—Está en mi habitación —aquella visita no lo hacía feliz en lo más mínimo— ¿para qué la buscas?.
—Vine a liberarla, de seguro la tienes secuestrada —el hombre iba en dirección a la habitación, pero Chad se interpuso con su mejor cara de asesino.
—En primer lugar, no soy una basura como tu, ella está aquí por su propia voluntad —cerró la puerta de la habitación— y segundo, será mejor que te calmes, a tus sesenta y pocos años no es bueno que te alteres demasiado, no quiero que te dé un ataque en mi propiedad.
—¿Por qué ella se quedaría contigo? —el hombre no lo podía creer, a Morell no le gustaba relacionarse con personas como ellos.
—Porque somos una pareja —Chad escuchó que Morell había salido del baño y unas pisadas leves se acercaban a la puerta— así que te pido amablemente que dejes de acosar a mi mujer.
—Ella no es tu mujer —insistió Charles, en su mente la chica sólo podía pertenecer a él.
—¿Quién dice que no lo soy? —Morell salió de la habitación con la camisa de Chad puesta y un pantalón de licra que William había dejado en el baño para ella.
—¿Es cierto, él es tu pareja? —Morell sostuvo la mano de Chad, pero no fue como una demostración, a decir verdad ella le temía a Charles ya que él era abiertamente un mafioso.
—Es joven y guapo ¿por qué no lo sería? —Charles estalló en risas que la sobresaltaron.
—¿Quién lo diría? La correcta Morell Smith me rechazó a mí, para terminar en la cama del mafioso más peligroso del país —se burló de ella y Morell sintió que le habían dado un fuerte golpe en el pecho— ya veo que te juzgué mal....... Señor Davies, lo pensé mejor y no vale la pena que seamos rivales por una cualquiera.......
—Cuide sus palabras, señor Charles, ella es una dama y el hecho de que lo haya rechazado no le dá el derecho a difamarla; además de que si la ofende nuevamente, no me molestaría hacerle una visita nocturna a su casa —en lenguaje del bajo mundo eso significa que eliminarían a todo su clan ó que entrarían en una guerra de facciones y Chad parecía estar seguro de su victoria.
—No es bueno hacer ese tipo de amenazas.......
—En ese caso le pediré que modere su lenguaje y deje de acosar a esta dama —Morell se había quedado callada.
—Debo ir a la oficina, nos vemos después —le dió un beso en los labios que por alguna razón llenó de tristeza a ambos.
—Ten cuidado en el camino —le siguió el juego a ella y la dejó ir aunque sabía que el cambio sería inevitable— entonces, ya que estamos solos espero que no le moleste que adelantemos nuestra reunión del medio día.
—Claro, no hay problema —se sentó en el sofá por la indicación de Chad.
Morell llegó a la oficina, pero sentía que no podía respirar correctamente, Irina notó lo que ocurría y no tardó en acercarse para ayudarla, la dejó sentada en su oficina y corrió a buscarle agua. Ese día fue una tortura, las burlas de Charles resonaban en su mente una y otra vez. Era demasiado que procesar, por lo que terminó pidiéndole a su amiga que fuese al departamento en donde había estado y que buscase a Snow y lo llevara a su casa; a duras penas terminó las reuniones que tenía pendientes durante el día y se fue a su casa, no lloró ni un poco, pero sentía que estaba entrando en shock ya que todo parecía estar yendo en cámara lenta y aunque chocara fuertemente con los muebles de su casa esto no parecía dolerle.
Chad intentó por todos los medios contactarla, pero no pudo hacerlo y eso solo anunciaba lo que más temía, que ella se iría de su lado; Irina llegó más tarde ese mismo día así que aprovechó la oportunidad para saber de Morell, pero no pudo obtener mucha información ya que la chica no sabía lo que estaba pasando, así que no tuvo más remedio que contarle lo que había pasado y quién era él.
—Eso explica muchas cosas —Irina dió un largo suspiro que preocupó a Chad.
—¿Qué pasa? —preguntó al ver que la chica intentaba pensar en una cosa.
—Es por la tragedia de su familia hace muchos años —Irina trató de recordar los detalles sobre el tema y ver qué cosas podía contarle a Chad y cosas no— ella no habla mucho sobre el tema así que no conozco muchos detalles, pero lo que sé es que cuando ella era una niña entre su familia había un tío muy querido que estaba vinculado con cosas ilegales de drogas y asesinatos; la familia no sabía nada al respecto hasta que un día mientras estaban en una cena familiar un grupo de personas entraron a la casa y mataron a ese tío e hirieron a varios familiares incluyéndola, se salvaron ya que había una patrulla de policías cerca que escucharon los disparos y pidieron refuerzos, pero para una niña de ocho años aquello fue muy fuerte, recibir un disparo en el estómago puso su vida en peligro; aún tiene esa cicatriz, luego el secuestro hace un año, esos bastardos le hicieron cosas horribles y cuando la salvaron le habían arrancado dos uñas y ahora se entera de que eres un mafioso, es demasiado para ella, sus traumas se están revolviendo.
—Lo mejor será que espere a que ella se calme, para poder acercarme —Irina lo miró con algo de pena y se levantó con el cachorro en las manos.
—Si, creo que eso será mejor; yo me retiraré, mi esposo está esperándome abajo —Chad la acompañó hasta la puerta y luego él se fue a su casa.
Luego de unos días todo parecía haber mejorado, Chad había resuelto el problema con el cartel de los topos y con Charles, Morell por otro lado había conseguido más inversores, lo cual le permitió contratar más personas y ahora el proyecto estaba casi terminado, su empresa se había salvado y era cuestión de tiempo para que Bio Enterprise volviera a su antigua gloria. Los meses pasaron pero aunque Morell aparentaba mantenerse fuerte, no dejaba de pensar y extrañar a Chad, en su mente algo le decía que eso estaba mal, pero eso no la ayudaba a extrañarlo menos; por otro lado Chad se estaba derrumbando cosa que preocupaba a su amigo quien buscaba todas las maneras de ayudarlo, pero nada servía, el hombre durante el día trabajaba en sus asuntos y en las noches solo bebía hasta quedarse dormido.