EMMA
-Emma. Despierta. -Habla una voz desconocida-. Es hora de despertar.
< ¿Quién es?> trato de abrir los ojos muy despacio.
-eso Emma, ya despierta. -La imagen de una mujer es lo primero que veo, las canas adornan sus cabellos y diría que tiene unos 60años, pero en eso no me meto.
-¿dónde estoy? -Digo con dificultad.
-Estás en la casa Darek. -Habla la anciana.
-¿qué lugar es este? -Vuelvo a preguntar cuando no entiendo lo que dice.
-Un lugar para vivir. -Termina y me deja sola sin siquiera saber que mierda es esto.
Trato de levantarme pero el mareo me toma, me quedo en la esquina esperando para poder levantarme y así ver donde estoy. Después de un minuto decido pararme y caminar por el lugar. <No entiendo nada> avanzo viendo lo hermoso que es, se ve lujoso y muy bien cuidado. Bajo las escaleras buscando algo que me indique donde estoy, una puerta doble color blanca llama mi atención al ver por sus espejos que todo se ve verde. Camino sin dejar de mirar mientras unos chicos pasan corriendo y riendo. <No entiendo nada> abro la puerta dándome paso un cielo, un césped muy bien cuidado y una cantidad de jóvenes hablando, riendo, abrazándose y haciendo..........
-¿qué es eso? -Me quedo quieta al ver a un niño alzar una piedra gigante-. ¿Eso es? No lo puedo creer.
-poder. -Una voz dulce habla a mi lado pero me deja atontada cuando veo su look. Tiene cabello rubio y es corto, como un corte de hombre, su vestimenta es un vestido negro con corset negro que se amolda a su cintura, botas negras y piercing en la nariz<es hermosa>
- lo que él tiene es poder. -Se queda a mi lado mientras me maravillo con lo que veo-. Y todos los que están en este lugar lo tienen. -Su confesión me quita el aire que respiro al recordar lo que pasó con mis padres y lo que vi dándome a entender que jamás fueron normales y qué.......
-¿tengo poderes?- Miro los a la chica a mi lado y no contesta mi pregunta-. ¿Tengo poderes? -Esta vez alzo la voz para que me escuche mejor. Me mira y se queda pensando.
-parece que sí. -No me quita los ojos de encima y estoy empezando a incomodarme-. ¿Deseas ir a conocer la que ahora será tu habitación? -Su mira es tan profunda que me ha puesto nerviosa.
-sí. -Hablo con seriedad. -Deseo ir a conocerla.
-bien. -Pone la mano en mi hombro-. Sígueme.
Da media vuelta y regresamos a la enorme casa ¿casa? ¿Instituto? ¿Mansión? ¿Cárcel? no sé qué mismo es este lugar pero me tocará averiguarlo. Sigo los pasos de la chica quién se ve muy bien, nos adentramos y pasamos a lado de unas escaleras blancas ENORMES.
-a tu derecha. -Dice mientras señala unas puertas dobles color gris-. Está el comedor. -Avanzamos un poco más para poder ver el lugar-. En la parte de atrás. -No deja que entre a la habitación-. Está la lavandería y cocina. -Asiento mientras veo sus ojos azules.
Una vez asentí, con rapidez se mueve regresando a la escaleras blancas pasando al lado mientras me señala una puerta doble enorme color café con dos ventanales de vidrio que deja ver la parte de adentro. Abre las puertas y una melodía en violín invaden mis oídos.
-se escucha increíble. -Le digo mientras observo a la chica, tiene pelo negro y este le llega hasta la altura de su cintura.
-vamos. -Dice un poco molesta-. Por cierto, más atrás, en el pasillo que ves ahí, está la oficina de la persona que se encarga de este lugar y la biblioteca.
- deja de portarte como una perra. -Suelto sabiendo que a las únicas personas a las cuales jamás les hablaría así, ya no están. El pecho se me comprime y mando la mano a él para evitar llorar delante de esta chica.
- no es eso, sólo que estoy de apuro. -Nota mi acción y se acerca a mí.
- entonces dímelo. -Camino afuera del lugar-. No soy adivina.- Camino como si conociera el lugar pero en realidad lo único que he hecho es bajar las escaleras y salir al patio enorme donde me encontré a esta chica.
-tienes que subir las escaleras, perra. -Me ve y sin querer nos reímos. Subimos las escaleras blancas llevándonos al primer piso, no puedo creer lo bien que se ve el lugar, repito, todo está muy bien cuidado, es muy lujosa y limpia. Ventanales gigantes me reciben iluminando todo el lugar.
-a tu derecha está los cuartos de enfermería, ese lugar es sólo para eso, y a tu izquierda. -Volteo para ver el pasillo blanco lleno de puertas grises-. Ahí están los dormitorios. El segundo, tercer, cuarto y quinto piso está lleno de dormitorios. -La escucho hablar y no entiendo como ella puede tener una voz tan dulce.
-Kasi. -Veo a un chico acercarse-. ¿Dónde has estado?
La veo sonreírle y abrazarlo mientras siento que hago mal tercio.
-me voy. -Camino para no interrumpir.
-espérame, Emma. -Habla Kasi mientras se acerca con el amigo-. Soy Kasi. -Me besa el cachete-. Él es Simón, mi amigo. -Me saluda con un beso mientras siento que no me hayo-. Discúlpame por no presentarme correctamente.
-tranquila, perra. -Le dedico una sonrisa sarcástica.
-te llevaremos a tu habitación. -Habla Simón. Es muy simpático, tiene ojos azules y cabello café claro, por su tamaño diría que mide 1,80. <Se lo ve muy alto y es muy guapo> asiento mientras los dos me toman del brazo, uno al extremo del otro.
Avanzamos al pasillo lleno de puertas mientras pienso cual de esas será la mía. Hay una cantidad de 13 puertas, todas enumeradas.
-esta es tuya. -Habla Simón. Abre la puerta color gris dándome una habitación realmente grande.<se parece a la habitación de mi casa> camino viendo que tiene los mismo colores que me gusta. Blanco y vino tinto.
-es toda tuya. -Dice Kasi-. Disfrútala. -Me sonríe y asiento. La cama es de dos plazas y media y se siente tan bien que definitivamente dormiría con gusto aquí.
-nosotros estamos en la S6 y S7. -Habla Kasi. Y asiento-. Discúlpame si te hice sentir rara. -Toma mi mano-. Espero que podamos ser amigas. Se van dejándome sola sin darme la oportunidad de hablar.
Editado: 01.07.2024