No pierdas el tiempo intentando detenerme.

Beso.

-¿Qué... qué cosa?
-Mira, como ya te dije, tú me gustas, pero amo a Jimena, tal vez podríamos salir, vernos de vez en cuando sin que nadie sepa.
 ¿Pero qué insinúa? ¿Por quién me toma?
-Daniel, ¿me estás proponiendo ser el cuerno? ¿Quieres serle infiel a Jimena conmigo!
-Bueno, yo no le llamaría de tal manera, serías mi compañero de ratos. 
-¡Eres un gran cínico! ¿Cómo puedes ser tan, tan... Ah, no sabría ni como describirte. 
-Lu, por favor, no te enojes. No es fácil para mi, eres a la primera a la cual le hago tal propuesta, no soy ese tipo de persona, pero ¡eres hermosa! A Jimena la amo, tenemos 4 años de estar juntos, aún recuerdo la vez que la conocí. Iba con un vestido amarillo, su pelo rubio suelto y me atreví a hablarle, pero un tiempo acá las cosas no marchan bien. Ella se ha vuelto manipuladora. 
Lo sé, el mismo David me lo había dicho, también yo lo había notado. Más no soy quien para juzgarla. 
-Mira Daniel, no te dejes confundir por los problemas, creo que deberías arreglar las cosas con Jimena, no me metas en tus asuntos. 
Él estaba en completo silencio. 
-¿Daniel, estás acá? Oh, maravilloso Raziel, has que vuelva Daniel. 
-Estoy pensando, Lu. Creo que tienes razón. 
-Daniel, no creo que por unos simples problemas, sea buena idea tirar a las basura 4 años de relación, busca una solución. 
Apenas son las 4:55. Decido dejarlo solo para que analice la situación y empiezo a caminar lento de regreso a mi casa. 
-¡Lu, espera!- Viene corriendo hacía mí. Me da un abrazo.-Gracias, espero vuelvas a la casa un día de estos a cenar. 
-Claro, Daniel. 
Y sus labios empezaron a acercarse a los míos, nos dimos un beso rápido. ¡Por Marcie! Es lo que me faltaba, esto es lo que menos quiero. 
-Lo siento, Daniel. 
Empecé a correr, ¿inmadura no?
Vinieron a mi cabeza varios recuerdo, ¡Diego entre ellos! Recuerdo todas las veces que le escribí, sentir esa sensación de ser un estorbo. ¿Alguna vez han sentido eso? Llegar y escribirle a alguien con la mayor emoción y que responda súper cortante, llegar al punto de no importar cuantas veces debas escribirle, cuantas te deje en visto, cuantas contesté cortante, sin importar cuantas veces pierdas tu dignidad... 
Corriendo lo más rápido que pude llegue a mi casa, me cambie y me senté a esperar a David. Por suerte me ha alcanzado el tiempo. 
-Hija, ¿ese que está ahí afuera no es el hermano de David? 
Pero ¡qué? ¿Acaso me está acosando? Quiero estar completamente segura que es él así que medio me asomé por la ventana. ¡Es Daniel!
No quiero salir, sería confundir más la situación. 
-Sí mami, si viene a preguntar por mi, dile que estoy dormida y que si me levantan parezco troll con el periodo. 
-¿Por qué no quieres verlo, sucede algo? 
-Luego te cuento mami, ahorita simplemente quiero esperar a David. ¿Dónde está Yeimmy? 
-Vino Jordan por ella. 
-Ah ok. 
-Hija, a veces siento que me odias por recibirlo en está casa luego de todo lo que paso. 
-Mira mamá... -Llamaban a la puerta.
Por suerte es David. -Ya me voy, luego hablamos. 
-Está bien hija, cuídate. 
Note a David distraído. 
-¿Qué sucede? 
-Nada, me pareció ver a Daniel. ¿Cómo estás? 
-Emm, raro. Muy bien, ¿tú? 
¿Estoy haciendo bien en mentirle? ¿Es mejor que le oculte sobre el beso de hoy?
 



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En el texto hay: drama, amor, suspenso

Editado: 30.11.2018

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