Capítulo 4: Recuerdos vívidos

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Sorath conoció a Leonardo mientras hacía un viaje a Las Vegas con un amigo. Near.

―aquí estamos, Ahokigahara, el lugar perfecto para suicidarse ¿no creen? –Dijo Leonardo sonriendo-

―o para matar a alguien –Dijo Near con voz ronca, por lo cual dio aún más miedo-

―ellos dos dan miedo –dijo Cristian. Él era el guía que Leonardo contrató mientras estaban en el bosque- necesitamos estar juntos –me dijo-

―bien, entremos –Contestó Sorath-

Dentro era aún más tétrico que por fuera, cuerpos por todas partes, completos o en pedazos, el lugar perfecto para encontrar trasplantes de órganos, exacto…era eso, como no lo pensó antes. El viaje era para eso…

―entonces, ¿a qué vinimos aquí? –Dijo Dirk rompiendo el silencio-

―vamos a encontrar órganos en buen estado para venderlos, o en su caso, regalarlos a las personas de bajos recursos y necesitadas –dijo Leonardo-

―un gesto noble de tu parte –dijo Cristian (el guía)- pero, no quiero ser comida de un zombi.

―jajá para eso te estoy pagando –dijo Leonardo-

Y de nuevo mis habilidades psicoanalíticas hacen su magia, aunque ahora que lo pienso mejor, también era algo evidente. Pensó Sorath.

―los esperaré en esta banca –Dijo Near señalando una banca que estaba cerca del centro del bosque-

― ¿seguro? –Dijo Dirk- este bosque parece algo tenebroso para estar solo.

―témele a los vivos, no a los muertos –dijo Near seriamente-

―va, como quieras, te dejo mi daga para que te defiendas si pasa algo –Contestó mientras tomaba la daga y se la pasaba-

―jajá gracias, eres un buen amigo –dijo sonriendo-

Lo dejaron atrás y se adentraron aún más en el bosque, recogiendo órganos.

― ¿me esperan? Voy a vomitar –dijo Sorath mientras corría hacia un arbusto-

― ¿sabes? –Le dijo Cristian a Leonardo- normalmente el negro y el que se queda atrás son los que mueren primero.

―te estoy escuchando, idiota –gritó Dirk para ocultar en cierta parte su temor, después de todo una persona que es capaz de agredirse a sí misma, también es capaz de agredir a alguien más. «Near es negro» pensó-

― ¿él no es…? -Leonardo no terminó de formular la pregunta cuando un tipo que parecía ser un zombi se abalanzó sobre él-

 Entonces con un movimiento rápido Sorath tiró su Dirk hacía el cuello del sujeto perforándolo mientras Cristian le disparaba con unas pistolas jackal 13mm semi-automáticas directo al cráneo.

«A matar zombis» pensó Cristian.

―Es sólo un suicida –dijo mientras quitaba su Dirk del cuerpo inerte-

― ¿estás bien? –Le preguntó Cristian a Leonardo-

―sí, lo estoy –contestó Leonardo-

― ¿no creen que deberíamos regresar? –Dijo Sorath-

Ellos no contestaron pero lo siguieron, después de todo ya estaba oscureciendo. Regresando pasaron de nuevo por la banca…pero…él no estaba ahí, Near los había abandonado o tal vez sólo les hacía una broma, lo cual era poco probable pero no imposible, después de todo él también tenía su lado divertido, aunque no tanto como el de Cristian.

― ¿negro dónde estás? –Gritó Cristian- Te dije que moriría –le dijo a Sorath-

―cállate, de seguro él…eh…está escondido por alguna parte –Contestó intentando calmar la ansiedad de perder a su amigo…un querido amigo-

Sorath conocía a Near desde la escuela primaria y le había tomado mucho aprecio.

―muy bien, cada quien tome un camino, tendremos 10 minutos para buscarlo y luego volvemos aquí, con, o sin él ¿de acuerdo? –Dijo Leonardo con su típico aire de superioridad-

―de acuerdo –dijeron los otros dos al unísono-

−odio caminar solo –dijo Cristian al aire- Y más cuando es de noche…en un bosque lleno de muertos. De hecho es la primera vez que camino de noche por este bosque –Entonces sintió un escalofrío- Es mejor que siga caminando…bueno, no me puede pasar nada, después de todo, he estado aquí muchas veces. –Dijo mientras caminaba lentamente hacia las profundidades del bosque-