—Este reloj me lo regalaron mis primos luego de mi primer secuestro, dijeron que era de buena suerte, pero no puedo mostrárselo a cualquiera —Morell comprendió que William había estado preocupado por lo que había pasado.
—Entiendo, entonces regresaré con Debra —William se retiró sin decir nada más, dejándola sola.
Chad regresó luego de unos minutos con un camarero que dejó las bebidas en la mesa del VIP y se fue, Chad se sentó a verla bailar con una gran sonrisa en el rostro, ahora era libre y la mujer más hermosa del país era completamente suya; Morell notó la mirada de él y se fue a sentar junto a él.
—¿Por qué no bailas conmigo? —preguntó Morell mientras se lanzaba a sus brazos.
—Bailaré contigo si eso quieres —Chad era demasiado serio para bailar, además de que a sus treinta y tantos ya no le parecía demasiado divertido bailar.
—¡Si, quiero bailar contigo! —Chad se levantó y bailó con ella en el VIP, pero Morell aprovechó para bailar sensualmente lo cual pareció afectar a su compañero que comenzaba a temblar mientras sostenía las caderas de ella.
—Creo que necesito sentarme un poco —dijo Debra cuando regresaron al sitio haciendo que la pareja dejara de bailar, cosa que Chad agradeció ya que estaba por cometer una locura.
—Por cierto, había olvidado preguntar ¿a qué se debe toda esta...... celebration? —preguntó Debra a William y este sonrió y comenzó a reír.
—Estamos celebrando que se rompió el compromiso obligatorio que tenía Chad y que ya puede estar abiertamente con Morell, que es la mujer que ama —Debra se emocionó de recibir aquella información, ella era una buena persona y le encantaban los finales felices.
William y Debra fueron a bailar después de beber por un rato, Morell comenzaba a sentir los efectos del alcohol por lo que se aferró a Chad con fuerza, se sentía un poco mareada y a él no le molestaba en lo absoluto el contacto físico de ella.
—Chad —el hombre la miró al instante y esperó a que ella se acercara lo suficiente ya que parecía querer susurrarle algo— ¿serías capaz de odiarme?.
—Nunca; soy un hombre fuerte, pero no tengo la fuerza suficiente para lograrlo —de pronto sintió que ella estaba asustada por alguna razón.
—¿Ni siquiera si te oculto algo? —susurró de vuelta y él la miró con ternura mientras acariciaba su mejilla.
—Todos tenemos cosas que ocultar, mi pequeña, —le dió un beso en la frente y limpió las lágrimas que habían brotado de sus ojos— te perdonaré todo lo que hagas, sin importar lo que sea, siempre te perdonaré porque no quiero separarme de tí.
—Que bueno saberlo, porque tener que ocultarlo es muy doloroso........
—Shhhhhhh, tranquila —susurró Chad al oído de ella, él sabía que ella tendría razones para ocultarle algo— te entiendo muy bien y sé que me lo dirás a su debido tiempo.
—No puedo, tu vida podría estar en pel......
El sonido de disparos en la parte de afuera asustaron a todos, William salió junto a Chad a ver qué era lo que ocurría con sus armas preparadas para un enfrentamiento; al final sólo resultó ser un hombre borracho que había hecho un disparo para lucirse frente a un grupo de personas, por lo que volvieron juntos a las chicas y decidieron que era hora de regresar a casa.
—Morell, llegamos a casa —anunció cuando se estacionó en el garaje de la casa de ella.
—No quiero caminar........ cárgame —tenía mucho sueño como para caminar en tacones.
Chad la sacó del auto en brazos y la llevó al baño donde la metió en la bañera con agua tibia y lavó el cuerpo de ella con delicadeza ya que ella se había quedado dormida de camino al interior de la casa, luego de limpiar el cuerpo de ella la vistió y la llevó a la cama para dejarla bien arropada para luego tomar una ducha y acostarse junto a ella, había observado cada parte del cuerpo de ella unas diez veces, pero no se cansaba de mirarla, las cicatrices de los disparos eran muy visibles todavía, pero ante sus ojos eso no le restaba belleza a la mujer frente a él.
Pasaron algunos meses y ellos seguían siendo felices, era verano y el cumpleaños de Debra fue la excusa perfecta para hacer una fiesta en la piscina en la mansión de Chad, todos los amigos de la cumpleañera estaban presentes y divirtiéndose muchísimo (aparentemente jugar en la cueva del oso era más divertido).
—¡Detesto el calor! —se quejó Morell mientras se levantaba el cabello para abanicarse el cuello, quiero que llegue el invierno rápido.
—A mi me gusta el calor —dijo William que estaba sentado al lado de ella tomando agua de coco.
—A mi no, el calor me hace daño en la piel —William vió una mancha en su cuello por unos segundos antes de que el cabello la cubriera por completo— es un dolor de cabeza tener calor todo el día.
—Lo entiendo, pero el calor no es tan malo como parece —comenzó a buscar a Debra con la mirada por todos lados hasta que la encontró— debo retirarme por un momento.
Morell se quedó revisando su teléfono por un tiempo hasta que Chad se sentó junto a ella en la mesa a la sombra del quitasol que había arriba de ellos, él se veía algo nervioso y a ella eso parecía divertirle mucho, William se quedó junto a Debra comiendo algunos aperitivos.
—Morell, tengo algo que decirte —Chad se frotaba las manos nerviosamente, ella lo miró como si esperase por la información a recibir— me iré a España para cerrar algunos negocios con algunos socios y estaré fuera por una semana.
—¿Por qué tanto tiempo? —Morell no quería separarse de él y menos por lo que a ella le parecía demasiado tiempo.
—Es porque necesito cerrar algunos tratos y mis socios se reunirán en España por unos días —la mirada triste de ella le partió el corazón a Chad— aunque........ estaba pensando..... ¿quieres ir conmigo?.