No puedo dejar de pensar en Ti

Capítulo Doce

Sigue a tu corazón, él sabrá por quién acelerarse.

El domingo llegó, pero Mateo no lo hizo en casa, después de ese día, los siguientes transcurrieron con una velocidad alucinante. Las semanas se volvieron pesadas con la llegada de los exámenes, la tensión se respiraba en el aire, todos los estudiantes estaban con los nervios a flor de piel y en especial los de último año, no debían de bajar sus notas, al contrario, quiénes debían de mejorarlas estaban mucho más tensos que el resto. Blue y yo éramos un manojo de nervios estudiando como unas locas dentro de la biblioteca, el almuerzo y hasta los pasillos rumbo al examen.

No tuve contacto con Mateo, por obvias razones, pero tenía presente entregarle mi pequeño relato en la primera ocasión. Y fue curioso, porque comencé a conocer mas al capitán del equipo de lacrosse. El grandioso Cole Garry —así le decían todos dentro del instituto— no era tan mala persona como parecía, ni engreído y era inteligente, me había tendido su mano en varias ocasiones al estudiar con Blue. Era un genio para química y matemáticas.

Blue lo mira atenta mientras termina de explicarle el último tema de química a minutos antes de entrar al examen, ella asiente al entender y yo pestañeo un poco aturdida por tanta información recibida en pocos minutos.

—Y así es como queda. —finaliza dejando el lápiz sobre el escritorio de la biblioteca.

—Me salvaste. —suspira Blue formando un linda sonrisa en sus labios.

Ellos se miran, sus ojos brillan de un modo hermoso cuando se conectan. Ambos se sonríen, sus ojos expresan millones de emociones que retienen por temor al adelantarse en confesar sus sentimientos. Han pasado cuatro semanas desde que se conocieron y ninguno pierde el tiempo para pasar un buen rato charlando, todo fluye con increíble naturalidad entre ambos.

—¿Entendiste Veronica? —ambos me miran a la expectativa.

—Sí, muchas gracias Cole. —el chico asiente comenzando a guardar las cosas dentro de su mochila.

—¿Nos vemos en el almuerzo? —le pregunta a Blue con una sonrisa ladeada.

Mi mejor amiga en muchas ocasiones había mencionado que esa sonrisa le encantada.

—Me parece bien. —responde ella un poco tímida.

—¿Te unes Veronica? Como celebración por terminar los exámenes. —me invita Cole levantándose de su sitio.

¿Compartir la misma mesa que Simon? ¿respirar su mismo aire? No gracias, prefería almorzar en completa soledad antes de mirar a esa escoria.

—Paso. —respondo guardando mis apuntes dentro de mi mochila.

Cole se inclina a depositar un suave beso en la mejilla de mi amiga, los ojos de ambos no dejan de brillar en ningún momento y las mejillas pecosas de Blue se tornan rosas ¡qué linda! Cole se percata de eso y suelta una suave risa divertido, mi amiga se encoje en su lugar nerviosa y Cole la vuelve a besar, pero en esta ocasión en su frente.

—¿Te he dicho lo linda que te vez al sonrojarte? —le musita mirándola tiernamente y luego me mira a mí—. Nos vemos Veronica. —se despide tendiendome su puño.

—Adiós. —respondo chocando mi puño contra el suyo.

Una vez el capitán del equipo de lacrosse desaparece por las grandes puertas de la biblioteca, salto sobre Blue abrazandola con fuerza ¡eran tan tiernos! Chillo emocionada y ella se queja entre risas tratando de liberarse de mi agarre, la encargada de la biblioteca me lanza una mirada molesta desde su escritorio y detengo mi alboroto por el futuro noviazgo de mi mejor amiga.

—¡Son tan lindos! —chillo al sentarme a su lado, cerca para evitar otra mirada de la mujer.

—Sí Vero, desde la mañana lo dices. —ríe suavemente antes de suspirar formando una sonrisa tonta—. ¿Tú creas que vaya en serio?

—Espero que sí o me encargaré de que lo haga. —le guiño un ojo recargando mi espalda en la silla—. ¿Te ha pedido salir?

—Nuestro almuerzo juntos es lo más reciente, pero no se ha dado la oportunidad con las pruebas. —asiento totalmente de acuerdo.

—Lo hará, estoy segura. —le regalo una gran sonrisa para tranquilizar sus inseguridades.

El timbre resuena acelerando de pronto mi corazón. La última prueba estaba por iniciar y los nervios eran imposibles de evitarse.

—Buena suerte. —me dice Blue tendiendome la mochila.

—La necesitaré. —musito saliendo con ella del lugar—. Todo saldrá bien. —le digo entrando al tumulto de estudiantes nerviosos y ella asiente.

Todo saldría bien. Cole parecía ser un buen chico con buenas intenciones al hablar con Blue y esperaba no equivocarme.

(...)

Blue se aleja con Cole, ambos charlan animadamente y con grandes sonrisas en sus rostros, rumbo a la mesa central donde las porritas y el equipo almuerzan muy felices. Suponía que su emoción se debía a que las pruebas finalizaron y tendrían mas tiempo para sus actividades de interés propio.

Miro mi almuerzo y las mesas ocupadas por los estudiantes, hasta que en el fondo me encontré con Mateo inmerso en su mundo, leyendo tranquilamente con los audífonos, moviendo sutilmente la cabeza al ritmo de la música. Esta era mi oportunidad para entregarle el desastroso escritorio, pero del cual me enorgullecia ampliamente. Con la frente en alto y tomando una fuerte respiración, avance hacia su mesa en el fondo, junto a la ventana.



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En el texto hay: jovenes, amor, amor novela juvenil

Editado: 14.01.2022

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