No Name

Ruinas del pasado - Prólogo

Cautelosamente, un joven muchacho caminaba en medio de un entorno caótico.

Bajo la sombra de grandes edificios de una antigua metrópoli, enredaderas y otras plantas se deslizaban entre sus paredes y tejados, aferrándose a las esquinas y grietas de la estructura, como si intentaran ocultar las marcas de un tiempo ya olvidado hace mucho.

Entre grandes pedazos de concreto, con gruesas varillas sobresaliendo de ellos, y estructuras metálicas retorcidas que hacía tiempo habían perdido sus formas, una vegetación no muy alta, pero bien desarrollada, ya escondía entre su follaje y raíces algunos de esos escombros.

Con arbustos creciendo sobre el concreto, sus raíces se abrían paso entre las grietas del tiempo, buscando el suelo oculto bajo aquella gruesa capa de cemento y acero.

En el centro de todo aquello, el joven avanzaba con pasos ligeros mientras sostenía en sus manos un arco con una flecha ya colocada, aunque con la cuerda aún sin tensar.

Hecho de metal, tenía una apariencia vieja, cubierta de señales de uso, con rasguños, abolladuras y puntos desgastados, pero se podía notar que recibía algún mantenimiento, como la fina capa de grasa que recubría el metal.

Eligiendo dónde pisar, buscaba lugares donde el concreto fuera visible para que el sonido de ramas y hojas no lo delatara. Sin embargo, incluso caminando con cuidado, sus pasos hábiles le permitieron avanzar rápidamente por el terreno.

Deteniéndose cerca de un arbusto, comenzó a tensar la cuerda del arco.

Su objetivo era un conejo blanco.

A unos metros por delante, al otro lado del arbusto, se alimentaba de frutos azulados de una pequeña mata.

Parado sobre sus dos patas traseras, usando la boca, arrancaba el fruto que colgaba entre las hojas de la planta cargada y lo dejaba caer al suelo.

Tan pronto como terminaba de comer uno, buscaba otro. Dando algunos saltos, cambió de posición para colocarse debajo del siguiente y comenzó a estirarse para alcanzarlo, pero, al ser más alto que los demás, estaba teniendo un poco de dificultad.

El joven, tirando de la cuerda lentamente, intentaba no producir ningún sonido, pero el arco, aunque bien cuidado, al sufrir una tensión cada vez mayor, terminó mostrando señales de su avanzada edad con un pequeño crujido metálico.

Aunque fue bajo, en el ambiente silencioso en el que estaban, donde solo se escuchaba el ruido del viento pasando entre las plantas, fue suficiente para alertar al animal.

Asustado, miró hacia la dirección de donde vino el sonido, orientando también sus orejas hacia allí.

El joven, bajo su mirada, para no producir más ruidos que lo alertaran aún más, dejó de tensar el arco y contuvo la respiración. Completamente inmóvil, permaneció en el mismo lugar, confiando en que estaba bien escondido allí y que su ropa, con colores que se mezclaban con el entorno, lo mantendrían camuflado detrás del arbusto.

Una fuerte corriente de aire pasó entre ellos, haciendo que toda la vegetación se meciera.

Aún desconfiado, el animal, con una mirada fija, mantenía su atención en el arbusto.

Sin poder moverse, el joven comenzó a sentir su brazo cansarse de mantener la cuerda tensa, haciendo que temblara ligeramente.

Incluso después de un tiempo, el animal seguía alerta, mirando en la misma dirección.

Sintiendo una gota de sudor corriendo por su rostro, se dio cuenta de que estaba cerca de su límite. Fue entonces cuando, finalmente, el animal volvió a alimentarse.

Sin desaprovechar la oportunidad y sabiendo que no resistiría mucho más, tomó un poco de aire, tiró del resto de la cuerda, lo que produjo otro crujido, y soltó la flecha.

Aunque el conejo percibió el sonido de nuevo, ya era demasiado tarde cuando vio un objeto a gran velocidad viniendo hacia él.

Alcanzado, fue empujado hacia un lado, pero...

“¡Maldita sea!”

Frustrado, vio al conejo comenzar a correr después de sobrevivir por segunda vez con la flecha clavada en su cuerpo, pues no había acertado en sus partes vitales.

Sin rendirse, arrojando el arco a un lado, comenzó a perseguir al animal.

Aunque estaba herido, seguía siendo muy rápido y ágil, corriendo entre las plantas y los bloques de concreto, intentando a toda costa despistarlo; pero, saltando sobre algunos y esquivando otros, el joven lo siguió de cerca, firme en su persecución.

Sin que ninguno de los dos lo notara, poco a poco estaban saliendo de la zona abierta, dirigiéndose hacia los edificios que los rodeaban.

Al dejar esa área, entraron en lo que parecía haber sido una calle en el pasado.

Tras cruzarla, ingresaron a un edificio abandonado con la fachada completamente abierta.

Al llegar al vestíbulo de entrada, el lugar estaba muy sucio, pero se podía distinguir el suelo de mármol y un largo mostrador de recepción partido por la mitad.

Aunque manchado por el tiempo, todavía se podían percibir los signos de la riqueza y el lujo del lugar en el pasado, como el techo alto y el gran esqueleto de una lámpara de araña colgando del techo.

Pasando por allí, se adentraron en el interior del edificio.

Desde que salieron de la zona con más obstáculos y entraron en el edificio, al correr en línea recta, el animal poco a poco tomaba más distancia, alejándose cada vez más.

Pero, sin querer que esa ventaja aumentara, dando todo de sí, el joven dio un último impulso para alcanzarlo.

Adentrándose cada vez más en el lugar, pasaron por varias puertas a los lados del pasillo, cuando, repentinamente, el conejo entró por una de ellas.

Por un momento, creyendo que el animal había encontrado una salida, sintió el sabor de la derrota, hasta que lo vio salir de allí, reavivando sus esperanzas.

Aunque fue poco tiempo, eso fue suficiente para que se acercara lo necesario.

Sin desperdiciar la oportunidad, saltó sobre él.

“¡Te atrapé!”

Intentando resistir, el conejo comenzó a retorcerse en un intento de liberarse, pero, sacando un cuchillo de la cintura, el joven acabó con el animal, que finalmente dejó de moverse.



#160 en Ciencia ficción
#2025 en Otros
#370 en Acción

En el texto hay: #war, #postapocalíptico, #ciencia ficción

Editado: 21.04.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.