EMMA
Escucho mucho ruido, no se entiende nada pero mis ojos no se abren, sigo dando vueltas en la cama hasta que el sonido se va tornando escuchable.
-abre despacio. -La voz se me hace conocida.
- no hagan mucho ruido. -Dice otra persona mientras me quedo quieta escuchando mejor.
-cuidado lo haces caer. -habla mi madre.
- no haré caer nada. -Dice Hana, mi hermana de 23años.
-por dios ya despiértenla. -Habla papá, Steven.
-okey, okey. -Dice mi madre, Madison-. Levántala.
Unas manos me tocan pidiéndome que me levante con su tacto, doy vueltas haciéndome la dormida ya que la risa quiere tomar mi cuerpo.
-Emma. -Habla mi hermana-. Emma despierta.
Voy abriendo los ojos lentamente conteniendo la risa ya que no quiero quedar en evidencia. Las luces están apagadas pero no las necesitan ya que las velas que adornan el pastel me permite contemplarlos. Unos ojos rojos me llenan de felicidad al ver a mi padre, que con 55años se ve perfectamente bien, el único hombre capaz de entenderme, escucharme, protegerme y amarme incondicionalmente.
-Feliz cumpleaños, mi princesa.- Toca mi cara con el nudillo de su dedo pulgar-. Feliz cumpleaños número 20. -Me tira un beso haciendo que mi corazón brinque de emoción.
Cambio mi mirada a unos ojos negros, dándome uno de los rostros más finos que he visto, sus pestañas enormes me dan una mirada singular pero sin duda es el rostro más bello que he podido admirar, mi madre, quien con 48años se ve espectacular.
-Feliz cumpleaños número 20, mi amor. -Tiene el pastel en sus manos y sólo procede a guiñarme el ojo-. Me alegra ver lo grande que estás, mi Emma. -Le tiro un beso y le quito la mecha rubia que toca su cachete.
-Feliz cumpleaños, hermana. -Conecto mis ojos con otros ojos negros, negro como la noche, negro como el dolor, dándome la versión de mi madre pero pequeña ¿Una vez has visto una modelo, con cara perfecta, sin ningún acné en el rostro y una piel muy brillante? Esa es mi hermana. Con 23 años, tiene una piel envidiable por muchas pero admirable por mí.
-Eres muy hermosa, hermana. -Habla la voz que me ha consolado y apoyado siempre-. Felices 20años, hermanita, no tan hermanita. -Mi corazón no puede con tanta felicidad. El amor que tengo con mi familia siento que nadie en la faz de tierra lo siente. Somos muy unidos, nos respetamos, nos apoyamos, siempre nos escuchamos y jamás en la vida hemos peleados o dicho alguna grosería. Por eso mi corazón los ama tanto como a nadie, por eso la vida que me dan mis padres la valoro tanto como puedo.
-Gracias por todo. -Las lágrimas recorren mi cachete al sentir mi corazón latir a mil-. Mamá, papá, hermana. -Digo en un hilo de voz-. Gracias por todo, los amo demasiado. -Paso mis manos por mi cachete tratando de quitar las lágrimas de mi rostro.
-pide un deseo, cariño. -Habla mi padre y de reojo puedo contemplar el blanco de su cabello. Asiento y cierro los ojos para pedir mi deseo, los abro, apago las velas y encienden el foco, dejándome verlos con claridad.
Su piel es perfecta, el brillo de sus cabellos y el de sus ojos siempre ha sido un mito para mí. Mi padre con esos ojos rojos que jamás me dieron miedo ver, su cabello blanco que siempre conserva, nunca hay un pelo negro, nunca hay otro color, solo blanco. Mi Madre con sus ojos negros al igual que mi hermana, son tan negros, tan negros que no puedo verles las pupilas pero que jamás me asustaron. La piel de mi hermana y el rubio brillante de sus cabellos. Siempre los consideré sacados de película ya que no puedo verlos con otros ojos que no sean de amor.
Nos sentamos en mi cama y mi padre toma un recipiente para poner el pastel y así no manchar las sábanas blancas como la nieve. Tomamos cubiertos y nos empachamos de pastel, es una de chocolate rellena de nueces con crema pastelera, el pastel es pequeño pero delicioso, ya que no somos de mucho dulce.
-Tenemos un regalo para ti. -Habla mi madre en un inglés exquisito. Ya que somos Canadienses. Todo me gusta de ella-. Tienes un viaje en crucero, lo que tanto querías. -Mis ojos se abren y la emoción no me deja ver nada ya que me tiro a sus brazos e invadiendo mis fosas nasales con el olor que siempre la caracteriza. Huele delicioso que si pudiera quedarme en sus brazos siempre, siempre lo haría-. Puedes utilizarlo cualquier día o año, puedes llevar a una persona. -Termina con su mano en mi rostro.
-Siempre lo quise. -Digo emocionada mientras los miro-. Siempre quise un viaje así. Muchas gracias, Mamá.
-también tengo algo para ti, cariño. -Habla mi padre. Mis ojos Se conectan con los rojos de los suyos y no puedo dejar de sentir felicidad. Toma mi mano y pone en ella una carta.
-ábrela cuando sientas que no puedes más. -Sus palabras me sorprenden-. Es una cartita con mucho amor, cariño. -Deja un beso en mi frente dándome tranquilidad aunque sus palabras no abandonan mi mente.
-yo no me quedo atrás. -dice la mujer de piel brillante-. Tengo algo muy importante para mi hermana.
Me entrega una cadena con un dije de dos colores, negro y rojo.
-estos son.... ¿rojo y negro por los ojos de nuestros padres?- Pregunto encantada.
-sí, cariño. Y es para ti, para que nunca ol................
Su palabra queda a medias cuando una bala cruza su cabeza pasando a lado de mi oreja, llenando de sangre mi rostro desencadenando un dolor irracional.
-No. -Grito mientras la tomo en mis brazos viendo como sus ojos se cierran-. No, no. -Me concentro en ella mirando por todos lados mientras mis padres corren a hacer no sé qué.
- Tienes que irte, Emma. -Habla mi padre y no sé de dónde pero puedo escucharlo-. Tienes que ir, ya.
-no puedo dejarla. -La abrazo con fuerza sintiendo una parte de mi irse con ella-. No puedo dejarla. -Repito y la voz de mi padre revienta mis tímpanos.
- tienes que irte, ya. -No lo veo por ningún lado, mi habitación está vacía y no entiendo.......
Editado: 01.07.2024