Capítulo 36

Jueves 13 de septiembre

Por la tarde

Alejandra: ―Te pido disculpas otra vez por lo que dije en el parque. No lo decía en serio. Únicamente quise restarle importancia frente a mi amiga y de paso sacarla de su melancolía.

Francisco: ―Te dije que no te preocupes. No pasa nada. Mejor dime por qué tenías que divertir a tu amiga, a mí no me pareció triste. Mucho menos cuando volví con Matías y la vi muy campante con otro chico.

Alejandra: ―¿Nos vieron?

Francisco: ―Fui a sacar a Mati a rastras de su casa para que por fin hablara con Karolina. Ja. La sorpresa que se llevó. El pobre anda con el ánimo por los suelos.

Alejandra: ―¿Es que él no tiene novia? Karol asegura que sí, el otro día vio que abrazaba a una chica en el estadio.

Francisco: ―Se trata de su ex. Cuando tu amiga los vio tenían como una semana de haber terminado. Fue algo así como su última charla.

Alejandra: ―¿No me mientes?

Francisco: ―No tengo ninguna razón para hacerlo. ¿Por qué lo preguntas? Además, Matías ya no quiere saber nada de Karolina. Primero siempre estaba con Rivera, ayer con ese chico, vimos que la besaba…

Alejandra: ―En primer lugar: Nadie besó a nadie, al menos no en la boca. Fueron besos en la mejilla y achuchones de amigos. Aunque no meteré las manos al fuego asegurándote que entre ese par nada. Y en segundo lugar: Si preguntaba sobre si Matías tiene novia es porque Karol últimamente piensa mucho en tu flaco amigo. Parece que le gusta. Pero si ustedes se dejan guiar por las apariencias a las primeras de cambio, mejor que mejor. Es más, sin piensan de esa manera (porque sé lo que de verdad pasa por la cabeza de los chicos cuando ven que una chica tiene amigos) mejor que ni se crucen en nuestro camino.

Francisco: ―Disculpa, no te molestes conmigo. Tampoco hemos pensado eso que insinúas.

Alejandra: ―¡Cómo si no los conociera!

Francisco: ―Yo sé que si me lo propongo de esto podemos tener una discusión que dure hasta fines de septiembre, pero no es ese mi objetivo. Simplemente te repito que lo siento. Quiero que hablemos de mi amigo y tu amiga.

Alejandra: ―¿Qué quieres que hablemos? Ya dices que él no quiere saber nada de Karol.

Francisco: Eso es lo que él dice, pero yo sé que no hay nada que desee más que saber de Karol. Si tú dices que a ella él le gusta, eso de gustar se queda corto en el caso de Matías, a él le fascina.

Alejandra: ―¿Tanto así?

Francisco: ―Tanto así. ¿Por qué crees que le afecta tanto no poder hablar con ella y verla cerca de otro?

Alejandra: ―Y ella dice que él es un cobarde por no ir a hablarle tras terminar el partido.

Continúan intercambiando mensajes buena parte de la tarde. Al joven se le ha pasado el malestar por lo que la joven dijo acerca de él la noche anterior. También acepta con estoicismo haberla visto con su novio. Después de todo, tiene novio, y él lo sabía, no es como que lo hayan engañado.

De momento Francisco se conforma con que sigan siendo amigos. Al menos está mensajeando y divirtiéndose con ella, aunque la mayoría de la conversación gire en torno a sus complicados amigos. Conforme se sueltan y recuperan la confianza que se había quebrado la noche anterior, el joven no pierde oportunidad para dejar caer insinuaciones, siempre en tono de broma, pero ciertas, que ahora la joven ya no toma tan a juego, pues sabe la verdad. Curioso, no le molesta, la halagan. Pero no quiere que Francisco se crea que la está conquistando por lo que le recuerda constantemente que tiene novio.

Pero sobre lo que de verdad hablan es sobre sus amigos. Concluyen que se gustan, y aunque ahora ambos niegan querer ver o encontrarse con la otra persona, ellos saben la verdad. Así que se les ocurre la genial idea de juntarlos esa noche de jueves 13. Lo mejor de todo es que se tratará de una sorpresa. Cada quien sacará a su amigo y luego se reunirán en un lugar ya definido.

Se felicitan por la estupenda idea que se les ha ocurrido.

Lo que no saben es que sus amigos en esos momentos se están comprometiendo a salir con alguien más. Así que cuando Francisco llama a Mati para decirle que esa noche sale con él y no hay pero que valga, éste le dice que quedó de ir con Andrea. Karol le dice a Alejandra que ella irá con Román.

Los dos chicos se cuentan de lo que se han enterado. No quieren ser hipócritas encubriendo a sus amigos. Discuten un rato de si es mejor dejar todo en ese punto o valdría la pena intentar algo más. Al final concluyen que sus amigos se gustan lo suficiente como para pensar que eso de ir con alguien más es un recurso para dejar de pensar en lo importante.