Estaba en un profundo sueño, un sueño amargo en donde no podía mover mis extremidades y un objeto brillante con una boca grande y viscosa se acercaba lentamente hacia mí, podía escuchar los gruñidos del ser viscoso caminar cada vez más rápido hacia mí, estaba tensa, sudaba frio y no podía moverme, mi boca parecía estar sin ninguna cuerda vocal en su interior, podía sentir mis lágrimas caer furiosamente de mis mejillas hasta caer hasta la almohada, estaba tan cerca de acercase hacia mí que pude sentir como el colchón se hundía en cada paso que daba el ser baboso estábamos cara a cara cuando abrió sus mandíbulas ampliamente hasta que pude oír un grito ensordecedor
-¡Feliz cumpleaños Michelle! -me gritan una mujer pelirroja y una castaña encima de mí, que logro vislumbrar como Samanta y Adva mis dos mejores amigas
Me siento en mi cama con mi almohada en mi espalda, -Aww, gracias chicas, -les agradezco-Adva salta en mi cama y Sam abre la puerta de la habitación, por ahí entra Daisy y Goose con unos gorritos de fiestas y un cartel pegado al costado de su lomo que decía «feliz cumpleaños mami»
Sonreí ampliamente y tanto Daisy y Goose se subieron a mi cama a lamerme mi cara, -Bien, bien chicos, dejen a mami cambiarse para ir a clases y guarden energías para esta noche-Adva soltó un grito energético y aplaudió - iré a preparar el desayuno - asentí, pero note que miro a Sam por milisegundo
Cuando ella salió, Samanta dejo salir a Goose y a Daisy, no sin antes quitarle los gorritos
-¿Pesadillas?- me preguntas mientras me levanto
-No, ¿todo bien porque?
- Estabas llorando entre sueños
Sonreí ante el sueño que tuve -soñé que una televisión gigante quería comerme la cara
Samanta soltó una carajada-¿Que clases de sueños tienes?
-No sé, la otra vez soñé con una pizza parlante
Una carcajada a mis espaldas resonó, - Eres rara Michelle, -me confiesa- anda se te hará tarde - me sonríe
-Tus eres la rara- le aviento una bota a la puerta por donde salió Samanta
Entro a bañarme con agua sumamente fría y me relaja más que la agua caliente y me refresca en estos tiempos, a pesar de ser diciembre las temperaturas frías no me afectan tanto, hablando térmicamente en el agua con el viento era otra cosa y las lluvias era peor.
Al terminar de ducharme, salí y me vestí con la ropa ya preelegida el día anterior, salí del cuarto, y me encontré con Goose y Daisy comiéndose el pastel que de lo más seguro había traído Helena, la casera del edificio.
-¿Porque Goose y Daisy están comiéndose el pastel que me trajeron? -intente no reírme, y parecer enojada
-Oye, estoy intentando hacer de desayunar y ya se me quemaron los huevos, ¿qué más quiere que haga? - Adva me responde ajetreada
-Sí creo que lo mejor será que coma afuera-me acerco a ver la comida ya preparada e instantáneamente la bilis se me sube a la garganta
- Sera lo mejor-sugiere Sam
-¡Claro!, repudien den mis comidas que prepare con tanto esfuerzo- comenta la trágica de Adva
Sam y yo nos miramos a los ojos y contestamos al unísono - no seas dramática
Adva inmediatamente nos mira enfurecida, y nos saca la lengua
-¿Nos vemos a las siete aquí?-comento
-No puedo, iré a ver al psicólogo
-¿Iras al psiquiatra que te recomendó tu doctor?- murmure
-Uy eso suena a nuevo suggar daddy- comenta Adva
Sam entorno los ojos, -No sé ni siquiera qué edad tiene, así que no empieces
-¿A qué horas lo veras?
-En dos horas-me contesta
-Si quieres que te acompañe cancelo mis clases - me apoyo en ella
Niega con la cabeza -Debo hacer esto sola
-¿Segura?-pregunta Adva
- Segura
Desde que un tipo se obsesiono con Sammy e intento abusar de ella sexualmente las cosas han tenido que cambiar drásticamente en nuestras vidas, como cambiar de casa y de apariencia ya que a pesar de obtener una cadena perpetua en un psiquiatra, la familia del chico le tiene un profundo resentimiento a Sam.
Y como resultado Sam ha tenido que ir a psicólogo para recuperarse. Pero a pesar del esfuerzo de ella en las terapias ninguno le ha dado la confianza para quitarse ese peso de encima
Nosotras como sus mejores amigas la hemos apoyado en todo este proceso, pero ese día solo justo ese día me alegro de no haberla acompañado con el psicólogo.
***
Ese día ya iba algo tarde para entregar el reporte de química, era un viernes por la mañana y eran las diez quince, el reporte debía entregarlo a las diez veinte, así que yo corría entre los pasillos de la universidad para lograr dejar en el buzón, caminaba entre la manada de personas que tal ve a esta hora debieron de salieron a cafetería por alguna hora libre, los odiaba, estúpida gente que se cruzaba en mi camino a mi calificación, estaba tan estresada que o note cuando alguien de mala gana me puso el pie para caerme, caí con todo y mi mochila de bruces, , me picaban los ojos porque a la lejanía escuchaba como las personas se reían de mi desgracia, estaba a punto de levantarme cuando un mano grande me ofrecía levantarme, la tome y me levante, el hombre recogió de entre el piso los papeles, y me los dio en la mano, al dármelos me sonrió, era un ser magníficamente guapo tenia ojos marrones y una sonrisa Colgate, dientes blancos y perfectos, y un hoyuelo en la mejilla derecha.
Sonreí tontamente ante la vista que me mostraba.
—¿Estas bien? —me pregunta amablemente
Yo embobada me le quedó mirando fijamente, hasta que reaccionó Dios que vergüenza
#38863 en Novela romántica
#6392 en Chick lit
promesas juveniles, amor mentiras deseo amistad, secretos decisiones y dolor
Editado: 24.11.2019