Daniel está sentado junto a mi madre en una calurosa conversación. Al vernos entrar dejaron de hablar, David aún sorprendido exclamó;
-¿Daniel? ¿Qué haces acá?-Daniel parece estar nervioso.
-¿Qué ahora no puedo visitar a tu noviecita?
-Déjate de tonterías, Daniel. Tú bien sabes que Lu es mi amiga, responde mi pregunta.-Mi madre observa, sin hablar. Cuando necesito que hable no lo hace.
-Vine a tomarme la foto con Lu, pero al ver que no estaba me puse a hablar con tu suegra.-Al parecer a Daniel le gusta darle bromas a David. Mi madre por fin interviene;
-¡David querido! ¿Vienes a cobrarme el dinero del alquiler?-Empecé a reír.
-¡Qué barbaridad! Ya veo de donde salió Lucy así, algo similar me dijo ella fuera de la casa. ¿Qué ya no puedo venir a visitar a la madre de mi mejor amiga sin que piensen que vengo a cobrar?
-Es broma cariño, ven siéntate.
-Lo sé, Doña Elena. Pero sí, en realidad vine a cobrar el alquiler.-Lo dijo casi riendo y mi madre empezó a reír.
-Bien, creo que yo me voy.-Daniel se levantó y se dirigió a la puerta. Volvió a verme-Chao, Lu. Nos vemos luego.
Y se fue.¿Qué pensaba? ¿Qué le iba a rogar? Ven Daniel, oh no te vayas. ¡No jovencito! Puede irse, que para rogar no nacimos.
-David, hijo ven. Acá está el dinero. -Escuchar a mi madre hablar me saco de mis pensamientos.
-Lu, ¿pasa algo entre Daniel y tú? Los noto algo extraños.-Debo admitir que David es muy observador.
-No, no. Para nada.
De nuevo mintiendo. No sé si sea bueno.
-Curioso, según vino a tomarse la foto contigo y no lo hizo.-Se levantó y fue a donde está mi madre-Sabes Lu, nada me haría sentir tan mal, como saber que me ocultas algo.
Bien, ahora tengo una sensación de culpabilidad, pero no es el momento para decirle, así que solo le sonreí. Y él se dirigió a donde mi madre, no había notado que Sofía está a la par mía.
-No entiendo porque le mientes a David. Sabes se ve que es una gran persona.
-¿Quién dice que estoy mintiendo?
-Lu, no trates de engañarme, que sea pequeña no quiere decir que sea tonta, a parte, soy tu hermana, no trates de engañarme.
¡Punto para Sofía! En todos los sentidos tiene razón, no debería estarle mintiendo a David. Creo que lo mejor es que lo hable con él, pero no hoy. Hoy no me siento segura, prefiero que sea mañana.
David se acerca donde mi.
-Lu, ya debo irme.
-Bueno, mañana tenemos que hablar, cuídate.
-Perfecto, vengo en la tarde.
De la nada, vuelve a aparecer Sofía.
-Sabes David, creo que la amistad es una de las cosas más importantes, especialmente cuando se apoyan mutuamente, creo que tú eres y serás un gran amigo para mi hermana.
David abrazo a Sofía.
-¡Eres una niña encantadora! Creo que le agradaría a Teo. ¿Qué dices, Lu?
-Por supuesto.
-Llevala un día a casa. ¡Hasta luego, Doña Elena! Cuídate Sofi.
-Nos vemos mañana, David.-Dije y creo que notó lo poco nerviosa que estoy. Apenas se fue David, busque el número de Daniel y le envíe un mensaje preguntando el porque estaba en mi casa. La única respuesta que tuve fue un; "tenía que verte." No le responderé más, sería seguir en su jueguito. Le preguntaré a mi madre sobre que hablaron.
-¡Mami!-Grite.
-Ay hija, ¿qué le he dicho sobre andar gritando? Parece mono baleado. ¿Qué quiere?
-Quiero saber que estaba haciendo Daniel acá.
Editado: 30.11.2018