Desgarrando las inseguridades, me abrazo con mayor fuerza de lo que me es permitido
Enterrando las uñas en mi propia piel
Cierro los ojos y simulo durante un amplio período que son tus brazos los que me rodean en medio de ésta inhóspita habitación gris
Recuerdo la sensación de paz y estabilidad que me proveía un ligero tacto tuyo
Tus delgados dedos enredándose en mis hebras castañas, ondulando un par a su paso
La melodía que desprendía de tus cuerdas vocales, mientras me susurrabas al oído cuánto me querías, siendo sutiles caricias ante mis oídos
El aroma varonil que impregnaba enteramente mi cuerpo
Aunado a los besos húmedos que regabas en mi espalda, electrizando hasta lo que habita en mi interior.