No hay distancia para el amor

nuestros padres van a mudar a Barcelona

Narra Alonzo

Han transcurrido algunos días desde que regresamos de la casa rural. Durante nuestra estancia allí, disfrutamos de momentos inolvidables junto a Deimon, Matteo y Alonzo, quienes debían regresar a sus respectivos hogares. Sin embargo, Matteo nos ha comentado que tiene planes de venir a casa durante las vacaciones o algún día festivo, lo cual nos ilusiona mucho.

En este momento, nos encontramos en el proceso de prepararnos para ir al supermercado, ya que necesitamos adquirir algunas cosas para el departamento. Por eso, sugiero que podríamos ir a Ikea, donde podríamos encontrar diversas cosas que me hacen falta. Sin embargo, al observar la expresión de mi hermana, puedo deducir que no le ha emocionado demasiado mi propuesta.

Nada más llegar a Ikea, Nora empieza a quejarse de inmediato. En ocasiones, actúa como una niña pequeña que se enoja si no recibe su juguete favorito. Caminamos por el interior de la tienda y de repente, ella me lanza una mirada con aire de descontento. Me esfuerzo por contener la risa, ya que aún tengo fresco en la memoria el recuerdo de nuestra última visita a Ikea, cuando estuvimos dando vueltas durante dos horas tratando de encontrar la salida.

Vamos, Nora, cambia esa expresión de tu rostro. Toma el carro y empecemos, que necesitamos comprar algunas sábanas, además de que yo necesito unos vasos y algunas sartenes.

- Escucha, primero vamos a buscar esas sartenes que tanto hemos mencionado y después salgamos de aquí

- Vamos, hemos venido con la intención de pasar un día agradable de compras.

—Claro que sí, ¿cómo no? Como si fuéramos dos ancianos sin nada más interesante que hacer que venir al Ikea a ver qué pretexto has encontrado para traerme aquí.

Mientras empujo el carro, soltando una pequeña risa, me voy moviendo por los diferentes pasillos, observando los muebles y algunos accesorios que tengo en mente adquirir. Lo que más me llama la atención es ver a Nora en silencio, contemplando las sábanas que está considerando comprar.

Tras localizar la ubicación de las sartenes, comienzo a caminar en dirección a ese lugar.

—Alonzo, tengo un dolor intenso en los pies por estar caminando y dando vueltas en círculos. Estoy segura de que ya he pasado junto a esos sofás al menos tres veces.

—Nora, estoy siguiendo las marcas que están pintadas en el suelo.

Reconoce que estamos perdidos. Ya será de noche cuando el vigilante nos eche de aquí. Mi hermana suspira con una mezcla de frustración y cansancio mientras yo intento avanzar, completamente desorientado, en busca de las malditas sartenes.

Después de un rato y tras haber preguntado tres veces, finalmente consigo encontrar las anheladas sartenes. Ella me sigue arrastrando los pies, visiblemente desganada, hasta que, después de unos segundos de silencio incómodo, me detengo y me giro hacia ella. Frunzo el ceño, intrigado, y le pregunto por qué está tan pálida y con esa expresión tan apagada.

En todos los rincones del planeta donde es prácticamente imposible ocultarse, me veo en la situación de cruzarme con mis antiguas amigas.

—¿Tus antiguas amigas? ¿Hablas en serio? —Me doy la vuelta para observar a las dos chicas que están concentradas mirando unas vajillas.

-—Alonzo, tenemos que irnos de aquí, pero ya.

—Vale tranquila. Toma una respiración profunda, —Le digo al notar que está experimentando un ataque de ansiedad.
En el momento en que Nora se encuentra tranquila, decidimos movernos hacia otra esquina.

Tomamos otro artículo y nos acercamos hacia el mostrador donde una amable chica nos recibió. Ella nos atienden con una sonrisa y, al informarme sobre la cantidad que debo pagar, procedo a realizar el pago. Una vez completada el pago .
A continuación, procedemos a salir de Ikea

Una vez que salimos de Ikea, nos encontramos con Mariam, y me llevé una gran sorpresa al verla, ya que pensaba que había regresado a Madrid. En ese momento, mi hermana Nora toma las bolsas que yo llevaba en las manos y me pide la llave del coche. Sin dudarlo, se la entrego, y acto seguido ella se marcha sin decir una palabra a Mariam.

En ese momento en que Mariam me comenta que está haciendo una mudanza para poder residir aquí en Barcelona, mencionando que esto se debe a su nuevo empleo en una empresa, me doy cuenta de que está aprovechando para realizar algunas compras. Sin embargo, desvío mi mirada hacia Nora, quien entra en el coche con una expresión que refleja que todavía está impactada por haber visto a sus antiguas amigas. Su rostro transmite una mezcla de emociones, evidenciando que la situación le ha afectado más de lo que parece.

Por supuesto, Mariam se da cuenta de que algo está sucediendo y me pregunta qué ha ocurrido. Así que decido relatarle cada uno de los detalles de lo que ha sucedido.

Después de contarle lo que había sucedido, continuamos conversando un poco más. Eventualmente, Mariam se despide de mí con un gesto amable. Al irme hacia mi coche, me doy cuenta de la expresión en el rostro de mi hermana Nora. Entonces, opto por no decir nada y pienso que es mejor esperar a que ella se sienta lo suficientemente cómoda como para hablar sobre sus propios sentimientos.

Así que empiezo a conducir hacia nuestra casa. Durante el recorrido, mi hermana se ha mantenido en silencio, lo cual me parece un poco inusual. Para amenizar el ambiente, decido poner un poco de música, ya que se dice que la música tiene el poder de sanar el alma y puede ayudar a mejorar el estado de ánimo. Espero que esta melodía logre romper el silencio y traiga un poco de alegría a nuestro viaje.

hasta que ella empieza a cantar, y yo, disimuladamente, la observo con atención, manteniendo una sonrisa en mi rostro.

¡Qué bien canta! Puedo observar cómo realmente disfruta cuando está cantando. Da pena no poder grabarla en este momento, ya que me encantaría subir ese video a las redes sociales para que todos puedan apreciar el gran talento que tiene.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.