Lleve mis manos hasta su rostro, lo tome con fuerza, con urgencia, profundice mucho más el beso y por un segundo nuestros dientes chocaron, pero no le prestamos atención a dicho acontecimiento, aunque yo estaba un poco avergonzado; seguimos en nuestro ardiente beso, sin importar lo que estuviese a nuestro alrededor, pero ya no pude soportarlo, el aire, me empezó a faltar.
Carlos llevo lentamente sus manos a mi rostro y me separo de él, me miro con temor, tal vez duda, o simplemente esperando que dijera algo.
__No me voy a confesar –dije- solo quería un beso de despedida.
__ Comprendo –suspiro aliviado-
__ No te noto sorprendido –me apresure a decir-
__ Los chicos y yo… -rasco su nuca y clavo su vista al suelo- sospechábamos, no es que fueras muy obvio, pero habían ocasiones que…
Avergonzado era poco para como me sentía y yo que creía que nunca se darían cuenta de mi homosexualidad… Nadie mejor que mi persona para guardar un secreto y miren lo que sucedió con este.
__Lo siento –dije apenado-
__No te disculpes, siendo sincero nos caes muy bien a todos y vimos que te estabas esforzando, Peter… Es por eso que íbamos a esperar que tú mismo nos dijeras la verdad.
Había temido de confesarles mis sentimientos a mis amigos porque pensé que me rechazarían pero era todo lo contrario y aún más, ellos supieron respetar en el transcurso de los años mi orientación.
__Gracias.
__No te preocupes –palmeo su hombro- ahora, es momento de regresar.
__ ¡Claro! –Respondí contento pero me detuve- ¿Habías notado que tú me gus…?
__ ¡No, no lo había notado! –Me interrumpió- solo quería darte lo que querías como regalo de graduación. No es que hubiese sabido que querías besarme, es que, todo esto me tomo desprevenido, pero pensé que si te rechazaba de tal manera, te lastimaría, y eres un gran amigo, Peter, eres parte del grupo y todos te tenemos bastante aprecio… Así que no importa.
__ Lo entiendo –asentí- ¡Muchas gracias!
__No tienes por qué agradecerme, solo –vacilo un poco- no se lo digas a los demás.
__ Tranquilo, será nuestro secreto.
Y pues… No me confesé, porque de antemano sabía que me rechazaría. Carlos me había dado el mejor regalo de graduación, uno mejor que cualquier beso robado.
__ ¿seguro que no quieres venir a la fiesta con nosotros? –pregunto al salir-
__ ¿sabes qué? –Me detuve para observarlo- Creo que si iré. Déjame avisarles a mis padres.
__Esta bien, les diré a los chicos que te esperen. ¡Ah!, otra cosa… Gracias por no confesarte.
Su agradecimiento me causo mucha gracia.
__ Eres un idiota, ¿no estás viendo que me estás dando alas? –negué divertido-
__ Esa es la idea, además, lo digo porque vamos a universidades diferentes –lo dijo en un susurro audible que pude escuchar-
__¡Joder! –Exclame- de haberlo sabido, me hubiese confesado antes…
__ Ve a avisarles a tus padres –hizo un ademán con las manos y una sonrisa en su rostro-
__ Si, si… Por cierto, ¿Qué quieres como regalo de graduación?
__ Realmente, no lo sé… ¡Sorpréndeme!
Reí ante ese comentario y retome mi camino, suspire. Había dudado tanto de los chicos que había perdido muchas oportunidades, pero me alegra saber que en realidad fueron mis amigos, y aunque sabía que ya no tenía gracia, decidí confesarles la verdad.
Ese iba a ser el primer paso, no iba a seguir escondiéndome de nadie, porque aunque sea gay, merezco el mismo respeto que los demás…
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Editado: 17.09.2019