No sé porque lo pienso tanto, no es nada del otro mundo, y el saber que nunca más nos vamos a ver… Debería tener la fuerza necesaria, pero algo me frenaba, algo me hacía dudar, algo me hacía acobardar.
¿Qué voy a perder? ¡Absolutamente nada!, lo de hoy, mañana será un recuerdo, uno muy lejano. Esta etapa de mi vida en la cual estoy tan enfocado en mi futuro, hará que esto pase a un tercer plano.
¿Consecuencias?, quizás varios golpes, pero no me importaría, los morados serían las condecoraciones que le dan a los soldados que van a la guerra y sobreviven, aunque lo que haría no era tan peligroso, si se necesitaba valor.
Sentía como todos a mí alrededor bailaban y tomaban sus bebidas, pero yo… Yo no podía moverme, estaban felices por la graduación, mis padres estaban a mi lado, me llenaban de mimos, que por alguna razón me gustaba, porque así podía calmar estos nervios del carajo.
No esperaba mucho a decir verdad, no era estúpido y mucho menos ingenuo. No me ilusionaba pero para que mentir, aun así, en mi mente y en mi corazón, albergaba una pequeña esperanza.
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Editado: 17.09.2019