¡no me digas que me amas!

CAPITULO 4

 

 

Ya habían pasado alrededor de  diez horas, los hombres habían ingresado nos entregaron algunas ropas entre esas, una capucha de color negro, nos la pusimos, luego fuimos guiadas a la salida, al salir de aquel cuarto pude observar los alrededores, en el pasadizo, habían cinco habitaciones a cada lado algunas estaban cerradas y algunas abiertas, en las que estaban abiertas habían adolescentes desnudas sobre las camas, unas camas pocos confiables, por el estado en que se observaban, o la oxidación que le estaba consumiendo, sin contar con el higiene del lugar y en los que estaban cerrados se escuchaba sonidos raros.

Avanzamos observando unas escaleras para arriba, entonces saque la conclusión que donde nos encontrábamos era un sótano, al subir a la primera planta, más habitaciones se observaban, entre ellos algunas personas pasaban, eran parejas o eso creía, pero la realidad era otra, eran mujeres de edad, ofreciendo su servicio, todo era una fachada, las de la planta de arriba estaban por su voluntad y las que se encontraban en el sótano eran esclavas vendidas sin su consentimiento, desagradable.

Caminamos por los pasillos las que estaban en los cuartos nos miraban, por su forma de mirarnos comprendí que el lugar que nos espera no es nada comparado con el que acabamos de observar.

Nos subieron en una minivan negra blindada, el más joven…Lucas creo que se llamaba, se sentó delante de nosotras, los otros dos hombres se quedaron, arranco quedándonos nosotras el joven y el chofer que aún no lo conocía, me mantuve despierta hasta la media noche ya después el sueño me gano.

A la mañana siguiente el carro seguía en movimiento, en unos de esos trayectos el carro fue detenido por los policías, solo observaba por la ventana, hasta que unos de los oficiales abrió la puerta, allí recién vi la cara del chofer tendría uno 24 años.

-Pero mira que tenemos aquí-dice el primer oficial-son unas bellezas.

-Si lo son-dice el joven Lucas

-Lástima que sean encargo especial, o sí no ya hubiera puestos mis manos encima-vi cómo se subía al auto, poniéndose delante de nosotras, nos analizó a las dos, vi como temblaba Meylin, así que la tome de la mano ambas apretándola, dándonos fuerza por que la necesitaba,.

-Es una lástima, que no traigan chicas como la última ves-miro al chofer-me divertí mucho con ellas-fijo su mirada en mi-pero tú no estás nada mal, lástima que me gustan las rubia-la sangre me hirvió, tanto que no me controle, le escupí en su cara, como es posible que hasta las personas que se supone que tienen que proteger, se venden por un ´poco de dinero. Lamentable, es muy lamentable como se encuentra esta sociedad.

-Insolente-dijo propinándome un fuerte puñetazo en la cara.

Por el impacto y el dolor sentí la parte adolorida, palpitar  como si tuviera vida propia, lleve mis manos en mi mejilla, pero la fricción que hice hizo que me doliera aún más, quejándome de dolor, para después sentir las  manos del oficial sobre mi mandíbula, ejerciendo presión, no dije nada, ni sonido de dolor realice.

-No sabes lo que te espera, si no fueras pedido especial te aseguro que ya hubiera puesto mis manos sobre ti-decía mientras pasa su lengua  por toda mi cara….asqueroso-pero un beso no estaría mal-me dice poniendo sus  asquerosos labios sobre los míos, no me deje los cerré fuertemente impidiendo que su asquerosa lengua ingresara, entonces me mordí el labio inferior, pero no me deje, aun con el dolor no dije nada….solo soporte, no dejara que este supuesto defensor de la ley meta su  sucia lengua en mi boca.-insolente-dijo ya resignado.

-Señor policía-dijo el joven  -el jefe se molestara con nosotros si las llevamos maltratadas-se excusó.

El oficial molesto se bajó del carro-espero que allá donde la van a llevar la disciplinen-dijo este cerrando el carro, el joven me miro, me ofreció un pañuelo, lo acepte…pues no quería ensuciar la ropa que llevaba puesta, estaba segura que ni ropa nos darán más adelante.

Me limpie la herida… lo frote tanto que sentí dolor, mi mejilla derecha quedo adolorida por el golpe que me había propinado….pero fue gratificante escupirle en su fea cara.

En el trayecto de la carretera nos detuvimos en unos de los grifos, nos quedamos en el carro siendo vigiladas por el chofer mientras que el joven se fue a comprar algunos alimentos, no había pasado mucho cuando lo veo ingresar al coche con platos descartables sobre sus manos, nos entregó a cada uno, así que a comer, no me queje por los alimentos aunque solo fuera arroz y un poco de pollo, eran alimentos,  pasamos viajando varios días, hasta que el carro se detuvo cerca de una cabaña un poco alejado de la ciudad, por fuera parecía una cabaña simple, pero por dentro había montones de cuartos, y al igual de otras casa, está también tenía sótanos, lo peor de todo fue que en las noches cuando nuevos clientes venían, las paredes eran tal delgadas que se escuchaba los sonidos, Meylin y yo nos aferrábamos a nosotras mismas, esperando que aquellos sonidos horribles cesaran, pero ya en la madrugada se iba tranquilizando, para cuando eran a las siete de la mañana no había ningún sonido, pero al medio día, en el cuarto donde nos encontrábamos, fue abierta ingresando varios jóvenes de entre 12 a 16 años, todas ellas estaban asustadas….al igual que yo fueron secuestradas, arrebatándoles de su hogar.

 

 

 

 

 

 




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