No puedo dejar de pensar en Ti

Capítulo Sesenta y Tres

Logan :')

Estoy afuera esperándote.
4:25 p.m.

JAJAJ Mateo no estará nada feliz contigo al ver que vienes por mí y no por él.
4:45 p.m.

Roel lo acompañará a casa.
4:46 p.m.

Una pequeña sonrisa se forma en mis labios cuando veo la foto que me ha enviado de ambos con una expresión aburrida, se la muestro a Mateo escuchando la voz de nuestro profesor de fondo y él niega divertido.

—Están acostados dentro del maletero. —comenta bajo regresando su atención a la pizarra.

Frunzo el ceño mirando la manta blanca en el suelo y algunas almohadas rodeándolos. No voy a mentir, ese parece un buen lugar para dormir un largo rato o para salir a mirar las estrellas en algún mirador. Bloqueo el móvil notando que el profesor ha comenzado a guardar sus cosas y los estudiantes no se quedan atrás, veo de reojo a Blue que guarda sus cosas en completo silencio con una expresión triste en su rostro y grandes orejas bajo sus hermosos ojos azules. Me apresuro a guardar mis útiles cuando el timbre anuncia el fin de clases este lunes a cinco días de la graduación.

Cuelgo mi mochila en mi hombro levantándome de la silla recibiendo gustosa la mano extendida de Mateo, ambos caminamos fuera del salón introduciéndonos en el gran tumulto de estudiantes que avanzan apresurados fuera de la instalación.

—Hoy no volvemos juntos a casa. —le comento dando un apretón en su mano para atraer su atención.

—¿Por qué? —indaga curioso mirándome atento.

—Tengo que verme con Logan, ¿lo recuerdas? —respondo divertida cuando su expresión se torna pensativa y luego asiente.

—Veronica —me detengo de golpe cuando escucho su voz y me encuentro con sus ojos azules. Es extraño tenerla aquí, al frente mío luego de tanto tiempo sin hablar— ¿podemos hablar?

La mano de Mateo se libera de mi agarre cuando escucha un suave suspiro de mi parte tratando de mantener en línea baja mis emociones y yo asiento.

—Te espero afuera. —anuncia alejándose.

Me apoyo en la pared más cercana viendo a los últimos estudiantes abandonar el instituto y solo hasta ese momento, miro a Blue. La chica de apariencia se ve bien, su cabello como siempre lo trae ordenado, su característica ropa holgada para brindarle comodidad a su energética personalidad, una que lastimosamente se ha visto opacada por las decisiones que tanto como ella mismo y Cole han tomado, ¿por qué simplemente no siguieron con su bonita relación? Extraño el brillo de enamorada que había en sus ojos azules, tal vez Cole nunca fue el indicado para Sophie. Y yo solo deseo que vuelva a ser la misma con el tiempo.

La noto removerse y carraspea su garganta bajo mi atenta mirada. No busco incomodarla, pero quiero mostrarle que sigo de pie en mi decisión tomada en el pasado si piensa volver a pedirme que busque a Cole para ella.

—Y-yo —su voz se quiebra, cierra sus ojos y me mira decidida— yo quiero disculparme Veronica, realmente no entiendo como fui capaz de tratarte de esa forma sabiendo que me considerabas tu mejor amiga.

Mi garganta se seca cuando veo sus ojos brillantes por las lágrimas que amenazan con salir. Y asiento, haciéndole saber que estoy aquí escuchándola.

—Fui una tonta contigo, incluso con Mateo, los dos trataron de ayudarme, pero no quise escucharlos porque las cosas con Cole se sentían tan bien, tan reales y casi con un futuro a su lado, pero cuando me entere de esa cruel farsa no supe como sentirme, y-yo solo quería que fuera una broma pesada de él. —me explica limpiando rápidamente la lágrima que rueda por su mejilla y me rompe verla de ese modo, mi corazón duele al verla tan rota por un imbécil—. Y lo busqué, traté de buscar una respuesta a sus acciones, porque después de entregarme a él lo único que soñaba era estar a su lado esos días y no saber que se había aprovechado de mí.

Sus manos temblorosas se extienden en mi dirección desesperada por un apoyo, un hombro en el que apoyarse para llorar desconsoladamente y le regreso el agarre mostrándole una pequeña sonrisa para calmar un poco, tan poquito que le ayude en su dolor.

—Quiero disculparme, realmente deseo que me perdones Veronica, no importa si no deseas volver a hablarme, ignorarme toda tu vida, no me importa, solo deseo que me disculpes. —susurra con las mejillas húmedas por las lágrimas que caen sin parecer detenerse.

No respondo y la atraigo entre mis brazos escuchando los fuertes sollozos que se quedan atrapados contra mi pecho, sus manos me sostienen con fuerza y yo acaricio su cabello rubio haciéndole saber que estoy aquí, a su lado, para ella.

—Yo te he perdonado Blue, desde el primer día. —susurro cuando su llanto disminuye un poco—. Eso no evita que tus acciones me dolieran mucho, pero te perdono porque los agradables recuerdos me impiden odiarte, haz sido una gran chica en mi vida.

Ella suelta una pequeña risa apartando el rostro de mi pecho, su nariz y mejillas enrojecidas me causan ternura. Limpio la humedad en su rostro con mis pulgares mirando sus ojos cristalinos.

—No te prometo una amistad como la nuestra, pero podemos intentar arreglarlo juntas. —ella asiente de inmediato, ambas sonriendo al mismo tiempo—. Te ayudaré a olvidar a ese idiota, no merece tus lágrimas.



#3620 en Novela romántica
#218 en Joven Adulto

En el texto hay: jovenes, amor, amor novela juvenil

Editado: 14.01.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.