No me olvides

Capítulo 20

Derek estaba tumbado a mi lado, habíamos parado para beber agua en el lago, después de decidir que no queríamos seguir andando por hoy.

El sol se despedía de nosotros mientras estábamos tumbados en la hierba. Derek acariciaba mi mano y yo solo podía concentrarme en su suave caricia. Mi piel se erizaba bajo su contacto.

Estábamos a finales de abril, Derek me había hecho ver que no tenían que intimidarme mis cicatrices. Que eran bonitas. Así que no temí en enseñarlas.

Llevaba un vestido de tirantes y por las rodillas. La gente lo vería… obsceno y criticarían el vestido. Pero a mí me gustaba. Me gustaba lo libre y fuera de estereotipos, que me hacía sentir yo. Me hacían sentirme propia.

Derek me lo hizo saber. Cuando me vio me sonrió y me hizo dar una vuelta.

  • Estás preciosa con ese vestido.- dijo mientras me daba un repaso.
  • Gracias.- le contesté con una sonrisa.

Derek me estaba mirando con sus ojos verdes. Yo lo miraba a él.

No podía dejar de hacerlo, no podíamos dejar de hacerlo.

No me di cuenta cuando él se acercó a mí, solo sé que nuestros hombros se tocaban. Derek llevaba una fina camisa verde agua, del mismo color que mi vestido. Su pierna rozaba la mía y nuestras manos se enredaban entre ellas.

Estábamos a centímetros. Pude apreciar todo su rostro a la perfección.

De cerca, sus ojos eran más verdes. Tan verdes como la misma naturaleza. Tenía unas pequeñas pecas que salpicaban sus mejillas y nariz y sus pestañas eran largas. Tenía una sonrisa de cara a cara y por un instante quise tocar sus labios. Tocar sus comillas. Las comillas que hacían que su boca fuese una cita. Una cita, que no sabía por qué, pero que quería saborear.

¿Por qué quiero besarte Derek?- pensé.

No obtuve respuesta. Solo pude mirar sus labios y sus ojos. Concentrarme en el revuelo que se estaba comenzando a formar en mi estómago y que subía por mi garganta.

Nos quedamos un rato más mirándonos en silencio, sonriéndonos con la mirada y con los labios.

El sol se había despedido de nosotros hacía ya un rato. Derek seguía mirándome.

Un cosquilleo intenso me atacó.

¿Acaso esto era la conocida, nueva felicidad?

¿Acaso Derek era mi segunda oportunidad en el amor?

¿Se quedaría a mi lado cuando le contase que era bruja?

Y la idea de que Derek conviviese conmigo para toda mi vida me gustó y me produjo vértigo a partes iguales.

Quería pero me distanciaba.

Era un juego de tirar de una cuerda para ver en qué lado quedaba el pañuelo. Yo solo sabía que quería vivir mis días con alguien.

Presentar a mi pareja a la divinidad.

Pero no estaba segura si sería aceptado.

Así que cerré los ojos y pensé en lo que estaba pasando.

Soñé en ese sueño que me daba vértigo y amor a la vez.

Me permití pensar en mí.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.