No Mataras.

No Mataras.

Era de noche y el frio se sentía en el invierno de 1996, me encontraba en mi automóvil vagando para encontrar un sitio seguro donde descansar pues las carreteras para dirigirme a mi ciudad estaban abarrotadas de nieve y en la radio se había anunciado una tormenta de la misma dirigiéndose hasta donde yo estaba.

Llegue a un hotel llamado el mandamiento donde se podía notar que llevaba muchísimo tiempo abierto ya que las paredes estaban un poco desgastadas por fuera, pero no tenia opción, era quedarme esa noche en ese lugar o seguir mi camino junto a la tormenta y créanme tomar una carretera mientras la nieve cae sobre ti no es nada agradable.

Me baje de mi carro y entre al lugar, la diferencia era grande, por fuera parecía una simple taberna pero por dentro se veía como un hotel cinco estrellas, muchas personas estaban en el lugar las paredes pintadas de blanco junto a unos candelabros que brillaban demasiado le daban un toque lujoso, camine hasta la recepción y le pedí al hombre que se encontraba allí que me diera una habitación para descansar esa noche, el hombre comenzó a reír y pidió mi reservación, obviamente no poseía reservación pues iba camino a mi casa pero me toco desviarme por culpa de la tormenta, le implore que por favor me dejara pasar la noche ya que al observar por una ventana la tormenta había comenzado y no quería recorrer esa carretera. El hombre me observo de pies a cabeza y anoto mi nombre en una hoja de papel, me dio unas llaves con el numero 33 y me dijo que pasara feliz noche, le agradecí totalmente y le entregue un poco mas de dinero como propina por dejarme quedar, el hombre la acepto me sonrió yo le sonreí y me dirigí camino hasta la habitación.

Lo peculiar del lugar es que era muy simple bonito pero simple, llegue hasta mi habitación la cual abrí y entre para observar una cama matrimonial, un televisor, una radio, una mesa de noche con una lámpara junto a la cama y un baño, algo normal en un hotel que se encontraba en medio de la carretera.

Me puse cómodo me recosté y me puse a ver la televisión, pasaron unos cuarenta minutos exactamente cuando de repente se va la luz en el hotel, estaba muy oscuro pero no pensé lo peor ya que causa de las tormentas dañan a veces el servicio eléctrico, me quede recostado unos minutos cuando escucho un golpeteo en mi puerta, me levanto de mi cama, abro la puerta y veo al hombre de la recepción con una vela en su mano, me la obsequia para poder alumbrarme y yo la tomo con mucha confianza y agradecimiento, me sonríe y se retira, cierro la puerta y regreso a mi cama para al menos descansar un poco.

Intento cerrar mis ojos pero no puedo dormir pensando en mi esposa y mis hijos, no les avise que me quedaría esta noche en un hotel pero seguro cuando vean las noticias me entenderán. Sigo pensando un poco en mi familia cuando de repente vuelven a tocar la puerta, me levanto y la abro, mi sorpresa al abrirla fue cuando no vi a nadie en el pasillo, quizás era un bromista del hotel así que no le di mucha importancia, cerré la puerta pero al segundo vuelven a tocar, la abro nuevamente pero no era nadie, me extrañe un poco observo todo el pasillo pero estaba oscuro no se veía absolutamente nada, miro el suelo y veo una nota, la agarro con confianza la abro y leo su interior, me extraño un poco al ver lo que dice así que no le doy importancia, cierro la puerta, coloca la nota en la mesa de noche y me recuesto un rato para ver si puedo conciliar el sueño.

Pasa una media hora y aun no puedo dormir, solo observo la vela mientras pienso en todo lo ocurrido en el día, quiero ver la cara de mi esposa tengo ganas de besarla y decirla que la amo, también ver a mis hijos los cuales siempre cuando no hay luz juegan conmigo y mi esposa en la cama, que bonito es tener una buena familia. En un momento sonrío, pero esa sonrisa se disipa al momento de escuchar un grito que provenía del pasillo, me pongo un poco alerta y mi corazón empieza a latir rápido, no pienso nada paranormal solo pienso en que muchos delincuentes buscan lugares en la nada para hacer sus fechorías.

Me levanto de mi cama con un poco de valor y abro la puerta solo un poco, mi sorpresa es la siguiente al observar un hombre de espalda, sentando en el piso apuñaleando a una mujer, me asusto y mi respiración se agita me quedo impactado al ver tal escena horripilante pero más aun siento un escalofríos horrible al observar como el hombre voltea a verme, no puedo detallar bien su cara pero esta sonriendo mientras sostiene el cuchillo en sus manos llenas de sangre, pienso que irá por mi así que cierro la puerta con fuerza y le pongo candado.

Mi corazón late a mil por segundo, lo que acabo de ver es algo que jamás pensé presenciar ¿un asesino en el hotel? ¡No puede ser! Me siento asustado, quiero llamar a la policía pero bajar hasta recepción es un suicidio, no hay luz, una tormenta esta en las afueras y la nieve cubre toda la ventana, estoy atrapado junto a los demás y un matón esta asechando el hotel.

Estoy sentado en la cama pensando en una solución de cómo salir del lugar, pero las probabilidades son mínimas ¡Soy un idiota! Debí ir a casa cuanto antes en vez de quedarme bebiendo junto a mis amigos. Pasan unos veinte minutos y no escucho nada, quizás el malhechor se fue del lugar, si quizás eso fue, abro la puerta con cuidado y observo el pasillo me impresiono un poco al observar que estaba totalmente solo, no estaba la mujer en el suelo y no se notaban manchas de sangre, que extraño.



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En el texto hay: crepypasta, mandamiento

Editado: 26.03.2018

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