Antes de comenzar a transitar esa antigua carretera, Harry llamó a Ám a través de videollamada para acompañarla.
[Videollamada con Harry]
—¡Hola, Ám! ¿Cómo va el camino? —preguntó Harry.
—¡Hola, Harry! Todo bien hasta ahora, apenas voy entrando a la vieja carretera. Por favor, no me dejes sola —le suplicó Ám.
—Nunca más lo haré, Ám, aquí estoy. Estaré hablándote, háblame tú también; pero mantén los ojos en el camino —le dijo Harry mientras preparaba su desayuno.
—Está bien —le dijo Ám—, ¿qué te preparas de rico?
—Haré una receta que aprendí de mi abuela, tienes que probarla, ha traspasado de generación en generación —le dijo Harry con seriedad.
—¿Sí? ¿Qué receta es esa? —le preguntó Ám con mucha curiosidad.
—Tostadas con mermelada —respondió Harry entre risas.
Ámber soltó una gran carcajada.
Harry se había propuesto mantenerla entretenida mientras transitaba por esa vieja carretera, y lo estaba consiguiendo.
—Tengo que probar esa receta tan familiar y elegante —respondió Ám con ironía.
—¡No te burles! —exclamó Harry sonriendo.
—No lo hago; pero cómo eres de gracioso, Harry. Por cierto, gracias por acompañarme en todo este momento —añadió la chica entregándole una sutil sonrisa.
—Jamás te abandonaría, Ám. Ya que no me dejaste recogerte en casa, por lo menos te acompaño a través del móvil —le dijo Harry con ternura.
Ámber sonrió, aunque durante el camino se había sentido tranquila, en ese momento estaba pasando por el camino donde se le había aparecido la mujer terrorífica.
Su respiración empezó a acelerar poco a poco, la chica miraba a todos lados, el miedo estaba apareciendo nuevamente en su rostro.
Harry, que estaba entretenido terminando su desayuno, se dio cuenta de que algo le estaba sucediendo a Ámber.
—¡Hey, Ám! Estoy aquí. Mira a la carretera, por favor, escúchame, todo está bien —le dijo Harry al verla nerviosa.
—Sí sí, estoy un poco asustada; pero va todo bien —le respondió Ám respirando profundo.
Ám pasó por la carretera sin ningún problema, no había señales de esa mujer. Estuvo hablando con Harry durante todo el camino hasta que llegó al instituto.
—Gracias, Harry. Una vez más, gracias por acompañarme —le dijo Ám con una mirada tierna y una gran sonrisa.
—Siempre estaré, Ám. ¿Nos vemos en un rato? —preguntó el chico.
—Sí, cuando salga del instituto paso por tu casa —respondió Ám despidiéndose de Harry y colgando la videollamada.
[Fin de la videollamada]
Después de pasar por la carretera sin ningún problema, Ám se sentía confiada y serena. Entró en el instituto, conversó con el director y, por fin, formalizó su beca.
Como todo se había aplazado, su fecha de viaje también. En dos semanas debía volar a la ciudad de Shiter, donde estudiaría.
Ám tenía emociones encontradas en ese momento. Por un lado, estaba contenta porque no había perdido la beca, pero, por otro lado, estaba triste por tener que separarse de todos.
Aun así, agradeció al comité académico por la oportunidad, les abrazó y se despidió.
Cuando ya iba de salida se encontró a Malia.
—Ám, ¿qué haces aquí? —preguntó Malia con una sonrisa hipócrita.
—¡Hola, Malia! Estaba formalizando mi beca —respondió Ám mirando a la chica con desconfianza.
—¡Ah! ¿Entonces sí te vas? —preguntó Malia enrollándose el cabello— ¡Qué pesar con Harry!
—Sí, sí me voy. Harry y yo seguiremos juntos, nos veremos en vacaciones y mantendremos el contacto —respondió Ám con firmeza.
—Ojalá que su amor sí pueda soportar la distancia. Te prometo acompañarle en su pena ahora que estudiaremos en la misma universidad —le dijo Malia con una sonrisa maliciosa.
—Gracias, qué considerada —le respondió Ám sonriéndole con ironía.
—No hay de qué, Ám. Veo que sigues usando la cadena —insinuó Malia.
—Sí, para eso es una cadena, ¿no? —respondió Ám con sarcasmo.
—Sí, tienes razón —respondió Malia con antipatía.
—Bueno, fue un gusto verte Malia. —Se despidió Ám con una minisonrisa fingida mientras se subía a su coche.
—Lo mismo digo, Ám —le respondió Malia mirándola con odio.
La actitud de Malia, desde que la vio en casa de Harry, había despertado desconfianza en Ám, quien ya no estaba tan segura de las supuestas buenas intenciones de la chica.
—¿Será que Loren tenía razón? ¿Será que Malia no es la chica inocente que creí? —se preguntaba Ám a sí misma en voz alta mientras miraba a la chica desde el interior de su coche.
Ám salió del instituto a casa de Harry, pero antes llamó a Maggie para decirle que pasaría el día con Harry y que llegaría pronto a casa.