Ruinas del pasado - 1 - part 6

Várias horas depois, ainda no subsolo, Seven chegou a uma escada.

O túnel continuava, mas em uma das paredes havia uma escada que levava a uma provável saída.

(Realmente no recuerdo este trayecto…)

Llevaba un tiempo allí, intentando decidir qué camino tomar. La demora en decidirse no se debía a que fuera una decisión importante o siquiera peligrosa; el túnel que había elegido en la encrucijada lo llevaría a casa, de eso estaba seguro.

Esto le ahorró mucho tiempo, al no tener que pasar por otras intersecciones ni hacer grandes desvíos, como habría sido en la otra ruta.

Pero, aunque más corto, este camino tenía un problema: no recordaba muy bien dónde estaba la salida correcta. Una podía dejarlo justo al lado de casa; las otras podrían llevarlos más lejos de lo necesario.

“Isis.”

“Sí.”

“¿Por casualidad recuerdas a dónde lleva esta escalera?”

Mirando hacia la salida, ella pensó un momento antes de responder.

“No… Creo que cuando Padre nos mostró este pasaje, no pasó por aquí, sino por el otro camino, tanto que todo esto me parece muy nuevo…”

“Entiendo…”

Suspirando, Siete se dio cuenta de que no había forma de saberlo sin subir la escalera.

“Quédense aquí. Tendré que verificar a dónde lleva.”

Sus hermanos menores, al escuchar esto, se sentaron rápidamente en el suelo.

“Menos mal… mis pies ya empezaban a doler…”

“Los míos también…”

Los tres estaban agotados después de caminar tanto tiempo, así que no desaprovecharon la oportunidad de descansar.

Isis, en cambio, reaccionó de manera diferente.

“Espera, Siete, ¿vas a subir solo?”

“Sí.”

Dejando la mochila en el suelo, comenzó a prepararse, tomando solo lo necesario.

“Pero, ¿no es peligroso, sobre todo porque ya anocheció?”

Aunque estaban lejos del centro tras haber caminado tanto, la noche en la ciudad no era segura, ya que podían encontrarse con algunos animales o bestias menores.

“Estamos cerca de casa, así que no debería encontrar nada demasiado peligroso, tal vez alguna bestia pequeña, pero nada grave.”

“Pero, ¿no sería mejor quedarnos aquí hasta el amanecer?”

Deteniéndose por un momento, reflexionó sobre ello.

Pasar la noche en los pasajes no era mala idea; aunque más fríos que la superficie, eran lugares bastante seguros.

(No creo que sea necesario hacer esto. Estamos cerca de casa, y eso podría preocupar a Padre sin motivo…)

Acampar en los pasajes era algo reservado solo para emergencias o si se perdían en alguna parte de la ciudad, ya que la demora probablemente alertaría a Padre de que algo andaba mal.

“No hay motivo para hacer eso. Padre se preocupará por nosotros y terminará saliendo de casa armado a buscarnos, sin razón alguna, especialmente porque regresamos de un área cerca del centro.”

No era algo que pudieran hacer por capricho; eso pondría a su Padre en máxima alerta.

(Ya estamos retrasados, así que probablemente ya esté preocupado a estas alturas…)

Tomando los últimos objetos que necesitaba, Siete comenzó a caminar hacia la escalera, pero sintió que algo sujetaba su ropa.

Al girarse, vio que era Isis.

“¡Voy contigo!”

Aunque hablaba con un tono firme y una mirada seria, su mano, que temblaba ligeramente, mostraba que tenía miedo.

“No es posible. Solo tengo unas gafas de visión nocturna, y alguien debe quedarse con los pequeños.”

Siete llevaba las gafas, una linterna apagada y un arco con flechas en un carcaj. Era poco equipo, ya que no quería cargar nada que lo retrasara al explorar el lugar.

Mirando hacia abajo, Isis intentó pensar en algo.

Al ver a su hermana actuar así, recordó cuando ella comenzó a ayudar con las tareas fuera de casa.

(Sigues siendo la misma…)

Suspirando, Siete la tranquilizó.

“Volveré.”

Sorprendida, Isis levantó la mirada hacia su hermano.

“…”

Tras unos segundos, bajó lentamente la cabeza, murmurando mientras lo soltaba.

“…Lo siento…”

Su expresión era amarga, pero Siete no lo notó, ya que estaba oscuro y ella tenía el rostro inclinado hacia abajo.

Girándose, continuó caminando, y esta vez no lo detuvieron.

Subiendo la escalera, llegó rápidamente a la cima.

Mirando hacia abajo, vio a sus hermanos menores descansando, con León acostado en el suelo intentando dormir, pero siendo molestado por los gemelos.

Isis, por su parte, lo observaba con una mirada algo ansiosa en el rostro.

Poniéndose las gafas, Siete levantó la trampilla y pasó al otro lado.

Tras cerrarla, aún agachado, Siete sacó una flecha del carcaj y la colocó en el arco, tensando la cuerda y manteniéndolo listo para disparar.

Con cuidado, comenzó a inspeccionar los alrededores.

(Como pensé… todavía estoy bajo tierra…)

Además de no haber subido lo suficiente para llegar a la superficie, al comparar con lo que había descendido, no había ninguna luz en ese lugar, ni ventanas.

Dentro de una especie de cámara, con varias tuberías de diferentes tamaños corriendo cerca de las paredes, junto con algunas válvulas. El lugar parecía haber servido en el pasado para controlar el flujo de agua, probablemente de la estructura superior.

(Este lugar apesta.)

Un olor ácido y metálico impregnaba todo el ambiente, resultantes de la corrosión sufrida por las tuberías debido a la humedad del lugar, lo que las había dejado severamente dañadas.

Usando una parte de la tela de su abrigo, destinada a cubrir toda la cabeza, la levantó para taparse la nariz.

En el lugar había dos salidas, en lados opuestos: una cerrada y otra abierta; ambas conducían a corredores más estrechos que la sala en la que estaba.

Al darse cuenta de que el lugar era seguro, Siete bajó el arco y se puso de pie.

(Creo que es mejor revisar primero la que tiene rejas. Si no puedo pasar, el otro pasaje será la opción obvia.)