No me digas así

Capitulo 11 – Tu corazón late fuerte…¿Es por mi?

 

 

Katherine Brown:

 

Los días son tediosos cuando esperas que terminen rápido, al menos para mí, creo que este día será largo, aunque las clases acaban de terminar y hoy es viernes. Como de repente se hizo costumbre debo pasar mi tarde de viernes con…Joshua, ya no tengo que decir que es la persona más imbécil que existe, no lo es. Y yo exagere, aunque seguimos sin hablar. A pesar de que ayer me puse mi capa de heroína y lo salve de que un montón de chicas siguieran insultándolo por algo que probablemente este sacado de contexto.

Alce las cejas al mirarlo y el sonrió no tan forzadamente. Me adentre en silencio hacia la cafetería, y el hizo lo mismo aunque pasos muy pesados, como si quisiera llamar mi atención.

– Me voltee a verlo y lo mire con los ojos entrecerrados – ¿Puedes? – Pregunte refiriéndome al sonido de sus pies golpeando fuertemente en suelo. El por su parte siguió haciendo mientras me miraba riéndose, pero como veces anteriores no me miraba con esa sonrisa burlona y como quisiera molestarme. Fue raro. Rodee los ojos – Olvídalo.

El se acerco y se detuvo frente a mí. Es mucho más alto que yo. Sonrió y yo lo mire confundida.

– Gracias – Me miro a los ojos, y de nuevo su pesada mirada me puso nerviosa– Que una chica a la que no le caigo bien, me defienda, no se ve todos los días ¿cierto? – Pregunto y ambos reímos, es verdad, es poco común eso.

– Sonreí– Esta bien, fue injusto, y yo pensé que era algo injusto y no me gustan las cosas injustas así que…– Lo mire, y caí en cuenta que hablaba muy rápido. El empezó a reír en voz baja y yo me empecé a reír junto a él.

– Espera, puedes repetir desde la palabra injusto, creo que me perdí por tanto que la dijiste – Admitió y rio para sí mismo yo lo golpee levemente y reí con él – Es raro que pregunte esto pero… Tuve un poco de miedo al ver que un montón de chicas se me acercaban molestas.

– Es tu culpa, tú quisiste fingir que tenías novias y rompiste el corazón de esa chica– El bufo y rodeo los ojos mientras negaba con la cabeza.

– No fue así, no quiero hablar de eso, no ahora…– Suspiro y se acerco a mi rostro, yo parpadee incontables veces confundida– Puedo preguntar algo, esta vez sí quiero saber sobre ti.

– ¿Que querrías saber sobre mi Hill? – Pregunte mirándolo con los ojos entre cerrados.   

–  La verdad tengo mucha curiosidad koalita – Hablo acercándose mientras yo retrocedía por reflejo, hasta que  una pared me impidió retroceder más, pero él seguía acercándose, hasta que solo quedo un pequeño espacio entre los dos– Me gustaría saber más de ti koalita

¿Acaso está loco? ¿que esta que está tratando hacer este desequilibrado?

El seguía acercándose, el pequeño espacio que quedaba se redujo aun más, y era un poco molesto para mí, no sé qué es lo que trama.

–Aléjate si no quieres que rompa la cara – Mi expresión era seria, pero mi respiración estaba un poco agitada. Y eso no ayudaba mucho.

–Te ves tan linda cuando te enojas koalita – Sonrió. Es tan raro que se comporte así, esta loco, completamente chiflado, de hecho ambos lo estamos.

–Apártate o no respondo imbécil– Estaba un poco nerviosa. Mucha cercanía, y no dejaba de mirarme a los ojos, y su pesada mirada seguía poniéndome aun más nerviosa.

No sabía a donde quería llegar este loco y tampoco iba a seguirle el juego.

–Tranquila koalita, no te pongas a la defensiva conmigo– Me miro a los ojos pero rápidamente paso a ver mis labios.

–Ya deja de jugar Hill…ay que empezar a limpiar o ¿acaso quieres quedarte todo la noche aquí? –Pregunte mirándolo.

–Sí, si es contigo…si –Respondió mirándome a los ojos con una sonrisa.

–Es enserió Hill, ay que comenzar a...– El iba acercándose mas y mas. –, Comenzar…comenzar a limpiar. –Mi respiración fue acelerando más y mis latidos eran más rápidos y sonaban más fuerte.

–Tu corazón late muy fuerte... ¿Acaso es por mi? – Miraba directamente mis ojos. Yo no dije nada solo me quede viendo su grandes, profundos y expresivos ojos.

 El se fue acercando un poco mas, el espacio que nos quedaba era mínimo, tan mínimo que nuestras narices rozaban. Debería empujarlo y decirle que es un idiota, o salir de allí. Pero el problema es que… no quiero hacerlo, ¿Por qué? No lo sé. Es extraño, muy extraño.

Nuestras narices seguían rozando, podían sentir como su corazón latía al compas con el mío. Empezaba a sentir algo en el estomago, era algo que sentí antes, pero no tan fuerte como lo sentía ahora. ¿Realmente esto estaba pasando?, el seguía mirando mis ojos para luego pasar a mis labios, y así sucesivamente, es como si quisiera hacerlo pero algo se lo impedía, como si se lo estuviera pensando, mucho.

Aunque al parecer ya lo había pensado lo suficiente, se acerco donde nuestros labios llegaron a rozar brevemente, y realmente sentí un corrientaso por todo mi cuerpo, lo que sentía en el estomago se volvía mucho más fuerte,  ¿quizá eran aquella mariposas que murieron hace tiempo?, se volvió a acercarse mucho mas mi, y pensé que estaba a punto de besarme, pero…como saben que las cosas nunca salen como pienso una voz nos interrumpió.

– ¿Qué hacen? – Pregunto aquella voz, Joshua aun seguía mirándome y yo mirándolo, estábamos como perdidos  uno con el otro– ¿Qué es lo que hacen?

 

°°°°°

¡Cuarto y último día! ⚝⚝⚝⚝ :(

Maratón 7/8 ✦✧✦✧✦✧✦

 

 



#37513 en Novela romántica
#24471 en Otros
#3692 en Humor

En el texto hay: novelajuvenil, comedia romantica, odio-amor

Editado: 15.12.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.