No puedo dejar de pensar en Ti

Capítulo Catorce

¿Mantendrás esa venda sobre tus ojos por siempre o serás lo suficientemente fuerte como para quitarla?

—Muchas gracias por entregarlo a tiempo Veronica. —la profesora Ofelia guarda mi escrito al lado de los otros que mis compañeros han ido entregando.

—La gran mayoría fue gracias a que Mateo me ayudó. —respondo encogiendo mis hombros y mostrando una pequeña sonrisa.

—¿Lo han escrito juntos? —indaga sorprendida mientras saca una hoja de su escritorio. Asiento mirando atenta sus movimientos— En ese caso me gustaría que participarán como un equipo, ¿te parece?

Asiento decidida. No estaba mal su idea, después de todo Mateo fue quién corrigió, editó, mejoró y nombró el relato. Era una forma de agradecerle por su ayuda y de ese modo se evita escribir alguno otro para participar. Acepto la hoja que me tiende.

—Con respecto al proyecto, también pueden hacerlo juntos, así que pueden distribuirse el trabajo. —me sonríe ampliamente.

—Esa es una gran noticia, le diré a Mateo.

Ella asiente y me alejo de su escritorio permitiéndole a los otros estudiantes entregar sus relatos o hablar con la amable anciana. Al acercarme le muestro la hoja a Mateo agitandola entre mi mano, él me mira sin ninguna expresión, pero al sentarme sus ojos estudian curiosos el papel.

—La profesora quiere que participemos juntos y de ese modo trabajar al mismo tiempo con el proyecto final. ¿Te parece? —le tiendo la hoja de inscripción para que la lea.

—Es buena idea. —responde sacando su móvil del bolsillo de su jean y regresandome la hoja.

—Perfecto, llenare el formulario de inscripción.

...

Después de ese día, los siguientes me regresaron mi rutina normal, sin Mateo formando parte de ella y dándome un respiro, calmando mis nervios que siempre estaban alerta cuando el chico andaba a mi alrededor. El tiempo transcurrió con increíble velocidad, en un abrir y cerrar de ojos Blue había salido unas cuatro veces con Cole Garry al cine, al parque o a comer un helado.

Todavía recuerdo el día de su primera cita.

"—¿Crees que me vea bien con este vestido o mejor voy con pantalón? —ella me mostró sus dos posibles outfits, pero en lo personal amaba su figura al llevar vestido.

—Vestido amiga, te quedan muy bien. —respondo señalando con mi dedo el atuendo.

—Gran idea, sí, eso me pondré.

Ella se alistó deprisa, sin darse tiempo para dudar, pero cuando su chico toco a la puerta dudo en salir y hasta mentirle con una posible diarrea para no asistir. Estaba muy nerviosa, pero una charla rápida y de emergencia la ayudó a salir con su frente en alto acompañada de una gran sonrisa."

Luego de esa desastrosa primera cita, porque sí gente, fue un desastre. Cole terminó con la bebida de Blue sobre su camisa y ella manchada del helado de Cole en su vestido, pero eso no les importó y volvieron a salir al pasar unos pocos días. La química entre ambos era asombrosa, me gustaba mirarlos desde lejos cuando se miraban y tomaban en varias ocasiones sus manos, pero todavía nada era oficial. Blue se mostraba relajada, aunque por dentro sabía que ese tema la tenía un poco insegura, estaba asustada, pero me tenía para acompañarla y apoyarla en cualquier momento —y también para golpear a Cole de ser necesario—.

Los preparativos para la primera fase del concurso tenían a los profesores corriendo de un lado al otro, solicitando el autobús para llevar hasta el instituto fuera de la cuidad a todos sus concursantes y realizando una lista con quiénes asistirian y quiénes no.

Mateo ._.

¿Irás al otro instituto?
13:00 p.m.

Mire nerviosa el móvil antes de bloquearlo, elevo mi cabeza para encontrarme con la mirada desconcertada de Mateo. Sí, lo tenía justo al frente, pero me pareció divertida la idea de enviarle un mensaje cuando él solo se dedicaba a mirar la nada escuchando la conversación de nuestros padres.

Ambos permanecimos mirándonos por un largo tiempo, mi corazón acelerado bajo la intensa mirada del chico, sus oscuros ojos detallando cada uno de mis movimientos.

—Sí, iré. —responde acariciando el pelaje de Tete sobre su regazo.

Lleva una hora durmiendo plácidamente sobre su regazo, sin despertarse al escuchar los gritos de felicidad que suelta Sebas —el niño ya era capaz de caminar por si solo— al jugar con sus padres.

Asiento feliz, temía que no asistiera y tuviese que estar en completa soledad siendo asechada por Simon. Blue no iría, sus padres no le habían dado la autorización y ella asistiría al partido de lacrosse que se llevaría a cabo dentro de las instalaciones de nuestro instituto.

Tete aparece en la escena, sentándose sobre el regazo de Mateo, mirándome desde el otro lado de la mesa. Quien diría que un perro tendría una mirada tan tierna al vivir con alguien con la pesada mirada de Mateo, pero de algo estaba muy segura y es que Mateo era otro chico al estar con su cachorrito, ambos en completa soledad, disfrutandose mutuamente. Moría por presenciar algún día esa hermosa escena.

Me levanto de mi asiento para inclinarme sobre la mesa, casi que recargando todo mi peso sobre ella hasta alcanzar a Tete. Mis manos acarician su suave pelaje, acunando su rostro entre mis manos para acercarlo un poco y depositar un beso sobre su cabecita, él es rápido en lamer mi nariz deseando hacerlo por más tiempo, pero me alejo cansada de la incómoda posición.



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En el texto hay: jovenes, amor, amor novela juvenil

Editado: 14.01.2022

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