—¿Por qué no vino tu esposo a recogerte? Eso no habla bien de él en obsoluto.
—¿Te molesta haber venido por mí? Si soy una carga hice mal en llamarte, pensé que eras mi amigo.
—No es eso, es que se supone que es tu esposo y debería ser el que venga. No debería dejarte sola en un momento como este.
—Puedes dejarme aquí y yo busco un taxi si tanto te molesta.
—Mírame Mariana, no me molesta venir a buscarte me alegra que pienses en mí para algo tan importante, pero se supone que, si sales de una cirugía como esta, él debería estar aquí tomando tu mano como lo estoy haciendo yo.
—Tú no entendieras Cristian
—Pero si no me explicas nunca podre entender y lo que más quiero es entenderte te lo juro.