No me digas adiós

Capítulo 71

Sábado 29 de septiembre

Desconocido: ¿Crees que Karolina te es fiel?

Desconocido: Abre los ojos. Es posible que empieces a notarla rara. Es cuando prepara una de sus jugadas.

Recibió los mensajes hace unos quince minutos. Naturalmente son del mismo sujeto que ha estado importunando. Tras una semana de silencio creía que por fin había decidido dejarlos en paz. Pensó que el hecho de ver que sus anónimos no lograban su cometido había conseguido hacer que desistiera.

Es evidente que no era el caso. ¿Cuándo un envidioso se queda tranquilo frente a la felicidad ajena?

Le da una y mil vueltas a la posible identidad del sujeto. Es imposible llegar a ninguna conclusión.

¿Quién podría odiarlo tanto para tomarse la molestia de recopilar fotos, hacerse de un número privado e insistir con mensajes maliciosos?

Sonríe con sarcasmo ante la pregunta. Él no es nadie. Es un simple muchacho que llevaba años ausentes del hogar. No ha tenido tiempo para desairar a nadie, bueno, no mucho.

¿Y antes de irse a San Benito? La sola pregunta es ridícula. Tenía quince años entonces. Nadie puede cogerle odio a un muchachito de esa edad. Bueno, sí ocurre entre chicos de la misma edad. El caso es que cinco años después nadie lo recuerda, y si se recuerda, se hace más bien con gracia y no con enfado.

La conclusión más lógica es que no tiene que ver con él, sino con Karolina. Esa posibilidad le llena de dudas. Miguel, Alfredo, Rafael. ¿Quiénes más?

Todas las veces que ha recibido esos mensajes cae en la cuenta que conoce poco del pasado de su chica de la sonrisa mágica. Luego recuerda que tiene quince años solamente. ¿Qué pasado puede tener uno a esa edad? Su propio pasado es poco digno o indigno de recordar, y eso que es cinco años mayor.

Quizá el secreto resida en esa sonrisa carismática que lo atrapó a él. Si él se encandiló de esa sonrisa, ¿cuántos más como él?

Posiblemente se trate de un ardido, como ya pensaron anteriormente.

Tampoco puede descartar a una chica. A sus veinte años sabe que las chicas suelen ser las más arteras a la hora de cobrarse al desaire de una compañera fémina. Los chicos en ese sentido suelen ser más pragmáticos: puños o se olvida el asunto. En cambio las chicas…

En todo caso se trata de alguien que está mal de la cabeza. Y mal de la cabeza terminará él si continúa dándole la lata al asunto.

Borra los mensajes dispuesto a olvidar. No va a desconfiar de su novia. Tampoco le dirá que insisten con los anónimos. ¿Con qué motivo lo haría? En cambio, lo que hace es escribirle un whatsapp: le pregunta si querrá que vaya a verla esa noche.

La respuesta de ella tarda cinco minutos en llegar.

Karol: Lo siento, cariño, tengo mucha tarea pendiente.

Se yergue en la cama. Es la primera vez que se niega a que la visite. Por regla general, es ella la que pregunta si irá a su casa o si la irá a recoger al instituto. Ya le parecía que, siendo como son las seis de la noche, no preguntara al respecto.

«Ya nos vimos hoy ―piensa―. Hace días que venía diciendo que se le estaban acumulando muchas tareas».

Entonces por qué la frase que viene a su mente es una que le escribió el desconocido: …es posible que empieces a notarla rara…

Mati: No te habrán castigado tus padres ¿verdad? Si es así dímelo, les diré que todo fue mi culpa. Diré que te secuestré si es necesario.

Empieza a darse cuenta que convencerla de irse de pinta con él no fue la mejor de sus ideas.

Karol: No me castigaron. Alejandra me ayudó a evadir el castigo. Y aunque digas que vendrás y no me molestarás o que incluso me ayudarás, no podré concentrarme contigo cerca. Mis deseos de abrazarte y besarte teniéndote al lado no me dejarán pensar. ¡Y se acercan los finales!

La alusión a que le es irresistible lo hace sonreír. «Me ama ―se dice―. Me ama y yo a ella, es lo que importa. Ningún anónimo puede cambiar eso.»

Mati: Me convenciste. Te dejo tranquila para que te sumerjas en tu mundo de números y letras. Veré si Francisco quiere ir a dar una vuelta. Te quiero.

Karol: Diviértete. Te escribo después. Te amo.

Pero Francisco no contesta las llamadas.

Diez minutos después le manda un mensaje diciendo que es el cumpleaños de una prima y que está en una cena familiar. La respuesta sorprende a Matías. Por alguna razón pensaba que el que no contestara tenía que ver con Andrea. A veces olvida que su amigo también tiene una vida.




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