No me dejes dormir, por favor

Capítulo 31. ¡No puede ser!

Maggie caminaba de un lado a otro, no sabía por qué estaba tan nerviosa y tan angustiada.

De pronto, recordó las palabras de Malia: «Quizás alguien te odia más que yo. Piensa a ver quién te ha dado más regalos».

—¡¿Qué otro regalo recibió Ám?! —se preguntaba desesperada con las manos en la cabeza.

En ese momento, Maggie recordó que el día de la graduación, cuando le dio la mano a Ám para irse a casa después de terminar el acto de grado, la chica tenía unos pétalos en las manos, eran de las rosas que Harry le había llevado y que habían caído al suelo cuando Ám le terminó delante de todos. 

Corrió a la habitación de Ám y revolvió todo buscando los pétalos hasta que los encontró guardados en un cajón, ya estaban marchitos.

—¡No puede ser! —exclamó Maggie mientras bajaba corriendo las escaleras para salir de casa porque sabía que Ám corría peligro.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.