Ám caminaba detrás de la mujer sin saber hacia dónde se dirigía, pero quería entender quién era y por qué la estaba atormentando.
El pantano era solitario y muy silencioso. El cielo estaba muy gris, aunque todavía quedaba un poco de claridad del día.
Ám caminaba despacio mientras movía las ramas de los árboles con sus manos.
De repente, miró hacia atrás porque sentía que se estaba alejando mucho y no sabría cómo regresar al coche. En cuanto volteó la mirada hacia adelante, la mujer ya no estaba.
Ám estaba sola en medio del pantano.
Miraba a todos lados y no veía a nadie, no sabía por dónde salir. Estaba perdida.
—¡Hey! ¿Dónde estás? ¿Para qué me traes aquí y luego te vas? Dame la cara —gritaba Ám con enfado y desesperación.
Sin embargo, no había rastros de la mujer.
Ám siguió caminando por un par de horas. El tiempo pasaba y pronto comenzaría a oscurecer y necesitaba salir de ahí lo más pronto posible.
Se tocó los bolsillos para llamar a Harry, pero se dio cuenta de que había dejado el móvil en el coche.
—¡Papá, por favor, ayúdame a salir de aquí! —exclamaba mirando hacia el cielo en busca de dirección.
El padre de Ámber había fallecido cuando ella era una niña, aunque ya no estaba con Maggie, amaba a Ám y siempre veló por ella.
Por más que caminaba seguía sin encontrar una salida. Ám estaba muy asustada. Notaba que la oscuridad estaba cayendo y ella seguía sin poder salir de ese terrible pantano.
Por otro lado, en la casa de Ám, el electricista ya había cambiado todos los bombillos de la casa, tal como había acordado con Maggie.
—Bueno, ya quedó todo listo. Las luces ya no deberían dar problema, si es que lo había —dijo el electricista con incredulidad.
—Muchas gracias. Cualquier novedad, le estaremos contactando de nuevo —le dijo Maggie mientras le acompañaba a la puerta.
De pronto, sonó el teléfono de la casa y Maggie respondió, llamaban del instituto de Ám.
[Llamada del instituto]
—Buen día, sra. Maggie. Nos extraña que Ám no haya venido a retirar los documentos que necesita para formalizar la beca. ¿Está todo bien? —preguntó el director del instituto.
—¿No fue? Pero si Ám salió hace muchas horas para allá, más bien debería estar de regreso a casa —le respondió Maggie con la mano en el pecho y con la voz agitada y preocupada.
—No ha venido por aquí. Por favor, dígale que hasta mañana tiene oportunidad de entregar estos documentos. De lo contrario, perderá la beca —dijo el director del instituto.
—Sí, está bien. Muchas gracias —respondió Maggie colgando el teléfono.
[Fin de la llamada]
Maggie tomó el teléfono para llamar a Harry pensando que Ám estaría con él, pero no sabía nada de Ám, solo que iría al instituto.
Los nervios seguían aflorando más en Maggie. Intentó comunicarse con Ám, pero su teléfono enviaba al buzón de mensajes.
Su única esperanza era Loren, ella podría saber sobre el paradero de Ám. Así que la llamó.
[Llamada con Loren]
—Hola, Loren. ¿Sabes dónde está Ám?
—Hola, sra. Maggie, estaba a punto de salir a su casa para saber sobre Ám. Estábamos hablando por teléfono cuando escuché un fuerte frenazo del coche. No supe nada más —respondió Loren.
—¿Me estás diciendo que Ám tuvo un accidente, Loren? —preguntó Maggie con inquietud mientras se sentaba en el sofá llevando su mano a la cabeza.
—No lo sé, sra. Maggie, el móvil está apagado. Llame a Harry a ver si están juntos —dijo Loren.
—Ya lo llamé, pero tampoco sabe nada. Tengo que salir a buscar a mi hija —respondió Maggie colgando el teléfono.
[Fin de la llamada con Loren]
Maggie tomó un abrigo, su cartera y las llaves de su coche y salió en busca de Ám.