Capítulo 27

Shadday

La tomo fuerte por el cabello haciendo que chille de dolor y me siento gustosa.

-Me duele estúpida, suéltame- dice tratando de alcanzar mi cara.

- Eso es exactamente lo que deseo, que te duela, víbora.

-Ash- se queja desde abajo- te denunciaré ante las autoridades.

Inmediatamente me dan ganas de partirle un bastón en la cabeza ¿cómo es posible que meta a las autoridades si ella sabe que le iría mal al hacerlo?

- Hazlo, así sabrán que tú fuiste la causante de mi accidente.

La tomo mas fuerte de su cabello y la tiro hacia atrás, cayendo ella sobre el suelo húmedo. Me mira directamente a los ojos totalmente seria y de un momento a otro ríe y sin querer mi cuerpo siente escalofríos por sus intensas carcajadas.

- sí, yo lo hice- continua riéndose de una manera aterradora- y sabes qué? disfruté ver tu cuerpo tirada en ese sucio suelo, tal como lo eres tú- vuelve a reír.

Me quito el zapato y se lo lanzo, tratando de golpear su rostro pero ella es más hábil y mete sus manos en defensa de su cara.

-Eres una zarrapastrosa- una lagrima cae y la limpio rápido.

Se levanta quedando a mi altura, bueno mas alta que yo. Me mira con seguridad.

- Querida, puedo ser todo lo que quieras pero ese titulo no me queda- saca un arma de su pequeña bolsa y me apunta directo a mi cabeza. 

Estoy asustada, las piernas me tiemblan, vaya que la valentía se me ha esfumado. ¿Qué puedo hacer en estos momentos? Pedir perdón a Dios para poder irme en paz o correr por mi vida. Creo que la primera opción es mas confiable, ya que mis piernas no responden.

- Eres la encarnación de chucky- supongo que mis palabras están tratando de adelantar mi muerte. Sí, lo único que no se queda quieto es la lengua, que traición por parte de mi propio cuerpo.

- Supongo que no le temes a este juguetico- besa el arma que tiene en su mano derecha y luego vuelve a apuntar a mi cabecita- por qué me pones tantos apodos? si mi nombre es hermoso, como lo soy yo- me muestra su perfecta sonrisa y me guiña un ojo.

Ay Dios, moriré joven, es cierto que yo le digo ciertos apodos pero ella como lo sabe? jamas se los he dicho hasta hoy, que raro. Me abalanzo sobre ella tomando la mano en la que sostiene el arma y forcejeamos hasta que el arma cae a un lado del lugar en donde nos encontramos. Ella me cachetea y yo siento como mi lado izquierdo arde por el impacto, me abalanzo sobre ella y caemos al suelo, yo encima de ella arañando y jalando el cabello, ella en un ágil movimiento me hace caer hacia un lado y cuando me voy a parar, sucede...

-PUM- comienzo a caer lentamente al suelo. Mis ojos comienzan a sentirse pesados, alguien llega, sí, Allison está huyendo alcanzo a verla correr, toco mi pecho y no hay nada, no hay nada. Acaso no fue ahí donde llegó la bala?

- SHADDAY, SHADDAY- me sacuden.

-MORÍ-grito levantándome de la cama, viendo a mi mamá con los ojos muy abiertos.

-Estoy pensando seriamente en llevarte al Psicólogo, después del accidente andas rara- me dice señalándome con su dedo medio.

Así que todo fue un sueño, pero que hermoso sueño, lastima el final. 

-Tenias pesadilla, por eso te sacudí así de fuerte, lo siento- la abrazo fuerte y luego me separo de ella.

-Mamá créeme, llegaste justo a tiempo.

-Deja de estar viendo películas de terror, por eso tienes esas pesadillas- frunzo mi ceño confundida - mencionaste Chucky y sé que ese muñeco es diabólico, ya ve a lavarte, vas tarde a clase.

Como siempre tarde, voy al baño lo más rápido que puedo, me lavo y me visto en tiempo record, estoy pasando el cepillo por mi enredado cabello cuando escucho un claxon proveniente de la parte externa de mi casa. Sí, mi cuernudo ha llegado por mi, hago una cola de caballo desordenada y salgo de mi habitación.

-Papá mamá no alcanzo a comer tengo examen y ya voy retrasada. En la Universidad como algo, adiós.

-Dios te bendiga hija- me dice mi madre.

Antes de salir escucho salir de la boca de mi padre un "Tan estudiosa mi hija, quien iba a pensar que se parecería tanto a mi" me volteo hacia él y le sonrió.

- Espero que nunca se entere de mis notas- Digo para mi sola.

-Hola mi machito hermosa- frunzo el ceño y él sonríe.

-Hola, cuernudo hermoso- lo imito y él deja de sonreír. Lo beso en la mejilla y nos vamos a las torturas que son los exámenes. Los cueles no estudié nada. 

Ya estamos a nada de finalizar el semestre y aunque sé que las notas de mis exámenes serán una porquería me consuela saber que no perderé el semestre ya que debido al accidente todo lo que hice fueron talleres y las notas fueron altas, así que al sumar las notas no perderé las materias, quizás una pero no habrá problemas con que repita una materia.

Entramos al aula de clase, saludo a mis amigas y me siento en el lugar de siempre, separada de mi Damián. El profesor llega,  saluda al grupo de alumnos y de forma rápida entrega las hojas del examen. Transcurren diez minuto de estar en el examen cuando noto algo que me causa gracia pero mantengo una postura serena e inocente.

-Profesor- levanto mi mano derecha en busca de la atención de mi maestro.

-Sí dígame señorita Sanez.

- profesor, se puede usar meno en su examen?- digo usando mi voz inocente, la que uso cuando necesito un favor.

-No, le cancelo el examen a aquel que esté usando algún papel o memo para copiar- habla fuerte para que todo escuchen su advertencia.

-Profesor, lo siento y sé que mis compañeros me odiaran pero es mi deber hacer que se respete su palabra y por eso debo decirle que la compañera rubia de allá- señalo a Allison y ella me abre sus ojos- tiene un memo rosa entre sus piernas- bajo la mirada- lo siento compañera- digo y reprimo una risa.

-Señorita Allison, por favor- le dice el profesor extendiendo su mano en espera del memo- ella aprieta fuertemente sus ojos luego los abre y me mira destilando veneno óptico hacia mi