No Me Comprarás

III. La Cita Del Mafioso.

Vieron algo pequeño de color blanco moviéndose hacia ellas, por un momento se asustaron hasta que vieron al pequeño cachorro pomerania acercarse a paso presuroso.

 

—¡Dios, que cosa linda! —dijeron al agacharse para tomarlo en sus manos.

 

—Tiene una nota, veamos que es —Morell desató el cordoncillo que esta alrededor de su cuello diminuto— hola, busco a mi mami, su nombre es Morell y trabaja aquí, mi nombre es snow porque parezco un copo de nieve, por favor no me aprietes porque tomé mis vacunas y aún me duele la colita...... ¡Casi lo olvido!; mi papi Chad te está esperando abajo, está muy ansioso así que date prisa.

 

—Que Dios bendiga la ley de intermitencia —dijo Irina luego de escuchar lo que Morell había leído.

 

—Cuídalo por mí esta noche, mañana lo llevaré a mi casa luego del trabajo —Irina asintió encantada de sostener a la pequeña bola de algodón en sus manos.

 

 Morell bajó por el mismo elevador en el que había subido snow y se encontró con un muy ansioso Chad, al verla se quedó con la boca abierta, el vestido rojo acentuaba la piel blanca de ella, su escote era bastante revelador ya que finalizaba casi a la altura del ombligo que parecía haber sido tallado perfectamente en ella por un ángel, sus piernas eran las columnas que sostenían las puertas que daban entrada al cielo, estaban perfectamente adornados por un par de tacones dorados, sus ojos grises eran más hermosos que el invierno que cubría de nieve la ciudad, sus pechos eran como el Amazona, grandes y desconocidos, su cintura eran un par de curvas realmente peligrosas, sus caderas y sus movimientos eran capaces de hipnotizar a todo aquel que las mirase fijamente, su largo cabello negro estaba amarrado en una elegante coleta, su cuello lucía uno de los collares que él le había obsequiado semanas atrás.

 

—Afrodita bajó del Olimpo —murmuró por lo bajo mientras la veía acercarse con una sonrisa.

 

—Espero que no hayas esperado demasiado —dijo luego de abrazarlo y darle un beso en la mejilla.

 

—Para nada —mientras le daba un beso en la mejilla a ella también.

 

—Te ves realmente imponente con este traje negro, sabía que te iba bien ese color —dijo mientras arreglaba un poco la corbata roja de él

 

—Tu también te ves hermosa hoy, aunque el atuendo deja muy poco a la imaginación....... Me encanta —la miró por un momento con una sonrisa maliciosa.

 

—Llegaremos tarde, será mejor que nos vayamos ahora —Chad le abrió la puerta y luego de que ella subiera la ayudó a ponerse el cinturón de seguridad y luego él subió.

 

 En la fiesta estaban algunos amigos de la universidad de Morell quienes al verla llegar tan bien acompañada no dudaron en preguntar si eran pareja y un montón de cosas más, todos (incluyendo a Chad) la estaban pasado muy bien entre tragos, bailes tontos y bromas sobre el tiempo que habían pasado juntos en la universidad, sin embargo, el ambiente cambió cuando todo los chicos se retiraron para comprar más bebidas para las chicas.

 

—Buena noches, señoritas, ¿se divierten? —preguntó un extraño que a sus amigas pareció agradarles, pero a ella por alguna razón no terminaba de convencerla, su mirada le daba mucho miedo y el hombre pareció notarlo— ¿Usted es Morell Smith? Tenía mucho tiempo sin saber de usted, disculpe si la incomodo con mi comentario, pero sus uñas son hermosas —el hombre soltó una risilla que ella reconoció, él era el hombre que le había arrancado las uñas antes de que el agente la salvara, aquello hizo que ella entrase en pánico, sin embargo, trató de ocultarlo.

 

—Sólo un pervertido inútil diría algo como eso —respondió con despreció mientras retiraba su mano del alcance del hombre.

 

—No ha cambiado ni un poco —argumentó él confirmando la deducción de Morell.

 

—¿Por qué debería cambiar? Soy perfecta tal como soy —se alejó de él para quedarse cerca de sus amigas mientras rogaba que Chad regresara rápidamente, pero esto no pasaba.

 

 Fueron cinco minutos, pero a Morell le pareció que fue una eternidad; finalmente el desconocido se retiró, ella estaba un poco asustada, sabía que en un sitio así era fácil perderse, pero necesitaba llegar al baño, necesitaba estar en un sitio con menos ruido para calmarse.

 

—Iré al baño —le dijo a sus amigas quienes asintieron en respuesta.

 

 Morell, caminó por el sitio hasta llegar a uno de los baños que afortunadamente estaba casi vacío, se paró frente al espejo para retocar un poco su maquillaje, trataba de concentrarse en ello para distraer su mente y olvidarse del hombre desconocido, estaba por lograrlo cuando la silueta de un hombre apareció detrás de ella, Morell se dió vuelta para enfrentarse al desconocido......

 

—No te asustes, solo quiero una de tus uñas —una chica se acercó para decirle que saliera porque era el baño de mujeres, pero esta fue golpeada por él y el resto de las personas presentes se fueron en busca de ayuda.

 

 La chica tomó su teléfono en pánico y trató de correr, pero el hombre bloqueó el paso y la sostuvo con fuerza, no había forma de escapar, eso sin mencionar que debido a sus tacones no podría escapar tan rápido y había tanta gente en el lugar que sería imposible llegar con sus amigos sin ser atrapada, de pronto una idea de cruzó por su mente, era algo arriesgado, pero no había de otra......

 

 Morell le dió un fuerte pisotón con sus tacones, lo siguiente fue un golpe de rodilla en la entrepierna del hombre, una vez hecho esto corrió a encerrarse en uno de los cubículos y subió al inodoro para que el hombre no pudiese tomarla de los pies, el desconocido cerró con seguro la puerta del baño y comenzó a reírse de una manera que de verdad daba miedo.

 

—Chad, ayúdame, un hombre entró al baño de mujeres y está intentando hacerme daño, tengo mucho miedo —envió el mensaje y trató de sostener la puerta pues el desconocido estaba intentando abrirla a golpes.



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En el texto hay: peligro, independencia, mafia atraccion

Editado: 18.07.2021

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