Katherine Brown:
Dicen que las relaciones son complicadas, pienso que las cosas son complicadas cuando quieres que sean complicadas. Caminar de manos, hablar, o simplemente mirarse con el chico que repentinamente te gusta, sorprendentemente te da paz, tranquilidad y te sientes protegida.
Es algo extraño, y completamente repentino que esto ocurra. Pero me da mucha felicidad que así sea. No había conocido a Joshua de esta manera y es realmente tierno. Algo que no hubiera pensando ni loca, tiempo atrás. Ahora tengo miedo que termine, como mis demás relaciones, yo lastimada y el chico traicionándome, pero siendo sincera, estoy segura que Joshua no haría tal cosa.
– Sabias que eres realmente adorable – Admitió acariciando mi rostro – Eres completamente adorable.
– Sonreí – Creo que desde que salimos, lo dices todo el tiempo – Recordé mientras me estiraba y bostezaba. Estábamos sentados en un banco en un parque cerca de mi edificio. Ya habían pasado unas dos semanas desde que empezamos a salir, y han sido completamente hermosas. Nos llevamos mejor de lo que alguna vez hubiera pensado.
– Nunca me cansaría de recordártelo – Sonrió – Nunca me cansaría de esto – Tomo mi mano y siguió con esa linda sonrisa en su rostro. Habíamos andado en su motocicleta por la ciudad luego de haber ido a un edificio abandonado para mirar el lindo atardecer desde lo alto mientras tomábamos soda y devorábamos una pizza. Una rara cita, pero es más que suficiente, para que sea un momento que no olvidare.
– Creo que tú eres más adorable que yo– Sonreí – Y más poniendo esa tierna sonrisita – Admití tocando su nariz. Ambos reímos. Pasar tiempo con él era genial, el realmente es mucho más de lo que aparenta.
– ¿Quieres que te lleve a casa? – Pregunto y yo asentí. Aunque llevamos saliendo unas semanas aun nadie lo sabe. Como dicen la gente arruina todo lo bueno. Creo que los únicos que saben son Jacob y Jessica, aunque creo que Joshua no sabe que la novia de Jacob es mi hermana, yo aun no le presento a Jessica a Joshua como mi hermana.
Salíamos todo el tiempo, y no era que no quería que mis amigos supieran que tenía algo con el chico que antes detestaba. Solo me gustan las cosas como están y creo que a él también, no creo que deba importar si alguien lo sabe o no. Solo importa que ambos queremos estar juntos ¿no?
– ¿Nos vemos mañana? – Dejo un corto un beso en mis labios – Podríamos ver una película– Se encogió de hombros.
– Esta bien – Sonreí – ¿No tienes practicas? – Pregunte y el hizo como si se lo pensara causando que riera, cosa que él quería.
– Claro, pero siempre tengo tiempo para salir contigo – Acaricio mi rostro y yo lo mire de mala forma por un momento pero luego sonreí.
– Si tienes practicas, no importa podemos salir luego– Tome su rostro en mis manos – Se lo cansado que es, no debes reventarte solo por verme o buscarme – Sonreí y me atrajo hacia él y me beso.
– Haría lo que sea por ti – Musito en mis labios – Te buscaría, así tuviera que recorrer medio mundo, solo para cuidarte –Sonreía mirando detalladamente mi rostro.
Me buscaría solo para cuidarme, y yo lo encontraría solo para cuidarlo.
(…)
Pensar en que harás luego que acabes el instituto, puede ser un poco confuso y más si no sabes que jodidos harás con tu vida y peor aun si no sabes que jodidos quieres hacer con tu vida. Eso es confuso.
– Piensen en algún talento que tengan y de allí pueden pensar a que se dedicaran o también el algo que les guste – Hablaba el profesor, ayudaba a los que como yo, no sabían que es lo que harian.
Cuando veo sangre, el estomago se me revuelve. Así que Medicina descartado.
No tengo ninguna habilidad, no canto, no bailo, no actuó ni nada parecido. Así que un artista descartado.
Odio los números, los cálculos, y todo lo que tenga que ver. Así que nada que ver con Contaduria o Administración.
No soy buena en los deportes, no juego beisbol, futbol, softbol y nada que tenga que ver con canchas. Así que nada que ver con los deportes. Bueno aunque recuerdo que solía correr junto a mi padre cuando iba a la secundaria y eso realmente me encantaba.
Bueno quizá termine estudiando cualquier carrera, que pague bien. No sé que quiera hacer con mi vida.
– ¿Pensaron que harán? – Pregunto Matthew mirándonos animado. Al parecer el si sabe que hará con su vida.
– Yo negué y Isabela Asintió. De mis amigos, parezco ser la más perdida – Derecho. Voy a ser una abogada. Suena bien ¿cierto?
– Claro – Sonrió – Medicina, un doctor, Doctor Matthew Wilson, se escucha genial ¿verdad? – Ambas asentimos – Y ¿tu Kath?, ¿qué tienes en mente?
– Tengo en mente que… – Ambos me miraron atentos – Mi estomago ruje y el la clase está a punto de terminar, así que vayamos a comer.
Ambos rieron diciendo que diría algo interesante. Después que termino la clase terminamos yendo a comer a la cafetería, cuando recibí un mensaje. Era Joshua, diciendo que estaba en los casilleros y tenia algo para mí. Me sorprendí por un momento, es ¿mi cumpleaños?, Y no lo sabía. No mi cumpleaños es en unos meses.
Me levante de la mesa con la excusa que iba por algo a mi casillero y me acerque a mi casillero, no había nadie. Me mintió, fruncí el ceño e iba abrir mi casillero no perdería mi viaje y aprovecharía sacar los libros de la próxima clase. Y cuando lo abrí mire una hermosa y delicada rosa dentro del. La tome con suavidad y la olí, tenía un agradable aroma, cuando me di cuenta sentía una presencia detrás de mí. Sabía con exactitud quien era. Me gire y para cuando me di cuenta ya estaba estampando delicadamente sus labios contra los míos. Puso sus manos en mi cintura y yo rodee su cuello con mis manos.
– Se separo un poco, al punto que aun nuestras narices rozaban – ¿Te gusto la rosa? – Asentí y el sonrió – El que la envió puso este papel en ella, pero se le olvido poderlo junto a la rosa – Hablaba mientras sacaba un papel de su bolsillo para luego entregármelo. Lo abrí lentamente aunque tenía curiosidad por lo que diría.