VII. El Manicurista.

—Algo salió mal con las negociaciones —la expresión de Chad cambió, cosa que asustó en cierta forma a William— sospecho que el tema del manicurista se filtró y ahora tenemos al clan de la costa tratando de entorpecer nuestras negociaciones con los del cartel del topo.

—¿Represalias? —Chad resopló mientras pensaba en cómo resolver el tema, el "cartel del topo" estaba entre los clientes importantes de su organización— no es para tanto, pero estoy seguro de que sólo se están aprovechando de la situación, necesitaremos reunirnos obligatoriamente con "el cuervo" y dejarle en claro que no debería jugar al astuto conmigo.

—Enviaré a alguien para que vaya a notificarle.......

—No, debes ir tu, si vá otra persona podría matarlo como venganza y tener la excusa para iniciar una guerra de facciones; tu manejarás mejor la situación, además de que no serán capaces de hacerte daño —William sabía que Chad tenía razón sobre el tema; debido a lo delicado de la situación no se podía tratar a la ligera.

 William recibió instrucciones de dar aviso sobre la reunión esa misma noche y así lo hizo, llegó a la mansión de el cuervo y con su aire informal de siempre y simplemente entró, los escoltas de la casa hicieron las revisiones de rutina y lo acompañaron al despacho donde el jefe se encontraba.

—William, ¡que agradable visita! ¿Qué le trae por aquí? —el hombre era bastante cordial en su trato hacia él, después de todo, a pesar de la apariencia gentil, él era el segundo hombre más peligroso del país, siendo sólo superado por su jefe.

—Señor Charles, creo que usted debería estar bien informado acerca de la razón de mi visita —el hombre se puso un poco más serio mientras le indicaba que tomara asiento.

—Entiendo, sin embargo, habrán dos razones ¿será acaso por el asesinato a sangre fría de uno de mis hombres de confianza ó sobre los negocios con el cartel del topo? —el hombre miraba fríamente a William y aunque eso no lo intimidaba, si lo hacía sentir un poco incómodo.

—El señor Davies es bastante rencoroso, le recomendaría que no se interponga en los negocios de mi jefe ya que esto hace que él se ponga un poco...... violento; cabe destacar que la muerte de su "hombre de confianza" fue debido a motivos personales vinculados con la actual pareja de mi jefe, pero eso usted ya lo sabía y aún así continuó acosándola —la mirada cínica de William era demasiado intensa como para soportarla por demasiado tiempo— como sabe, el señor Davies es muy protector y tiene poca paciencia, cúlpese a usted mismo por la muerte del manicurista.....

—Tengo asuntos pendientes con la señorita Smith........

—¿Se refiere a su intento fallido de cortejo hace dos años? —se burló descaradamente de él, era increíble cómo Morell era capaz de atraer a tantos hombres peligrosos.

—Eso es algo personal.......

—El señor Davies desea reunirse con usted cuanto antes —se levantó para retirarse del lugar ya que le disgustaba estar en compañía de personas como Charles— le esperaremos el día de mañana al mediodía en la mansión Davies.

—¿Y si te mato ahora? Eso nos dejaría a mano, él mató a mi hombre de confianza.......

—Puede intentarlo si no tiene miedo de las represalias del señor Davies, recuerde cual es la diferencia de estatus entre ustedes, eso sin mencionar que si no regreso a darle un informe el día de hoy, usted no podrá vivir por demasiado tiempo en paz —aquello en efecto le había puesto los pies en el suelo a Charles quien parecía estar creyéndose demasiado importante.

 William salió de la mansión en total seguridad, nadie se atrevería a hacerle nada si estaba al lado del mafioso más peligroso del país, eso sin mencionar que por su fachada de empresario ejemplar tenía a muchos altos mandos del gobierno en su bolsillo y eso solo aumentaba su influencia. Chad lo estaba esperando mientras hablaba de cualquier cosa con Morell en la cocina, era agradable estar con ella, todo su ser se lo hacía saber a cada momento, ella transmitía un aura de tranquilidad, su calidez era suprema y su amabilidad no conocía límites.

—Chad, abre la puerta —dijo William mientras tocaba la puerta con insistencia.

 Morell abrió la puerta y William se fue a la cocina a darle su reporte a Chad sobre lo que había dicho y hecho Charles, de momento sólo debían prepararse para resolver las cosas al día siguiente, se prepararían de manera secreta en caso de que el cuervo decidiera declarar la guerra, todo debía estar listo cuanto antes, para que pudiesen atacar y defenderse con la mayor rapidez y eficacia posible.

—Nos veremos mañana en tu casa para la negociación, trataré de reunirme con los del cartel del topo para asegurar que se queden con nosotros —informó William antes de irse de la propiedad.

—Ten cuidado al volver, te veré mañana en casa —Chad se despidió de su amigo y estaba mucho más tranquilo a pesar de que la situación aún no estaba del todo resuelta.

 Chad tomó una ducha y luego se fue a la cama; Morell por otro lado estuvo por un momento mirando por el balcón de la habitación, el hombre solo la observó mientras la luna la bañaba con su luz y la hacía lucir como un hada; se veía algo perdida, tenía la mirada desenfocada, estaba quieta mirando a la distancia, las luces de la ciudad eran tan brillantes entre tanta oscuridad, era hipnotizante mirar el paisaje nocturno y la llenaba de paz, todo estaba en silencio, la brisa fría erizaba su piel de manera constante hasta que un abrigo apareció sobre sus hombros, Morell miró hacia atrás y se encontró con los ojos de Chad que la atraparon como si fuese una mosca en una tela de araña......

—Te resfriarás si te quedas aquí por mucho tiempo —la abrazó por un momento y luego le dió un beso en la frente, los ojos de ella delataban que estaba asustada por algo— ¿estás bien?.