No puedo dejar de pensar en Ti

Capítulo Treinta y Cuatro

Una opción acertada y ganas.

Una opción errada y lo pierdes todo.

—¿Me puedes decir por qué Blue y Mateo han discutido? —pregunta cansada mamá dejando su comida de lado.

Sostengo con fuerza mi cuchara mirando mi sopa intacta.

—No lo sé. —musito sintiendo un extraño nudo formarse en mi garganta.

—¿No sabes? ¿Debería de preocuparme? —vuelve a insistir, puedo sentir su dura mirada sobre mi cuerpo que tiembla ligeramente.

Tal vez no soy tan fuerte como aparento.

—No sé mamá. Ellos... —tomo una fuerte respiración— no me dijeron nada al respecto.

—Cariño, deja a la niña tranquila. Sabrá como arreglar el problema, tan solo debemos de esperar. —distingo el movimiento de la mano de papá deslizarse sobre la mesa, seguro a tomar la mano de mamá—. ¿No tienes hambre Veronica?

Niego al instante. Quiero irme a mi cama y descansar o por lo menos pensar en toda esta situación sobre mi cómodo refugio.

—Vete a descansar a tu habitación, mañana debes de estar preparada para el viaje. —ordena papá y me levanto de la mesa al instante.

—Gracias por la comida. —digo caminando rápidamente hacia el pasillo directo a mi habitación.

Al entrar a mi refugio, cierro la puerta y me tiro sobre la cama tomando el móvil que estaba sobre escritorio en el proceso, cubro mi cuerpo con la sábana, abrazo a Rj y me dispongo a intentar dormir, pero es imposible. La preocupación no me deja cerrar un solo ojo, el miedo a lo desconocido acecha a mi alrededor y la confusión rellena mi cerebro de preguntas.

¿Cuál fue el motivo de su discusión? ¿Una mentira o una verdad? Algo tan difícil de creer para Blue, pero ¿qué? Algo real y crudo para Mateo, pero ¿qué? Y algo que definitivamente Logan conoce, pero ¿qué? ¿Qué es eso que ambos sabían y se lo han dicho a Blue, pero a mí no?

La confianza ciega es un término complicado, es aceptar las decisiones de una persona por sobre las tuyas. Lo correcto e incorrecto se basa en los ideales de dicha persona. Los pensamientos de Mateo han cambiado, ¿busca el bienestar de Blue? ¿El de nuestra amistad? ¿El de mi corazón? Algo es claro y es que sus palabras dañaron a mi amiga, ella lloró por lo que él le ha dicho, pero ¿es un ideal correcto para Blue? O ¿lo es para Mateo?

Cierro con fuerza mis ojos tratando de mantener la calma y mi móvil vibra llamando mi atención. Lo desbloqueo y me encuentro con la notificación de un nuevo relato de Winter, pero mi humor no es el mejor como para leerlo así que voy directamente a YouTube a buscar algo de los bellos covers de Jungkook para que me ayude a conciliar el sueño.

...

—¡Les pedimos a los estudiantes sentarse con sus parejas de trabajo y junto al grupo de la categoría que les toca! —anuncia el profesor de educación física en medio de la multitud estudiantil—. ¡Los chicos del equipo deben de ir directamente al segundo autobús! —siguiendo sus palabras, los hombres se encaminan al lugar señalado.

Puedo ver como Blue se separa de los brazos de Cole con una mirada radiante. Ella me ha ignorado desde que he llegado y Mateo no lo he encontrado entre todos los estudiantes.

—¡Los demás, al primer autobús! —ordena señalando el transporte.

Con mi bolso colgando en mi espalda, abrazando a Rj avanzo lentamente en la cola al primer autobús. Diviso la cabellera de Blue entre las primeras personas que suben hablando alegre con otra chica que debe de pertenecer a su categoría, salto en mi lugar al sentir un toque en mi brazo y me giro con la esperanza de que se trate de Mateo, pero mis labios se transforman en una mueca cuando veo que se trata de Simon. ¿Y este que hace aquí? ¿No se supone que perdió en la categoría pasada?

—¿Qué haces aquí? —gruño sosteniendo con fuerza mi almohada.

—He venido como ayudante de los profesores. —responde señalando un trozo de papel que saca del bolsillo de su pantalón—. Tendremos más tiempo para charlar, teniendo en cuenta que no tienes a Mateo a tu alrededor.

Mi cuerpo se tensa al verlo dar unos cuantos pasos cerca de mí y al ver su rostro acercarse peligroso al mío. Mi respiración se contiene cuando sus ojos me miran detenidamente.

—¿Quién asegura eso? —suelto todo el aire que mis pulmones han contenido y Simon se aleja al escuchar la pregunta.

—Mateo, no te había visto. —responde tranquilo.

Me giro para mirar a Mateo y me siento diminuta cuando su mirada severa se desliza lentamente a mi cuerpo. Su rostro es marcado por la molestia, sus labios son una fina línea recta, sus ojos están cubiertos por una espesa capa de rulos negros, lleva una camisa blanca Celine con los bordes dentro de un pantalón beige sujeto por un cinturón y unos tenis blancos. Su aspecto en comparación a otros días es intimidante, tanto que puedo percatarme que Simon también percibe su aura molesta.

—Acabo de llegar. —responde con ambas manos dentro del bolsillo de su pantalón—. Ahora encárgate de tu labor y deja a mi compañera de trabajo tranquila. —sentencia dando unos pasos hasta quedar a mi lado—. ¿Entendido?

—Claro, nos vemos por ahí Veronica. —se despide con un movimiento de mano.



#3625 en Novela romántica
#220 en Joven Adulto

En el texto hay: jovenes, amor, amor novela juvenil

Editado: 14.01.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.