—¿Papá? —dijo Chad mientras se daba vuelta muy lentamente y se encontró con la mirada de su padre (en realidad era su padrino en sus inicios en el bajo mundo, pero él lo consideraba su padre)— ¡Que bueno verte de nuevo! —lo abrazó y le dió palmaditas en la espalda, tenía algunos años sin verlo, tampoco había sabido nada de él por lo que lo había extrañado demasiado.
—Que grande estás, ¿qué demonios estás comiendo? —su padre era unos pocos centímetros más bajo que él y esa parecía ser su frase favorita.
—¿Sabes cuánto te he buscado todos estos años? —reclamó Chad mientras entrecerraba los ojos.
—Ya soy un hombre viejo, déjame disfrutar de mi jubilación —ambos se rieron, pero él sabía que su padre no aparecería de la nada sin ningún motivo de peso.
—Es tarde ahora ¿quieres algo de tomar? ¿Cenaste? —preguntó mientras lo llevaba en dirección al estudio.
—Si, ya cené —respondió mientras veía las botellas que Chad tenía coleccionadas.
—¿Te apetece algo de ahí? —preguntó mientras sacaba los cubitos de hielo del pequeño refrigerador.
—Si, me gustaría beber este —Chad tomó la botella y vió el nombre de D'Amalfi Limoncello Supreme; miró a su padre con una sonrisa en el rostro.
—Me alegra que aún tengas buen gusto para estas cosas....... cuando la compré sabía que te gustaría —él abrió la botella y le sirvió a su padre la bebida en un vaso.
—Nací con ese don —bromeó mientras se sentaba en el sofá del estudio.
—No lo dudo —dijo entre risas mientras se sentaba frente a él— pero estoy seguro que no vienes a presumir tus habilidades ¿qué está pasando?.
—No es nada, sólo ví en las noticias que encontraron un mar de muertos en la casa del clan del cuervo, parece ser que se trató de una guerra de facciones —Chad mantuvo la calma, sabía que su padre estaba consciente de que había sido él— curiosamente los de la zona Norte están bajo tu mando, solo por curiosidad ¿qué fue lo que pasó con esa decisión?.
—Fueron motivos personales —respondió mientras tomaba un trago de su vaso.
—No tiene que ver con una mujer ¿verdad? —Chad se quedó callado y su padre simplemente negó con la cabeza— ¿qué voy a hacer contigo? ¿Estás consciente de lo peligroso que fue hacer eso?.
—Morell lo vale —no le importaba nada de lo que le dijeran aunque estaba consciente de que su padre tenía razón— eliminaría a cualquiera que se atreva a tocarla sin arrepentimientos.
—¿Y dónde está esa mujer? —aquello no era algo que saldría de la boca de su hijo fácilmente— tendré que conversar con ella.
—Está en una de las habitaciones, pero debe estar dormida, salió hoy de la clínica y debe estar muy cansada —explicó él con mucha naturalidad, después de todo no era como si tuviera ganas de esconder su relación con Morell de su padre.
—¿Y acaso olvidaste que ya estás comprometido? —Chad entornó los ojos y resopló pesadamente, aquello era un compromiso que él no deseaba.
—Ya hemos hablado de eso, no me casaré con esa mujer de la familia Siciliana —aquel tema no era grato y no le molestaba demostrarlo— no me importa que nuestras familias hayan sido cercanas por generaciones y si te atreves a amenazarme con el poder de la organización que yo mismo hice crecer, estaré dispuesto a entregártelo de vuelta.
—Nunca habías dicho algo así, esa mujercilla debe ser especial.........
—No es ninguna mujercilla, es una dama hermosa y educada, a diferencia de Donattella que es todo lo contrario que cree que puede pisotear a las personas por su poder........
—Entiendo tu incomodidad, pero lamentablemente tu prometida estará de visita por unos días, así que espero que puedas atenderla bien —Chad se levantó de su asiento y puso el vaso vacío en la mesa y le dió la espalda a su padre.
—No pienso recibirla, si eso es lo que insinúas; Morell es mi mujer y la única con la que me casaré en el futuro, así que puedes ir cancelando ese compromiso........ no estamos en el siglo catorce para que elijas esposa por mí.
—No podrás escaparte de esto Chad —advirtió su padre con voz seria y un tanto fría— sabes que ellos no son alguien a quien debas provocar.
—No los estoy provocando, solo me niego a casarme con la hija de esa familia —abrió la puerta para salir y su voz tomó un tono amenazante— y si ellos se sienten provocados, puedes decirles que estaré dispuesto a matarlos tal y como lo hice con el clan del cuervo —Chad salió de la habitación, dejando a su padre mucho más que sorprendido.
Chad fue a la habitación de Morell y la encontró dormida, sabía que su padre era capaz de cualquier cosa con tal de que el compromiso se mantuviera; luego de darle algunas vueltas al asunto mientras miraba el rostro siempre hermoso de ella, se acostó a su lado y la abrazó con delicadeza, ella se removió hasta quedar acurrucada en el pecho de él.
Al día siguiente el ruido de una voz femenina aparentemente histérica los despertó a ambos, se miraron a la cara ligeramente confundidos, le tomó dos segundos a Chad recordar las palabras de su padre sobre que aquella odiosa mujer llegaría a su casa.
—Iré a ver qué pasa, quédate descansando un poco más —Morell asintió y se acurrucó debajo de las sábanas cálidas.
Chad estaba sin camisa cuando salió, estaba enfadado, él detestaba los invitados sorpresa y mucho más si eran tan desagradables como aquella mujer, su padre le sonrió como diciendo ¿qué harás ahora?, William por otro lado se veía asustado por la reacción de su amigo.
—¡Chad qué alegría verte! —Chad retrocedió al ver que ella se le acercó para abrazarlo.
—Agradezco la visita y no quiero sonar maleducado, pero no me agrada que dispongan de mi casa a voluntad como si fuese un hotel, así que le pediré a mi asistente, William, que te lleve a algún hotel para que te instales —le hizo señas a William y se dispuso a regresar a su habitación, vió como la puerta de la habitación en la que se encontraba Morell se abría.