—Es algo que siempre quise hacer —Morell abrió el sobre como si fuese su regalo de navidad.
—¿Es una black card? —dijo mientras examinaba la tarjeta minuciosamente.
—Siempre quise darle una tarjeta de estas a una mujer, ahí te depositaré una mesada mensual...... sé que no la necesitas y que eres una mujer independiente, pero......
—Es un lindo detalle, gracias —ella tenía clara la intención de él y no se sentiría bien rechazando algo que él estuviese haciendo de corazón— usaré mi mesada responsablemente.
—Sé que así será, espero que la uses para tus compras en España —por su voz a él realmente le emocionaba la idea de darle una mesada y que ella la gastara en lo que ella gustase.
Chad estaba consciente de que ella era la indicada para eso, después de todo a diferencia de las mujeres con las que había estado anteriormente exigían dinero que gastaban en cosas inútiles, lo cual le molestaba un poco a él, la diferencia con Morell es que era tan exitosa que no se dejaba deslumbrar por esas cosas y aunque fuese de compras sus gastos eran sólidos, es decir, que era consciente de lo que compraba y de lo que gastaba, en fin era mucho más madura que otras mujeres.
—¿No te da miedo que gaste demasiado? España tiene muchas cosas que quiero —Morell trató de usar su estrategia para generar dudas.
—No tengo problema, puedes dejarme en bancarrota si quieres —su estrategia no funcionó y no funcionaría (Chad lo había dejado muy claro).
—¿Qué hice para merecerte? —Morell le dió un beso en la mejilla y cuando él volteó a mirarla le dió uno en los labios.
—¡Oye! ¡oye! No distraigas al conductor, es peligroso —dijo Chad haciendo que ella se riera de él.
Llegaron al aeropuerto y se sentaron a esperar a que terminaran los preparativos para que el jet privado de Chad pudiese salir hacia su destino.
El vuelo fue un poco pesado para ella por lo que se quedó dormida en los brazos de Chad, él por su parte estaba simplemente mirando a su teléfono en busca de algo interesante para ver, sin embargo, aquello no fue fácil por lo que a la final llegó a la conclusión de que vigilar los sueños de Morell era más interesante que hacer cualquier otra cosa.
—Le harás un hueco en la frente si la sigues mirando de esa manera —dijo William al observarlo por un tiempo.
—Cierra la boca.... la despertarás —susurró con una mirada fulminante que le cerró la boca a su amigo por unos segundos.
—¿Cómo es qué me hablas de esa manera? —Chad supo que era hora del drama— ¿acaso esta mujer te embrujó y por eso ya no me amas? ¡dime! ¿Qué tiene ella que no tenga yo?.
—William, ya callate, por favor —pidió Chad mientras ahogaba las carcajadas.
—¿Ahora me pides que me calle? No puedo creer que me trates así..... a mí...... que me he entregado en cuerpo y alma a tí......
—¿Qué hiciste qué cosa? —Morell abrió los ojos de pronto y William se mordió la lengua mientras que Chad estallaba en risas.
—Era broma...... no te preocupes.... no tengo interés en ese perfecto espécimen de macho alfa —dijo mientras se mordía el labio y le guiñaba el ojo descaradamente a Chad y este se escondió detrás de Morell.
Morell también comenzó a reírse, no esperaba que entre dos hombres adultos pudiesen jugar de esa manera por lo que decidió seguir el juego.....
—¡Alejate de mi hombre!....... gata salvaje —los hombres se rieron hasta más no poder a tal punto que sintieron punzadas en el estómago— te observaré detenidamente.
Luego de un tiempo más entre risas, Chad procedió a decirle a Morell cómo sería la agenda luego de bajar del avión; William y él se habían repartido las reuniones en partes iguales para que Chad pudiese pasar tiempo con Morell, ella por su parte aceptó de buena gana la disposición de los horarios.
Bajaron del avión y ella era una diosa que había bajado del Olimpo y él parecía ser el novio más orgulloso por aquello, en cuanto a William prefirió quedarse junto a los escoltas para no salir sobrando en el panorama; una vez en el hotel ella descansó un poco mientras que Chad buscaba algún lugar donde comer junto a William, Morell trató de establecerse a sí misma una agenda (aunque Irina lo hacía mucho mejor) para disfrutar tanto como pudiese.
—Luego de comer quisiera llevarte al centro comercial para que sepas en donde está ubicado —dijo Chad mientras esperaban al postre.
—Eso suena genial, gracias —respondió con una sonrisa mientras pensaba en la agenda que se había hecho.
Lo primero sería fácil, revisar las tiendas para ver qué cosas quería y cual tenía el mejor precio de acuerdo al presupuesto que tenía, segundo, establecería prioridades acerca de lo necesitaba comprar y las cosas que no fuesen tan importantes, tercero, sería ver qué cosas podía llevar en su equipaje para cerrar el círculo de compras y posteriormente comprar aquellas cosas que quedasen en la lista....... tenía una semana para hacerlo, era tiempo suficiente para ejecutar su plan de compras; obviamente esto debía mantenerlo en secreto ya que Chad parecía estar en contra de cualquier intento de ahorro de ella, por lo que era capaz de comprar cualquier cosa que entrase en el campo visual de ella.
—Ya es hora de irnos —anunció Chad luego de pagar la cuenta de la comida— te mostraré los lugares cercanos al hotel para que puedas hacer compras sin problemas.
Morell asintió y se dejó guiar hacia el auto que los llevaría hasta el área de los centros comerciales, William estaba atendiendo las primeras reuniones de la agenda (se había ido después de comer) por lo que él tenía todo el día para consentir a su novia tanto como quisiera. El centro comercial estaba repleto de cosas brillantes y hermosas, vestidos preciosos, zapatos que a ella le parecieron hechos por ángeles, joyerías y tiendas de todo tipo.....