—Hola, Cristian, gracias por la invitación. Es muy amable de tu parte ser tan considerado conmigo y con mi hijo.
—Más bien te agradezco que me la hayas aceptado me encantan las de caricaturas y se ve que a tu hijo también porque está muy emocionado. Solo basta con ver el brillo en sus ojos para darse cuenta.
—La verdad que si solo ha ido una vez al cine y está en toda esa edad. Eres muy dulce en pensar en él no a todos los hombres les gustan los niños y menos uno tan pequeño.
—A mí me encantan
—Por lo que hemos estado conversando por teléfono, puedo tomarme el atrevimiento de preguntarte algo personal, pero la curiosidad me gana ¿Por qué te divorciaste? Podrías tener tu propia familia hoy en día.
—La verdad, porque me di cuenta de que no puedes obligar a tu corazón a amar a alguien cuando ese amor ya tiene nombre y apellido.