estás de regreso me gustaría que podamos compartir un poco más juntas, aunque seas más grande que yo, me siento en confianza contigo.

Por supuesto que me tenía confianza puesto que me conoce de toda su vida.

—Claro que sí corazón, mi respuesta es sí a todo lo que me pidas Julie.

—Si tú respuesta es sí a todo lo que te pida...¿Volverías a salir con mi hermano?

Juro que estuve a punto de tener un paro cardíaco.

—¿Por qué volvería a salir con tu hermano?

—Mi hermano sigue estando enamorado de ti, Eleonore.




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