Capitulo 23 – Me gustas demasiado.

Katherine Brown:

¿Este imbécil acaso quiere volverme loca?, se veía tan lindo, algo dentro de mi le imploraba que me abrazara que se quedara hay, junto a mí. Pero a veces el orgullo puede un poco conmigo.

Lo empuje hacia la puerta, que estaba cerrada, el me miraba desconcertado y yo lo miraba seria.

 – Esto no significa que te haya disculpado. – Me dirigí a abrir la puerta–  Adiós. – Y cuando iba a abrir la puerta su voz me detuvo.

– Creo que no entendiste bien, lo que dije koalita – Se puso frente a mi – No me iré, hasta que me creas – Puso su mano en mi mejilla – Lo siento, pero ya no puedo sin ti. – Admitió mirándome a los ojos, pude ver que no mentía.  ¿Debo creerle?, sentía que mi corazón iba a salirse, enserió latía muy rápido.

– ¿Por qué haces esto? – Lo mire, realmente aun no lo comprendía – No tengo nada de especial – Lo mire a los ojos – No soy más que alguien como todo el mundo.

– Para mi eres más que especial – Me miro a los ojos – Para mi eres única – Puso sus manos en mi cintura,  y yo inconscientemente lleve mis manos a su nuca – Y aunque creas lo contrario, yo solo tengo ojos para ti. – Aseguro, sus ojos brillaban, el se acerco y dejo un tierno beso en mis labios.

Me quede viendo sus lindos y marrones ojos por un momento. ¿Cómo es que lo hace? ¿Cómo es que hace que lo necesite tanto?

– Tomo mi mano y empezó a caminar hacia la sala – Me alegra, a ver arreglado las cosas. – Hablo sonriente.

– Puse mis ojos en blanco – Te recuerdo que aun no arreglamos nada. – Hable distraída en su rostro, pero yo sin darme cuenta, aun no soltaba su mano.       

– ¿Ah sí y esto? – Señalando aquel agarre – Creo que tus acciones hablan por sí solas. – Empezó a reír tiernamente.

Lo solté rápidamente, mientras me lo reprochaba mentalmente. Debería ser menos distraída, debería dejar de mirar su rostro y concentrarme en lo que digo y hago.

– Solo, estaba distraída, pero no volverá a pasar. – Solté y empecé a caminar. El me siguió riendo, siendo sincera ya ni siquiera tengo ganas de que se vaya. Ese idiota hace que lo necesite a cada instante.

El se volvió a poner a mi lado y entrelazo mi mano con la suya, después de eso empezó a caminar hacia la sala, ¿Por qué se sentía tan bien que lo hiciera? ¿Cómo es que hacía que me sintiera así? , la verdad no sé cómo explicar todo lo que pasa por mi cabeza en este momento, lo único que se, es que estando así, a su lado me siento tan segura, sosteniendo su mano, poniendo mi cabeza en su hombro, caminando a su lado, poner sentir su calor, me hace sentir cosas hermosas.

– Ahora veamos que hay para cocinar. Deberías comer algo. – Soltó mi mano mirándome con una sonrisa. Y se dirigió hacia a la cocina, para luego revisar el refrigerador. ¿Cómo puede ser tan lindo?

– ¿Desde cuándo cocinas?– Pregunte y él se encogió de hombros– Además te recuerdo que no deberías estar haciendo esto – Recordé mirándolo arrugar su rostro al ver que no había nada para cocinar. Como siempre, cuando me toca hacer las comprar, lo olvido.

– Yo te recuerdo a ti, que es mi deber como novio, ver que comes saludable y suficiente – Hablo sonriente mostrando un poco sus dientes mientras se acercaba a mí.

– Reí – Espera un segundo, ¿hace cuanto te auto proclamaste mi novio? – Pregunte acercándome.

– Hace... – Cerro los ojos –, dos segundos exactamente. – Indico esa cifra con sus dedos para luego guiñarme el ojo.

– Pues aun no lo somos – Le hice una mueca – Así que saca esa idea de tu cabeza. – Hable, y salí corriendo hacia la sala, como supuse el me siguió y se detuvo frente a mí.

– Si que corres rápido – Tomo aire – ¿Quieres ser mi novia koalita? –Hizo puchero – Sabes lo preguntare de mejor forma – Sonrió – Mi lindo koalita aquí presente, me daría el gran honor… – Acentuó la última palabra –, de ser mi novia ¿? – Pregunto mirándome a los ojos.

– Mm debería pensarlo – Me miro con los ojos entrecerrando – Debería claro, pero no quiero hacerlo, así que... – Le di un corto beso – ¿Eso responde a tu pregunta? – Pregunte sonriente mirándolo.

– Em no – Puso sus manos en mi cintura – Lo siento, pero no pude escuchar el “si Joshua quiero ser tu novia” – Hablo atrayéndome hacia él.

– Si, si Joshua si quiero ser tu novia. – Acepte y puse mis manos en su nuca.

– Eso era todo lo que quería escuchar. – Sonrió complacido y lentamente me beso.

 Podía sentir como latía su corazón, podía sentir que el también me necesitaba, tanto como yo a él. No sé cómo, o porque pero me encantaba besarlo, me encantaba sentirlo conmigo, simplemente me encantaba todo de él.

– ¿Sabías que me gustas demasiado koalita? –Pregunto Joshua mirándome con una sonrisa.

– ¿Sabías que tu a mi idiota? – Pregunte mirándolo también con una sonrisa.

– Y hay vienes con los insultos, ¿tú nunca cambias cierto? – Pregunto Joshua mirándome.

– Si quieres que cambie no debería ser tu novia. – Me di la vuelta y me aleje un poco pero el tomo mi mano y me acerco mas a él.

– ¿Alguna vez que te dije que eres insoportable? – Pregunto mirando mis labios. Yo por mi parte solo asentí  – ¿Y alguna vez te dije que me encantas? – Se acerco a mi rostro.

– Sabes, ahora no lo recuerdo. – Mentí mirando sus labios. Para luego besarlo, el puso sus manos en mi cintura y yo puse las mías en su nuca. Me atrajo más hacia él, y en un intento torpe de su parte de retroceder un poco se tropezó con el sillón cayendo sentado en el, jalándome sin querer haciendo cayera encima de el, pero aun así seguíamos besándonos.

 Nos separamos por falta de aire y nos miramos por un momento, podía ver el brillo de sus ojos, mirándome mientras aun me sostenía de la cintura, podía sentir el calor de sus manos, podía sentir su respiración un poco agitada.

Nos quedamos así por unos minutos, no pensaba en nada mas, estaba completamente perdida en sus ojos, pero de repente empezó a sonar mi celular, haciendo que nos separáramos y también haciendo que yo volviera a pisar tierra, rápidamente me levante y busque mi celular, para poder contestar.