No Me Comprarás

XV. Desleal.

—Mejor vámonos juntos —Morell no sabía qué decir, él hablaba en serio y ella no podía desacreditarlo de esa manera frente a todos— a decir verdad yo tampoco quiero estar en un lugar donde hay tanta gente desagradable y desleal con su propia familia. Y como veo que no prestaste atención a mis palabras....... te regreso tu organización, esta casa y todo lo que hay en ella te lo doy, buena suerte administrando todos los asuntos, espero que le seas leal a tu organización por lo menos.  

 

 Aquellas palabras eran duras pero ciertas, la lealtad de un buen padre debía ser hacia su familia, William también se les unió en la salida, aquello había sido emocionante; se sorprendieron al ver que todos los hombres que trabajaban para Chad salían detrás de ellos uno trás de otro sin faltar ninguno.

 

—¿Qué pasa? —preguntó Chad al ver toda la escena.

 

—Nuestra lealtad es hacia usted, jefe Davies, porque usted nos salvó de a todos de alguna forma....

 

—Es cierto —dijo William uniéndose al grupo de personas que estaban ahí— donde unos vieron matones tu viste una familia y no solo los protegiste sino que les regresaste su dignidad como personas.......

 

—Ya cierren la boca y vámonos —lo que menos quería hacer ahora era verse demasiado sensible frente a ellos— de todos modos no planeaba irme sin ustedes.

 

 Todos entendieron que el jefe sólo estaba fingiendo ser duro frente a Morell y que así como ellos apreciaban a Chad, él también los apreciaba a ellos; por otro lado ella notó que quizás él no se sentía del todo bien, dado que la situación se había salido de control de una manera muy dolorosa y desagradable.

 

—Quiero manejar —Chad pareció querer negarse pero ella puso cara de gatito con frío y terminó por convencerlo— por favor.

 

—Está bien, pero hazlo con cuidado —susurró mientras le entregaba las llaves a ella— William, lleva a todos a la segunda casa, yo iré allí tan pronto como pueda.

 

—Si, señor —todos subieron a los autos y siguieron a William luego de que Morell se retirara con Chad.

 

 El camino a la casa de Morell transcurrió en silencio, Chad parecía estar fuera de sí mismo y sólo miraba por la ventana con una expresión de tristeza que le partió el corazón a ella, mientras un semáforo estaba en rojo aprovechó para tomar la mano de él y darle un pequeño beso, pero aquello aunque lo hizo sonreír un poco no duró mucho tiempo, Morell se apresuró a ir por todos los atajos que conocía hasta llegar a su casa.

 

 Snow salió a recibirlos con la alegría y energía que tenía siempre, Chad lo miró y lo acarició brevemente y luego se fue al sofá de la sala, su expresión delataba que estaba triste por cómo había terminado todo, ella por su parte lo siguió y cuando este se sentó ella se sentó a horcajadas en las piernas de él y lo abrazó.

 

—Lo siento, lo siento mucho —susurró Morell mientras sentía que Chad se quebraba entre sus brazos.

 

—No te preocupes —trató de concentrarse en ella solamente, pero era difícil— yo debería estar acostumbrado a ese tipo de cosas de su parte.

 

—Sé que es difícil para tí —lo miró a los ojos con ternura y le dió un beso en la mejilla— pero para eso estoy yo aquí; yo lo resolveré todo esta vez, ahora te prepararé un té para que te relajes y te vayas a descansar.

 

 Chad asintió y luego de un par de besos (para no desperdiciar la situación) ella se levantó para preparar el té, Snow estuvo jugando con él hasta que Morell llegó con una taza de té al que secretamente le había disuelto una pastilla para dormir, él sin dudarlo se lo tomó y se fueron a la habitación de ella donde se quedaron juntos hasta que la pastilla hizo su efecto.

 

—William, necesito un escolta —dijo cuando el chico contestó a la llamada con rapidez— ven por mí en veinte minutos.

 

—Pero ¿a dónde vas? —William parecía extrañado por aquella petición— ¿dónde está Chad?.

 

—El ahora está descansando un poco, parece que la situación lo sobrecargó demasiado —explicó mientras lo veía dormir— así que necesito que me lleves a la mansión, debo dejar las cosas claras.

 

—Señorita Smith, no creo que sea buena idea llevar las cosas tan lejos........

 

—William, entiendo que te preocupes por mi seguridad, pero si no me llevas tú, iré yo sola, tú decides cómo le explicarás la situación a Chad cuando despierte —Wlliam pensó por un momento y luego lo escuchó informarle a los otros que se ausentaría por un tiempo.

 

—¿Cuántos escoltas necesitas? —preguntó William luego de dar un suspiro de rendición.

 

—Sólo te necesitaré a tí, del resto puedo encargarme sola —Morell cerró las cortinas para que la luz no lo despertara antes de tiempo— te espero entonces en veinte minutos.

 

—Bien, te veré en tu casa —colgó y Morell respiró profundo para calmar un poco su ansiedad, decidió cambiarse de ropa y rehacer un maquillaje que fuera decente.

 

 Se puso un pantalón ajustado que resaltaba sus glúteos, una camisa blanca y una chaqueta azúl, se puso zapatos casuales para que fuese más cómodo hacer lo que iba a hacer, su maquillaje era agresivo y su cabello estaba recogido en una coleta alta. William tocó la bocina un par de veces y ella salió.

 

—¿Chad no vendrá con nosotros? —preguntó cuando la vió salir sola de la casa.

 

—No, él está dormido por ahora —dijo mientras se ponía el cinturón de seguridad.

 

—He pedido a un par de los escoltas de Chad que nos acompañen por si acaso —señaló la camioneta negra que los seguía de cerca.

 

—Está bien, no tengo problemas mientras no estorben —Morell conseguía ocultarlo, pero estaba furiosa desde el momento en el que Chad recibió la bofetada y no se quedaría quieta.



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En el texto hay: peligro, independencia, mafia atraccion

Editado: 18.07.2021

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