(no) Puede Ser Amor

Capítulo 4

—Creo que este es el mejor lugar para sentarnos —sugirió Charlotte.

Quizá ese no era el mejor lugar del cafetín para tomar asiento, pero si era el que estaba más cerca de donde se encontraba Sharon.

—Chicos, ¿se enteraron de la última? —comenzó Candace.

Austin y Daniel estaban concentrados en sus celulares, y Megan bebía de su jugo de naranja sin prestar mucha atención.

—Brad está saliendo con una nueva chica y no nos había dicho nada —agregó Charlotte, asegurándose de que Sharon la estuviera escuchando.

—Según nos dijeron, la chica se llama Amy.

Megan se ahogó con su bebida después de escuchar a Candace.

Daniel y Austin apartaron la vista de sus celulares e intercambiaron una mirada de extrañeza.

—¿Está saliendo con la Señorita Perfecta? —quiso saber Megan.

Debió resultar evidente que Candace no comprendía lo que acababa de decir Megan, así que Daniel se lo aclaró.

—Así le llaman algunos en clases.

—Pero cuenten qué es lo que saben —se impacientó Austin.

—Bueno… según lo que nos contaron unas compañeras que llegaron temprano y estaban en el segundo piso esta mañana, es que…—Candace se detuvo un instante para crear más expectación. Algo típico en ella—…Amy estaba persiguiendo a Brad por el pasillo y le armó una escenita de celos. Luego, le quitó el celular y lo tiró contra el piso dejándolo completamente destrozado.

—Quizás Brad ha estado escribiéndole a otra chica mientras la corteja a ella y eso no le gustó. Amy seguro se puso furiosa y por eso le rompió el celular —añadió Charlotte.

—Están especulando. Yo no creo que eso sea verdad —opinó Daniel.

—Yo pienso igual que Dani. Esa tal Amy no parece de las que hace escenitas de celos en público —secundó Megan.

—Esperen. La historia no termina allí. Después de que ella destrozó su celular, los dos se encerraron en un salón de clases que estaba desocupado. Sabrá Dios qué pasó allí dentro —continuó Candace.

—Candace y yo los vimos salir de allí.

—Yo si no lo veo no lo creo —dijo Austin.

Charlotte advirtió la presencia de Brad en el cafetín.

—Allí viene mi primito. Nadie más que él para aclarar nuestras dudas.

Mientras tanto, en otro extremo del cafetín…

—Ya has intentado encenderlo, Amy. Te recomiendo que cuando llegues a tu casa, lo coloques dentro de una bolsa con arroz —aconsejó Chloe.

—¿Por qué no enciende?

Amy estaba frustrada.

—¿Cómo fue que dejaste caer ese celular en la fuente?

Amy apretó su cara con las manos por un momento. Cuando las apartó se encontró a Brad sentado frente a ella.

Los chicos se sorprendieron al ver que Brad se dirigió a la mesa en donde estaba Amy y no a la de ellos primero.

—Se fue a sentar con ella. ¿Aún les queda duda? Está claro. Entre esos dos hay algo — expuso Candace.

Daniel y Austin estaban sorprendidos.

Sharon, que estaba en la mesa de al lado, se volvió sutilmente para mirar a Brad.

—Hola Chloe —saludó Brad y la besó en la mejilla—. ¿Cómo estás, Amy?

Amy le dirigió una mirada desdeñosa.

—Amy está un poco molesta porque se le dañó el celular —mencionó Chloe para tratar de justificar la falta de cordialidad de Amy.

—Ah, ¿Y cómo se te dañó? —preguntó Brad con cinismo.

Amy estaba a poco de saltarle en la yugular.

—Lo dejó caer en la fuente de agua que está en el patio de la universidad —intervino Chloe.

—Ay, qué mal. Debes ser más cuidadosa Amy.

—Ya le dije que se tranquilizara un poco, pero no me hace caso. —Ahora miraba a Amy—. Sé que se te hace difícil conseguir el dinero para comprarte uno ahora, pero lograrás reunirlo.

Chloe se giró un poco hacia el respaldo de su silla, para sacar algo de su bolso.

Brad aprovechó ese momento para inclinarse hacia Amy y susurrarle algo al oído.

—Yo puedo ayudarte a tener un nuevo y mejor teléfono celular. Pero ya tú sabes cuál es mi condición.

Dicho eso Brad se apartó de Amy y  se levantó del asiento.

—¿Ya te vas? —preguntó Chloe luego de girarse.

—Sí. Solo vine a saludar. —Brad hizo una breve pausa—. Mmm…Chloe, ¿Te puedo hacer una pregunta?

—Sí, claro.

—¿Amy se quedó muda? ¿O… es que te paga para que respondas por ella?

Chloe rió avergonzada.

—Es que ella…—trató de decir Chloe.

—Es broma. Tal vez luego tenga ganas de hablar. Nos vemos chicas.

Brad se marchó.

Luego Chloe le clavó una mirada furiosa a Amy.




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