PROLOGO
Nueva Orleans, Luisiana
Abril 24, 1870
Nunca antes pude apreciar la manera en la que el viento resoplaba, las hojas de los arboles se mecían, un escalofrió recorre mi cuerpo, porque cosas como estas me recuerdan que sigo viva, no podría tener más sentido esta frase, si no fuera porque ya había muerto una vez.
- ¿Que buscas de mí?, no pretendo darle nada a un insignificante humano.
- ¡Vamos cumple el trato!
- No me he de fiar, el humano es arrogante, excéntrico y egoísta, ¿cuál sería tu razón para imponer tu autoridad y obtener algo de mí?
- ¡Porque por fin he aprendido!, el amor existe, pero es traicionero y letal, el peor de los venenos; ya consideraría dos veces enamorarme, pero sé que es involuntario y el corazón decide por sí mismo - suspiro - deja que ella se vaya, y tendrás mi corazón, justo como acordamos.
-Me encantaría completar el acuerdo saliendo beneficiada y acabando con este sufrimiento, pero aquello que amaste alguna vez con toda tu alma, se encuentra inerte.
Fue la primera y única noche en la que el cielo se tiño de lágrimas violeta, mientras el sol desaparecía y la luz de la luna incrementaba dejando ver cómo ni las estrellas eran capaces de soportar la nueva realidad de un mundo sin ella.
- ¿Dónde se encuentra?. - Dijo con voz titubeante mientras sus ojos se volvían cada vez más cristalinos y su corazón se aceleraba. - su cuerpo -. Continuo mientras apretaba sus puños y dedicaba una mirada con desdén a el cuerpo poseído de su madre.
-No será fácil encontrarlo, y aun si quisieras andar en su búsqueda, te llevaría mil años descifrar el único acertijo desconocido por el ser humano, claro que su cuerpo se conservará durante ese tiempo, pero si al cabo de mil años no descifras el acertijo, sin importar tus propósitos o las acciones cometidas para salvarla. - Se detuvo un momento y suspiro -. Su cuerpo junto con su alma será exonerado del plano material, sin derecho a reencarnar.
- ¿Eso es lo único que puedes hacer?, Después de que te salvo a ti y a muchos más hechiceros, ¿Ah? ¡Bruja! . - Dijo el muchacho cuestionando sus frías palabras.
-No importa lo que haya hecho con su vida, además de ser ella quien decidió tomar consecuencia de sus actos, y podría reconsiderarlo, porque estoy siendo demasiado generosa al aparecer frente a ti por tercera vez, brindando una oportunidad de reencontrarte con ella en otra vida, eso sí claramente a base de tus capacidades como hechicero.